Los tres terroristas del aeropuerto de Estambul, filmados por cámaras de vigilancia, podrían haber perpetrado una matanza aún mayor puesto que habían previsto tomar como rehenes a decenas de viajeros antes de hacerse estallar, informó ayer un diario turco.
Días después del triple atentado suicida que dejó 44 muertos y más de 260 heridos en el aeropuerto internacional Ataturk, el ataque — el cuarto y el más sangriento en Estambul desde principios de año— no había sido aún reivindicado pero la identidad de los kamikazes se iba precisando.
Imágenes de las cámaras de vigilancia del aeropuerto muestran a tres hombres con chaquetas de color oscuro y, dos de ellos, ataviados con gorras de béisbol.
En una de las tomas, se ve a un policía en civil pidiendo a uno de los asaltantes sus documentos de identidad, y luego, a este mismo responsable de seguridad, arrodillado y amenazado por un arma de fuego ante los ascensores.
Los tres kamikazes, que se separaron antes de hacerse estallar en diferentes lugares del aeropuerto, también causaron víctimas al disparar con sus fusiles.
De acuerdo con lo que indicó el diario Sabah, cercano al gobierno, el balance de la matanza pudo haber sido más elevado si los atacantes no hubieran sido interceptados, debido a que inicialmente querían tomar a decenas de pasajeros como rehenes y hacerse explotar con ellos.
ATAQUE EN ESTAMBUL