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Día violento causa 265 muertos

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Recep Erdogan, presidente de Turquía camina por una calle en Estambul. Foto: Reuters
Turkish President Tayyip Erdogan walks through the crowd of supporters protected by bodyguards in Istanbul, Turkey, July 16, 2016. REUTERS/Murad Sezer TURKEY-SECURITY/
MURAD SEZER/REUTERS

Sofocan el intento de golpe en Turquía tras batallas a balazos y movilización popular que apoyó a Erdogan y agredió a rebeldes; 2.839 militares detenidos.

El gobierno de Turquía afirma haber abortado el intento de golpe de Estado militar que causó 265 muertos, aunque el presidente Recep Tayyip Erdogan pide a la población que continúe movilizada en la calle.

La situación se encuentra "completamente bajo control", aseguró el primer ministro Binali Yildirim, que confirmó el elevado número de víctimas en los enfrentamientos en Ankara y Estambul entre los insurrectos, el ejército y decenas de miles de personas que salieron a la calle.

El golpe de Estado malogrado causó 161 muertos y 1.440 heridos sin contar a los golpistas, declaró. Momentos antes, el jefe de las fuerzas armadas dio cuenta de 104 golpistas muertos.

Yildirim señaló que 2.839 militares fueron detenidos en relación directa con los hechos, que tildó de "mancha" sobre la democracia turca. "Estos cobardes tendrán la pena que se merecen", afirmó.

Por de pronto, Turquía pidió a Grecia la extradición de ocho golpistas llegados a bordo de un helicóptero militar a Alejandrópolis (norte).

Pero, además, el gobierno inició una purga de la Judicatura, y la Junta Superior de Jueces y Fiscales destituyó a 2.745 magistrados, al tiempo que el Ministerio de Justicia destituyó a cinco de los 22 miembros de ese mismo cuerpo.

Al mismo tiempo, la Policía detuvo a diez jueces del "Danistay", la máxima autoridad jurídica para contenciosos administrativos, y tiene a otros 38 en búsqueda y captura, mientras hay orden de detención contra 140 jueces del Tribunal Supremo y se ha detenido a Alparslan Altan, juez del Tribunal Constitucional.

Al igual que había hecho Erdogan, el primer ministro acusó al predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, de estar detrás de esta iniciativa sangrienta, pero él lo niega tajantemente.

El régimen turco considera que Gülen, un exaliado de Erdogan, encabeza una "organización terrorista". En el pasado, Turquía pidió a Estados Unidos su expulsión pero las autoridades estadounidenses se han negado.

Ayer, el secretario de Estado estadounidense John Kerry instó a Ankara a presentar pruebas, al tiempo que se ofreció a ayudarle en la investigación sobre la intentona golpista.

Poco antes del primer ministro, el general Ümit Dündar, jefe interino del ejército turco, anunció que el "intento de golpe ha sido desbaratado".

Pese a este anuncio, Erdogan, criticado en los últimos años por su deriva autoritaria, exhortó a los turcos a "seguir siendo dueños de la calle (...) porque siempre es posible un nuevo estallido" en el país, miembro clave de la OTAN.

Los enfrentamientos con cazas y tanques provocaron escenas de una violencia inédita en Ankara y Estambul en décadas.

Decenas de miles de personas, muchas de ellas con banderas turcas, desafiaron a los militares rebeldes, subiéndose a los tanques desplegados en las calles o yendo al aeropuerto de Estambul para recibir a Erdogan en la ciudad de la que fue alcalde. El jefe del Estado volvía precipitadamente de unos días de descanso.

Los hechos se fueron encadenando desde poco antes de la medianoche, cuando las fuerzas armadas turcas decretaron la ley marcial y un toque de queda en el país, tras el despliegue de tropas en Estambul y Ankara.

Los golpistas anunciaban una "toma de poder total en el país" con el objetivo de "garantizar y restaurar el orden constitucional, la democracia, los derechos humanos y las libertades y que prevalezca la ley suprema".

Cuando todavía estaba en Marmaris de vacaciones, Erdogan intervino en directo por televisión con su teléfono móvil para pedir la movilización popular.

"En Turquía hay un gobierno y un presidente elegidos por el pueblo" y "si Dios lo quiere, superaremos la prueba", dijo.

"Aquellos que salieron con tanques serán capturados porque estos tanques no les pertenecen", insistió una vez en Estambul, donde tachó de "traición" la intentona golpista.

Muchos oficiales castrenses se desmarcaron por la noche de los golpistas, denunciaron "un acto ilegal" y llamaron a los insurrectos a volver a los cuarteles.

Al mediodía los disparos que estremecieron durante toda la noche varios barrios de Estambul y Ankara habían cesado.

En la capital, un avión lanzó el sábado una bomba cerca del palacio presidencial, en cuyas inmediaciones cazas F-16 bombardearon tanques de los rebeldes, según fuentes oficiales.

Desde la llegada al poder de Erdogan, la jerarquía militar ha sufrido varias purgas.

El ejército dio tres golpes de Estado en el país (1960, 1971, 1980) y forzó la salida del poder de un gobierno islamista en 1997.

Pena de muerte.

El Parlamento realizó ayer una sesión especial en la que el primer ministro Yildirim describió la jornada de ayer como "una fiesta de la democracia", resaltando que la población se había opuesto a los golpistas.

Yildirim, líder del gobernante partido AKP, obtuvo el respaldo de los tres partidos de la oposición, que condenaron el golpe de forma unánime, aunque hicieran veladas críticas a la deriva autoritaria del gobierno.

Delante del Parlamento se reunió una muchedumbre que celebraba el fracaso del golpe pero que en sus gritos de apoyo al gobierno del AKP llegó a pedir la pena de muerte (está abolida en Turquía) para los golpistas con gritos como "¡Dígan que matemos y mataremos!".

Según las imágenes difundidas por la televisión turca, muchos militares golpistas sufrieron un acoso violento por parte de ciudadanos que habían salido a la calle siguiendo el llamamiento del gobierno, y algunos solo fueron salvados del linchamiento por la intervención de la Policía.

Informe.

Ayer, la Emjada de Turquía en Buenos Aires emitió una nota informativa, en la que señala que el intento de golpe de Estado "fue frustrado por el pueblo turco en unidad y solidaridad. Nuestro Presidente y el Gobierno están a cargo. Las Fuerzas Armadas de Turquía en su totalidad, no estuvieron involucradas en el intento de golpe. Fue llevado a cabo por una camarilla dentro de las Fuerzas Armadas y recibieron un merecida respuesta de nuestra nación". Agrega que "se entendió rápidamente que algunas unidades de la Fuerza Aérea, Gendarmería y unidades blindadas estaban involucradas en este intento fallido y que la cadena de mando de las Fuerzas Armadas de Turquía se opuso fuertemente desde el principio".

Informa que hubo 161 muertos más de 1.400 heridos, en tanto "3.000 fueron detenidos y 100 personas fueron ejecutadas en el ámbito de las operaciones llevadas a cabo en contra del intento de golpe de Estado".

Acusa a la Organización Terrorista Fethullahist de cometer el intento. El gobierno la ha denunciado desde hace tiempo.

EE.UU. y la ue dan apoyo a instituciones democráticas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió a todas las partes en Turquía que "actúen dentro del imperio de la ley" para evitar más violencia tras el golpe de estado fallido.

Obama reiteró su "apoyo inequívoco al Gobierno civil y democráticamente electo en Turquía".

La alta representante de la Unión Europea para Política Exterior, Federica Mogherini, condenó el intento de golpe y reiteró el apoyo a las instituciones democráticas. Pidió moderación a las fuerzas de seguridad.

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Recep Erdogan, presidente de Turquía camina por una calle en Estambul. Foto: Reuters

EL GOBIERNO PREVALECIÓAFP y EFE

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