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Tribunal confirma absolución de enfermeros acusados de matar a 15

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Las inasistencias de los enfermeros son un problema.
Hospital Pasteur, pasillo, sala de espera, nd 20070803, foto José Luis Bello, Archivo El País
Archivo El País

La decisión fue tomada este miércoles por el Tribunal de Apelaciones Penal de 1° Turno. La fiscal Mónica Ferrero debe decidir si recurre a la Suprema Corte de Justicia.

El Tribunal de Apelaciones de Primer Turno confirmó este miércoles la absolución de los enfermeros Marcelo Pereira y Ariel Acevedo, acusados de matar a 15 personas en 2012, informó a El País el vocero de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Raúl Oxandabarat.

El tribunal "desestimó la demanda de la Fiscalía y confirma la sentencia de primera instancia", explicó Oxandabarat. La fiscal Mónica Ferrero tiene ahora diez días para decidir si presenta un recurso de casación, que llevará a que el caso sea finalmente resuelto por la SCJ.

Oxandabarat dijo que el fallo también compete a la enfermera acusada de cómplice, quien también quedó en libertad luego que la jueza Sánchez accediera a un pedido de excarcelación.

La SCJ divulgó un fragmento del fallo del Tribunal de Apelaciones, el cual expresa:

El derrumbe de la confesión de P. genera, por añadidura, serias dudas en cuanto a la certidumbre de la brindada por A.

Porque como se señaló, aquí tampoco hay indicios de peso que sugieran que las numerosas muertes frustradas que se le atribuyeran no hayan sido producto del lógico desenlace de los graves cuadros que los pacientes cursaban; sin que se constate ni siquiera en relación a C., según la Junta Médica y la acusación, un empeoramiento inesperado e inexplicado.

Decididamente no resulta convincente que A. -que supuestamente se había erigido en una suerte de asesino en serie por ese entonces- para matar a los pacientes les inyectara cantidades de aire notoriamente insuficientes para generar siquiera un ínfimo contratiempo en su salud. En especial si se considera que era un enfermero diplomado con vasta trayectoria en el ámbito de la Salud, y por ende estaba en inmejorables condiciones de ilustrarse sobre la dosis adecuada para terminar con la vida de cada una de sus víctimas. Y máxime cuando en su computadora se encontraron abiertas publicaciones sobre dosis mortalmente adecuadas con aire.

En el marco reseñado, el M. Público ha venido paulatinamente claudicando en sus posiciones: primero imputando con gran precisión a P. cinco delitos de homicidio y diez a A., consumados, que luego quedaron en “tentados” (bajo el supuesto extraordinario del inciso tercero del art. 5 CP: tentativa relativamente inidónea), para finalmente sugerir la incursión en figuras aún más leves (Violencia privada y Suministro de estupefacientes).

En igual sentido, no puede sostenerse que se esté en presencia de asesinos seriales (ver pericia psiquiátrica de P. a fs. 695-789), y a la vez, concluir que ninguno haya podido matar a nadie, como inconsistente e incoherentemente, pretende el M. Público que se condene.

Si bien al comienzo se contó con los elementos que exige el art. 125 del CPP para disponer el procesamiento de ambos encausados; las falencias señaladas diluyeron la plena prueba legal, y en todo caso, atan a la Sala a efectos de dictar un fallo condenatorio contra los enfermeros P. y A..

Y es claro, por lo demás, que al caer la imputación de los anteriores, la de A. debe seguir la misma suerte.

Antecedentes del caso.

Tanto Pereira como Acevedo fueron absueltos en febrero de 2015 por la jueza penal Dolores Sánchez, quien concluyó que para el procesamiento de ambos, por un delito de homicidio especialmente agravado en reiteración real, la Justicia se basó en "un rumor".

Tras ser detenido en 2012, Pereira había confesado haberle suministrado morfina por vía central (cuello) para dar muerte a cinco pacientes en el Hospital Maciel. Acevedo, en tanto, admitió haber matado a once personas por medio de una inyección de aire al sistema circulatorio en la Asociación Española.

La Justicia manejaba que los asesinatos cometidos por estas personas habían sido al menos 50 o tal vez más.

La investigación, llamada "Operación Ángeles", había comenzado dos meses antes de la detención de los enfermeros a partir de una denuncia anónima realizada por una enfermera del Maciel.

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