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El nuevo embajador argentino viene del riñón político de Macri

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Guillermo Montenegro. Foto: Archivo La Nación

El presidente electo envía una fuerte señal para recomponer las relaciones bilaterales. Entrevista con el futuro jerarca argentino en nuestro país.

El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, designó como su futuro embajador en Uruguay a Guillermo Montenegro, un abogado de 52 años que se venía desempeñando como ministro de Justicia y Seguridad de la capital argentina desde 2007. Montenegro tendrá la tarea de mejorar las relaciones de Argentina con Uruguay que durante la "era Kirchner" tuvieron momentos realmente pésimos. Sustituirá a Dante Dovena.

Montenegro fue juez y fiscal federal. Es apasionado de los deportes y ha sido jugador de rugby. Fue involucrado y luego sobreseído en la llamada "Causa de las Escuchas Ilegales" en las que se vio envuelto hasta el propio Macri, quien recientemente volvió a pedir que se cancele de forma definitiva su procesamiento.

El diario La Nación contó que en julio pasado en la zona porteña de San Isidro, Montenegro detuvo personalmente a dos ladrones, junto con agentes de policía. El diario informó que luego evitó que fueran agredidos por vecinos.

La designación por parte de Macri de un hombre de su riñón político se considera una muestra de la importancia que le da el futuro mandatario argentino a la relación con Uruguay. 

Montenegro recibió a El País luego de ser designado: 

—¿Esperaba la designación de embajador en Uruguay?

—Hablé con Mauricio (Macri) y acepté pensando que es un desafío maravilloso sobre todo con la relación que él quiere construir con el presidente uruguayo y entre los dos países. Y, me lo dijo, "para mí es un desafío que alguien que estuvo ocho años al lado mío, vaya a Uruguay, habla del interés que yo tengo en la relación entre los dos países".

Luego también me junté con (la futura canciller) Susana Malcorra para ir organizando todo. También me reuní con (la vicepresidente electa) Gabriela Michetti que es una amiga personal, quien me invitó hace unos años a trabajar en política junto a Mauricio, y está muy contenta con esta designación. Para el gobierno (de Macri) Uruguay es una embajada política importante. Y esto no lo digo yo, pero el hecho de que una persona que estuvo objetivamente ocho años al lado del presidente electo sea designado para ir a Uruguay no es un dato menor. Para mí es un desafío muy importante en mi carrera profesional, fundamentalmente para generar la relación de confianza que tiene que haber entre los dos países. Y esto no solo en lo que tiene que ver con las relaciones comerciales o financieras, sino incluso para poder trabajar en conjunto investigaciones de delitos y cómo llevar adelante una relación de confianza que es lo que se va a necesitar.

—¿Cuál es su vínculo personal con Uruguay?

—Tengo muchos amigos. Yo entre otras cosas vengo del ambiente del rugby y tengo amigos que juegan, como es el caso de Alejo Corral que fue pilar del seleccionado uruguayo en el mundial y es amigo personal; y exjugadores como Pablo Lemoine que hoy es el entrenador (de los Teros). Y también tengo algunos amigos, muy amigos viviendo en Punta del Este. He ido de vacaciones poco a Uruguay, pero sí voy a Uruguay seguido a andar en bicicleta: hago la ruta Colonia-Carmelo.

—¿Cómo avizora la relación con el presidente Tabaré Vázquez y con el canciller Rodolfo Nin Novoa?

—Yo, obviamente, tendré que trabajar en la línea que siga la canciller argentina y en ese sentido queda bien claro que lo hago en cuanto soy representante de un gobierno. Lo que me parece fundamental y tengo mucha y muy buena expectativa es general vínculos personales para poder construir relaciones que beneficien a nuestros países. Apenas salí del despacho de Mauricio llamé al embajador uruguayo Héctor Lescano para informarle, me parecía que debía hacerlo por una cuestión de educación, exponerle que me lo habían ofrecido y me interesaba que su gobierno se entere por él y no por los diarios; quedamos en juntarnos y lo haremos seguramente la semana que viene.

—¿La seguridad puede ser uno de los ejes de su gestión?

—Las modificaciones que se van a hacer de las políticas en Argentina, obviamente que van a tener impacto en Uruguay y ojalá que sean buenos. Y con respecto a la seguridad es lo que me tira; pero no es lo prioritario hoy, sino que lo prioritario son las relaciones con el país.

—Con respecto a los temas que Uruguay y Argentina han mantenido en la agenda bilateral, como el dragado de los canales, el tema de los puertos, los controles a la planta de UPM…

—Es que me está preguntando cosas que actualmente es imposible que yo responda. Pero sí puedo decir que es muy importante y que en lo personal estoy muy contento.

Relación tormentosa.

La "era Kirchner" no fue buena para el relacionamiento bilateral entre Uruguay y Argentina. Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner nunca digirieron que la planta de fabricación de pasta de celulosa de UPM se instalara en Uruguay y no en Argentina. Ello derivó en un prolongado hostigamiento que incluyó la "vista gorda" ante el bloqueo del puente binacional de Fray Bentos por parte de militantes entrerrianos opuestos a la planta que (junto a la más nueva Montes del Plata) cumple un rol fundamental para la economía uruguaya ya que su producción es hoy parte im-portante de las exportaciones locales.

Pero eso no fue lo único. Argentina objetó la instalación de terminales graneleras en el departamento de Colonia y de una planta de suero lácteo en Río Negro, y dispuso en noviembre de 2013 que las cargas originadas en sus puertos no podían ser transbordadas en los uruguayos. Como Argentina históricamente da prioridad al canal Emilio Mitre como vía de salida de sus granos al Río de la Plata, planteó reparos a la profundización del canal binacional Martín García. Además impulsa el llamado Canal Magdalena para acceder a las costas de la provincia de Buenos Aires que podría derivar en el abandono del canal Punta Indio que Argentina mantenía y que es clave para el acceso al puerto de Montevideo. Este último tema es negociado actualmen-te entre las respectivas canci-llerías.

En sus primeros meses de gestión el presidente Tabaré Vázquez pareció limitarse a esperar el final del mandato de la presidenta argentina que tendrá lugar el próximo jueves 10. Ambos mandatarios no se reunieron y el encuentro bilateral más importante fue entre el embajador uruguayo en Argentina, Héctor Lescano, con el canciller kirchnerista Héctor Timerman que varias veces se mostró muy duro con Uruguay en el conflicto por UPM. Hasta el día de hoy ha impedido que se divulgue el resultado de los estudios científicos sobre el estado del río Uruguay, que el gobierno uruguayo reclamó para rebatir las acusaciones argentinas de contaminación de sus aguas por parte de UPM.

Menor peso comercial.

Argentina ha sido un socio históricamente relevante en el comercio exterior de Uruguay. Las relaciones comerciales con el país vecino tuvieron su auge en la década de 1990 pero en los últimos quince años Argentina perdió posiciones como destino relevante de las exportaciones uruguayas. En particular a partir de 2011 el gobierno kirchnerista trabó las importaciones. En los once primeros meses del año las exportaciones a Argentina cayeron 3,9% con respecto al mismo lapso de 2014. Las ventas a ese país representaron solamente el 4,9% de lo que vendió Uruguay al exterior en los once primeros meses del año. En cuanto a las importaciones uruguayas desde Argentina en los primeros once meses del año declinaron 13,1% y representaron el 14,7% del total.

Quizás la asunción de Mauricio Macri tenga el efecto de que Argentina adopte una postura más favorable a que el Mercosur busque acuerdos comerciales con otros bloques, en particular la Unión Europea, algo reclamado por los sectores empresariales de los países socios. El instituto Uruguay XXI valora que "la mayor apertura de la economía argentina (que cabe esperar de la administración Macri) implicará la vuelta a los mercados externos de un competidor importante para algunos productos exportables de nuestro país, lo que será un desafío en el corto plazo". "En el largo plazo, prevalecerá el efecto favorable de una Argentina más dinámica", agrega.

TEMAS CON ARGENTINA.

Vázquez empieza bien con Macri.

Antes de las elecciones argentinas, el expresidente José Mujica se mostró claramente favorable a la candidatura de Daniel Scioli, que fuera derrotado. El presidente Tabaré Vázquez también recibió en Suárez a Scioli y pareció mostrarse favorable a su candidatura pero, tras las elecciones, pidió un aplauso para Macri durante el Consejo de Ministros que se realizó en la localidad de Carlos Reyles e irá a su asunción.

La potencia del campo argentino.

Los altos impuestos que los Kirchner impusieron a las exportaciones agropecuarias generaron que muchos sojeros argentinos vinieran a plantar al litoral uruguayo. Esa situación se está revirtiendo. Argentina tiene un formidable potencial agropecuario. Pero, al menos en la carne, demorará en competir fuertemente en los mercados internacionales con Uruguay porque debe recomponer primero su rodeo vacuno que cayó fuertemente en los últimos años.

Turismo e inversión en inmuebles.

Algunos inversores inmobiliarios de Argentina dejaron Uruguay luego de que el gobierno "K" lograse la firma de un acuerdo bilateral de información tributaria. Se espera que otros inversores argentinos vuelvan a su país donde prevén que la tierra se valorice. No se espera que la previsible devaluación argentina impacte demasiado en la temporada veraniega uruguaya que, según los operadores turísticos, se presenta promisoria.

Futura canciller es bien vista.

El todavía canciller argentino Héctor Timerman amenazó con llevar a Uruguay otra vez a la Corte Internacional de La Haya a raíz del diferendo por la pastera UPM. Su futura sucesora, Susana Malcorra, viene de formar parte del gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, es muy respetada a nivel internacional y los diplomáticos uruguayos, como el vicecanciller José Luis Cancela, tienen una excelente opinión de ella.

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Guillermo Montenegro. Foto: Archivo La Nación

Nuevas relacionesV. MOLNAR

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