Investigan extorsiones de barras a jerarcas y futbolistas mirasoles

Barrabravas que protagonizaron últimos hechos de sangre detenidos ayer por la Justicia.

Aprietes" a jugadores y directivos para la entrega de entradas gratuitas, "donaciones" para la compra de fuegos artificiales, "aportes" para que griten sus nombres durante los partidos, "suministros" de camperas de invierno a referentes de la hinchada, y "porcentajes" de pases de futbolistas y contrataciones hechas por el club.

Todos estos hechos, que encuadrarían bajo el delito de extorsión, son investigados por el juez penal Néstor Valetti y el fiscal Gilberto Rodríguez.

Esta es la tercera investigación judicial sobre la hinchada mirasol desde el partido clásico suspendido por una asonada en la Tribuna Ámsterdam el domingo pasado provocada por la negativa de Peñarol —por primera vez en la historia— a entregar entradas a la barrabrava.

La investigación de Valetti, apoyado por efectivos de Inteligencia, incluyó fotos, filmaciones, interceptaciones telefónicas y policías infiltrados dentro de la hinchada mirasol.

Dentro de las decenas de carpetas elaboradas por personal de Inteligencia Policial, se encuentran documentos sobre hechos ocurridos en Los Aromos desde el jueves 24 hasta sábado 26, un día antes del clásico. Durante esos tres días, una veintena de barrabravas se dirigió a la concentración de los jugadores de Peñarol. Su objetivo era reclamar 400 entradas gratuitas para el clásico. En dos de esos tres días, los líderes de la barra trancaron la entrada y salida de los Aromos con un auto.

El sábado 27, los referentes de la hinchada se entrevistaron con los jugadores Marcel Novick y Maximiliano Perg para solicitarles ingresos para el clásico. Ambos futbolistas señalaron que no podían dar entradas gratuitas.

La decisión de Peñarol de cortar las entradas a los hinchas violentos repercutió en el trabajo de los nuevos encargados de seguridad del club, quienes recibieron amenazas de muerte en los últimos días.

El mismo día del clásico, poco después del mediodía, varios ómnibus llenos de hinchas aurinegros salieron de La Paz y Las Piedras en dirección al Estadio. Sin embargo, en el trayecto fueron desviados por referentes de la barra hacia el Palacio Peñarol, según declaró una de las detenidas en los desmanes a la jueza Blanca Rieiro y al fiscal Juan Gómez. Allí se juntaron unos 500 hinchas que se desplazaron hacia 18 de Julio provocando desmanes de todo tipo: caminaron arriba de autos, rompieron señales de tránsito y apedrearon patrulleros. En la avenida 18 de Julio, este grupo se enfrentó a policías de choque. Nueve parciales fueron detenidos y liberados por Rieiro porque no fueron reconocidos como autores de los incidentes.

Seis barrabravas detenidos y dos presos fueron indagados ayer por el juez Valetti sobre eventuales extorsiones a directivos y a jugadores por dinero, entradas y prendas de vestir, y por su participación en los desmanes ocurridos en la Ámsterdam. Entre los detenidos se encuentran los referentes de las principales facciones de la barrabrava mirasol: "el Nandito" —herido recientemente durante una balacera a su auto en Villa Española— y "el Gastón", que ocupó el liderazgo en lugar de Wellington"Tato" Segade, muerto a balazos en el 40 Semanas en 2015. También fue detenido "el Boli", el hincha mirasol que recibió dos disparos en el entretiempo de Peñarol-Rampla jugado el 23 de octubre pasado.

Como testigos declararon el secretario general de Peñarol Gervasio Gedanke; el gerente financiero, Pablo Lemas; el exencargado de seguridad aurinegro, Julio Luis Sanguinetti; el gerente deportivo, Juan Ahuntchain, los jugadores Novick y Perg y los encargados de seguridad actuales y anteriores de la institución mirasol. El miércoles 30, el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, declaró en la sede de Inteligencia.

A los dirigentes aurinegros, el juez Valetti y el fiscal Rodríguez les preguntaron si habían recibido amenazas por parte de barrabravas. Ahuntchain y los dos futbolistas declararon que la charla con los hinchas fue en un tono normal.

Un informe policial señala que Peñarol llegó a entregar hasta 800 entradas gratuitas para un partido clásico y 400 para un encuentro entre los mirasoles y un equipo menor.

Fuentes de Peñarol calificaron de inexactas esas cifras: lo máximo que se dieron fueron 200 entradas.

Directivos aurinegros alegaron que comenzaron a entregar ingresos a partidos en el marco de una política de inclusión a los barras sugeridas por los entonces ministros del Interior, José Díaz y Daisy Tourné.

También señalaron que las entradas eran pagadas por el tesorero del club y luego suministradas a los 40 referentes de seguridad que estaban inscriptos en la AUF.

Ayer, en la sala del juzgado penal, los futbolistas Novick y Perg esperaban al penalista Jorge Barrera, para irse de la sede. Novick comentó: "No vamos a hablar más de este asunto. Estamos para jugar al fútbol y nos comemos esto".

"Es un momento de mucha tranquilidad. Hasta habría que recibir con mucha alegría que la Justicia se ponga al frente de la solución de un tema que nos involucra a todos que es el futuro del país y del fútbol. Vamos a poner toda la información que sea necesaria".

"(Los hinchas) fueron a (Los Aromos) a pedir 400 entradas. No fuimos amenazados. Querían que los jugadores hablaran con los dirigentes para la posibilidad de conseguir esas entradas, pero amenazas no hubo. Los jugadores fueron respetados".

"No son hinchas, son meramente delincuentes. Peñarol está haciendo un enorme esfuerzo deportivo e institucional para evitar la delincuencia. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para defender a los hinchas de Peñarol de acá y del mundo".

El juez Letrado de 1º Turno de Canelones, Luis Sobot, procesó ayer con prisión a otro hincha de Nacional por el ataque a balazos a parciales de Peñarol en Santa Lucía, agresión por la que luego falleció Hernán Fiorito.

Se le imputaron dos delitos de homicidio en reiteración real en calidad de coautor, uno de ellos en grado de tentativa, y un delito de lesiones graves.

El hincha fue detenido en Montevideo por personal de Inteligencia el miércoles tras pasar varias semanas prófugo. Por el caso ya han sido procesadas con prisión 15 personas mayores de edad y un menor.

El hecho ocurrió el 28 de septiembre durante los festejos del aniversario aurinegro en Santa Lucía.

El líder del Partido de la Gente, Edgardo Novick, respondió al ministro del Interior Eduardo Bonomi que precisamente no quiso involucrarse con Peñarol para no tener que vincularse con los barras. Incluso redobló la apuesta al decir que "el político más involucrado con la barrabrava de Peñarol es el ministro Bonomi a través de su esposa, la diputada Susana Pereyra, que es integrante". También criticó las declaraciones sobre lo exitoso del procedimiento policial en el frustrado clásico, al decir que el éxito dependió "de la puntería de un delincuente", que podría haber matado a alguien, aludiendo al hombre que lanzó una garrafa de 13 kilos sobre un grupo de policías desde lo alto de la Ámsterdam.

Hace 40 años, boxeadores y exboxeadores iniciaron el fenómeno de las barrabravas a instancias de algunos directivos de fútbol. "Los clubes y la Selección Uruguaya tenía a esa gente. Se peleaban entre ellos y a los 15 días estaban todos juntos tomando vino. Ahora cambiaron los códigos; se agarran a tiros", dijo a El País el gerente deportivo de Peñarol, Juan Ahuntchain. A los boxeadores se sumaron hinchas que, a cambio de un billete o entradas, tocaban los bombos. Con el pasar del tiempo, el "Frankenstein" creado por los directivos mutó: ex presos fueron reclutados y la barra se transformó en un jugoso negocio. En una tercera fase, llegó el crimen organizado. Comenzaron las muertes.

Las autoridades del Ministerio del Interior anunciaron en las últimas horas una serie de medidas adicionales a las ya conocidas para contrarrestar la creciente violencia en las canchas de fútbol y en sus alrededores.

En apariciones diferentes, el ministro Eduardo Bonomi (en Búsqueda) y el subsecretario de la cartera, Jorge Vázquez (en Telemundo), detallaron los planes del Ministerio del Interior que fueron reclamados desde España por el presidente Tabaré Vázquez cuando sostuvo que la Policía "tiene que actuar con energía" en estos casos.

A la instalación de las cámaras de identificación facial en el Estadio Centenario, en el Parque Central y en el Campeón del Siglo, ya acordadas con la Asociación Uruguaya de Fútbol y los clubes grandes, Interior se apresta a poner en marcha un sistema de verificación dactilar que empezaría por las tribunas Ámsterdam y Colombes del Centenario.

También se instalarán cámaras de alta definición en los alrededores del Centenario y el gobierno le solicitará a CAFO, entidad que administra el Estadio, que construya una cerca alrededor del mismo.

Bonomi dijo que se hará cumplir a cabalidad la prohibición de que ingresen a las canchas menores de 15 años solos, los que además deberán portar su cédula de identidad.

Por otro lado, los jerarcas informaron que la Policía está dispuesta a ingresar a las tribunas más problemáticas siempre y cuando queden liberados los anillos superiores de las mismas, permitiendo que ingrese menos público.

Estas nuevas medidas irán acompañadas de la ya anunciada creación de una fuerza especial de unos 300 efectivos que se especializarán en el control de espectáculos deportivos.

EDUARDO BARRENECHE

LA PUNTA DE LA MADEJAEDUARDO BARRENECHE