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"Hay que discutir un recorte para colegios"

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José Olivera. Foto: Gerardo Pérez
Nota a Jose Olivera , secretario general de Fenapes, ND 20150904, foto Gerardo Perez - Archivo El Pais
Archivo El Pais

El secretario general de Fenapes pidió rever las exoneraciones de aportes de los colegios privados, y también la posibilidad de las empresas de deducir impuestos por hacerles donaciones.

Por otro lado, el líder del sindicato que hoy realiza un paro de 24 horas, advirtió que si el Senado vota el recorte que tiene previsto para la educación habrá problemas para atender a todos los estudiantes.

—¿Cuánto considera Fenapes que va a afectar el recorte de gastos a Secundaria?

—Lo primero que hay que aclarar es que esto no nos va a afectar a nivel de salario. Nosotros no paramos para pedir una mejora salarial, sino porque el recorte, que al parecer va a quedar en unos 700 millones de pesos, y que va a afectar sobre todo a Secundaria y UTU, impedirá la creación de nuevos cargos para fortalecer la educación media. Los que salen perjudicados con esto son los estudiantes.

—¿Qué implica que no se puedan generar nuevos cargos?

—Hay un montón de obras, de centros educativos enteros o de salones. Eso está bien. Pero se necesita el personal para que trabaje en esos liceos. Por ejemplo, el nuevo liceo de Treinta y Tres, el 4, ya está listo pero funciona conjuntamente con el liceo 1, como un anexo. Eso es un disparate. Hay que agarrar el 4 y hacer un liceo propio, con dirección, subdirección, adscripto, preparador, docentes… todo lo que implica generar una nueva institución. Pero eso sale plata y con este recorte no se va a poder instrumentar. Y lo que pasa es que hay que generar nuevos grupos porque está aumentando la matrícula.

—¿Qué tanto ha aumentado la matrícula?

—Solo Secundaria tuvo este año un aumento de 7.000 alumnos. La cifra va a seguir creciendo, porque en un contexto de depreciación económica la gente opta por volver al sistema educativo público.

—¿Está de acuerdo con lo dicho por la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, sobre que hay jóvenes que no están yendo a estudiar porque no encuentran cupo en las instituciones?

—Eso es correcto. Y pasa tanto en Secundaria como en UTU. En UTU quedaron este año 10.000 jóvenes sin poder inscribirse. ¿Dónde van a ir todos esos muchachos que no encuentran un lugar? No se sabe.

—La directora general de Secundaria, Celsa Puente, dijo que a nivel de los liceos esta situación no pasaba…

—Ella puede decir que eso no existe porque la inscripción en Secundaria es gratuita y obligatoria. Pero todo depende. Porque si yo tengo a un alumno que requiere ir a determinado liceo, por un tema de accesibilidad, y en ese liceo no hay lugar… O precisa ir en el horario matutino, pero no puede inscribirse porque ya hay grupos de 35 o 40 estudiantes. O como muchas veces pasa, que hay grupos de 15 pero no se pueden anotar más porque los salones son chicos… Lo que está pasando es que todas estas cosas van generando condiciones de expulsión. Nadie puede decir que esto no pasa hoy con el sistema educativo. Pasa particularmente en algunas capitales departamentales y en algunas ciudades importantes del interior, y ni que hablar en algunas zonas del área metropolitana. Y si arriba de todo esto no va a haber recursos para contratar más personal, la cosa se va a complicar.

—¿Están de acuerdo con lo ya votado en diputados, por lo cual las empresas no podrán deducir impuestos por sus donaciones a las universidades privadas?

—Estamos de acuerdo, pero nos da la sensación de que estamos discutiendo por las migajas de la torta. Hay que discutirlo también para el resto de la educación privada.

—¿Los colegios?

—Claro. De hecho hay un montón de aportes que la educación privada no paga y la pública sí. Por ejemplo, los aportes patronales al Banco de Previsión Social (BPS), que en el caso de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) están en el entorno del 40%, en la educación privada es 0%. Después viene lo de las donaciones: las empresas que donan 100 pesos a una institución en realidad ponen 17, lo otro son impuestos que se libran de pagar. Con esto a veces recibe más plata una institución con 300 o 400 estudiantes, que una con 270.000. Por lo tanto, aquí hay un redireccionamiento indirecto de fondos públicos hacia la educación privada, en detrimento de la educación pública. No tengo los datos actualizados pero en el año 2014 hubo 40 millones de no aportes a la seguridad social por parte de los patrones de la educación privada. ¿Dónde está esa plata? Porque tampoco parece estar en las instituciones, de hecho hay algunas emblemáticas que están por desaparecer.

—En abril, luego de que Puente llamara "infames exhibicionistas" a algunos miembros de Fenapes, el sindicato rompió relaciones con el Consejo de Secundaria… ¿Cuál es la relación entre las partes ahora?

—El diálogo está roto tanto con Secundaria como con la ANEP. Esto pasa, entre otras cosas, porque entendemos que la conducción de la Administración está muy reñida con el orden jurídico. Hay un estilo que tiene como abanderado a su presidente (Wilson Netto) que avasalla la autonomía técnica del desconcentrado. Se generó una lógica por la cual bajo ningún concepto se habilita a los docentes a faltar a clase, aun cuando están amparados por aspectos reglamentados en el estatuto. Esto ha generado un marco de incertidumbre y conflicto.

—¿Pero no es lo lógico que no puedan faltar a clase?

—Depende. Por ejemplo, todos los días nos estamos encontrando con compañeros a los que no les quieren justificar los días libres por dar un examen de formación docente. Si esto lo quieren cambiar, hay que discutir el estatuto y ya veremos, pero en un régimen de derecho se supone que las normas existen y no se pueden violentar.

—Secundaria dice que la elección del año pasado se hizo por dos años y ustedes que se hizo por uno y que a fines de 2016 hay que elegir de vuelta. ¿Qué va a pasar con esto?

—Hay una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) esta semana. Pero está claro que la elección es solo por un año, nosotros no vamos a dar vuelta atrás con esto.

MPP apoya plan del sindicato

“Si alguien quiere hacer un centro educativo privado que lo haga, pero que no lo pague la población”, declaró ayer en conferencia de prensa el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP), Ernesto Agazzi. Al tiempo que advirtió que estaba “estudiando” la situación para presentar un proyecto por el cual, además de impedir a las empresas deducir impuestos por donaciones a universidades privadas, hacer lo mismo para jardines, escuelas y liceos de estas características. También precisó inconformidad con que estos centros no paguen los aportes patronales.

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José Olivera. Foto: Gerardo Pérez

JOSÉ OLIVERA

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