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La diputada feminista detrás de la risa que se volvió viral

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Manuela Mutti. Foto: Francisco Flores

PERFIL

La joven tupamara Manuela Mutti plantea “cuota musical” para las artistas.

Manuela Mutti. Foto: Francisco Flores
Manuela Mutti. Foto: Francisco Flores

Su imagen se hizo viral. Se tentó de risa en una sesión del Parlamento cuando leía la justificación para cambiar de nombre la escuela N°105 de Salto. Las críticas en las redes sociales hicieron salir a la joven diputada del Movimiento de Participación Popular del anonimato.

Manuela Mutti es profesora de Historia. Tiene 30 años, pero milita desde los 14 y se integró al Movimiento de Liberación Tupamaros (MLN-T) a los 16. Hija de un tupamaro (Nery Mutti) y de una dirigente del MPP, supo enfrentar que le tiraran basura frente a su casa por ser hija de tupamaros o que no la invitaran a los cumpleaños. Comenzó a concurrir a las reuniones partidarias para acompañar a sus padres. Le daban papel y lápiz y se ponía a dibujar, pero a medida que fue creciendo su interés por la política se despertó.

Lleva poco menos de tres años ocupando la banca de diputada, pero su nombre ya se hizo más conocido que muchos de los que acumulan varias legislaturas. Estuvo en el centro de la polémica, en julio de este año, cuando denunció la violación de la laicidad en el liceo departamental N°1 de Salto, donde se realizó una charla antiaborto por parte de madres que integran grupos religiosos. Recibió también una lluvia de críticas por esta denuncia, pero no se inquietó porque, según dijo a El País, "cada acción que uno lleva adelante genera odios y amores".

Quizás ese pensamiento la impulsó a acompañar la denuncia que realizó el peón rural Hugo Leites en Salto, contra el capataz de la estancia Flor del Ceibo, quien recientemente fue procesado sin prisión por golpear con un rebenque al hombre. "Me enteré de la denuncia por el Pit-Cnt y rápidamente me puse en contacto porque no es menor que una persona sea azotada por reclamar un pago de una hora extra, algo que votó el Parlamento", subrayó.

Mutti se define como "impulsiva" y una de sus principales características es que "está en cien cosas a la vez". Pasa tres días a la semana en Montevideo para dedicarse de lleno al Parlamento, a pesar de que eso le implica estar lejos de su hijo de seis años. "No es casualidad que somos pocas mujeres jóvenes en el Parlamento. Hay tiempo familiar que se ve resentido. Los tres días que estoy en Montevideo, son tres días en que me lo pierdo a mi hijo", señaló la diputada y madre divorciada.

Se autodefine como feminista, a pesar de que la principal referente femenina de su sector, la vicepresidente Lucía Topolansky, siempre dejó en claro que no se incluye en esa categoría. "Lucía podrá no definirse como feminista, pero es una mujer que se impone más que muchas feministas", aseguró la diputada. Ella está a favor de incluir la paridad de género en las listas al Parlamento.

Además trabaja en la redacción de un proyecto de ley para que la mitad de los recursos que gaste el Estado en espec-táculos sean para artistas nacionales y un 30% de las contratadas sean mujeres. ¿Por qué presentar una cuota musical para mujeres? La razón que da Mutti es que "es muy difícil escuchar una artista mujer si todos los días bombardean con artistas masculinos". De hecho, ella misma dice haber sentido en carne propia "agravios sexistas" cuando se tentó en el Parlamento al leer mal una palabra en su discurso y el video que registró el momento se hizo viral en Facebook y Twitter.

Cuando hablaba del ingeniero civil salteño Pedro Benito Solari (nombre que llevará la escuela N° 105 del departamento), Mutti debía leer que el homenajeado formó y presidió la Comisión Honoraria de Lucha contra la Cochinilla Roja Australiana", pero en su lugar dijo "conchilla roja". Mutti señaló que esta no era la primera vez que alguien se tentaba en la Cámara ya que, según dijo, el diputado nacionalista Jorge Gandini había estado en una situación similar cuando cantó números de la Quiniela, durante la votación de la Rendición de Cuentas. "No hubo cuestionamientos ahí, se decía qué grande Gandini. Los agravios iban dirigidos a mí porque era mujer y joven", aseguró la legisladora.

"En redes sociales hubo agravios de todo tipo, pero la mayoría de los agravios iban por el lado de cómo hiciste para estar ahí. Seguramente hiciste casting sábana, o comentaban que por ser joven no estaba capacitada para ser una diputada. O sea, los agravios eran de género", enfatizó Mutti.

Aunque cree que no quedó mal parada con el episodio, la diputada consideró un poco injusto que se la conociera más por su risa que por el trabajo que venía realizando en el departamento, por ejemplo en temas vinculados a la educación. Pero se lo tomó con humor: "Al final los que difundieron el video nos hicieron propaganda gratis y quien te conoce por eso, te conoce por otras cosas".

Mutti denunció al pastor Márquez por comentarios "difamatorios".

Un video que se hizo viral en el que se la veía tentada de risa durante una sesión parlamentaria, llevó a la diputada Manuela Mutti (MPP) a realizar dos denuncias ante delitos informáticos luego de sentirse agraviada. "Primero plantearon que estaba drogada, salió un comentario de que estaba drogada que lo hizo el pastor Jorge Márquez, de la Iglesia Misión Vida, al cual denunciamos en Delitos Informáticos bajo la carátula de calumnias e injurias. Hice la denuncia porque no era verdad que estuviera drogada", explicó a El País.

También realizó otra denuncia ante Delitos Informáticos por un individuo que comentaba en redes sociales que ella "bailaba en un cabaret de noche". Según dijo, la razón por la que hizo las denuncias es que no quiere que en el día de mañana su hijo de seis años de edad se encuentre con este tipo de "comentarios difamatorios" en internet.

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