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Tras las pistas ocultas de las letras

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Medición. El estudio mide ocho particularidades de la escritura que describen los rasgos de la personalidad. (Foto: Google Images)

La grafología gana terreno como insumo en la selección de personal que realizan las consultoras.

La inclinación, fuerza, tamaño e incluso dónde se comienza un texto puede ser la diferencia entre obtener un trabajo o no. La grafología es muy utilizada en recursos humanos para conocer un poco más en profundidad los rasgos de la personalidad de los candidatos.

Pero no es una herramienta que se aplique en solitario; se enmarca dentro de otras que se usan en una entrevista psicológica laboral. «Necesitamos apoyarnos en otros test para resolver las hipótesis y ver si coinciden los resultados», aclaró Cecilia Rodríguez, gerente de la consultora PwC, que sumó esta técnica en 2003 para la selección de personal, y su uso está en pleno ascenso.

«Sirve a la hora de clasificar la persona, sus rasgos de personalidad, patrones de conductas e inteligencia. En otras técnicas hay que usar una gran variedad de herramientas para llegar a los mismos resultados» dijo Rodríguez.

Un plus de la técnica es que genera menos resistencia que otras en los postulantes. «Un tema es pedirle a un adulto que dibuje, otro es que escriba, es algo que ya conoce, lo hace habitualmente», comentó la experta.

En concreto, se miden ocho particularidades de la escritura como tamaño, forma, inclinación, dirección, orden, velocidad, presión y cohesión, además de un análisis en conjunto (si es un texto armónico, dinámico, prolijo). «El contenido no interesa, se mide la forma de la letra, importa cómo escribe la persona», afirmó. En los estudios, se pide un texto de una carilla —entre 10 y 15 líneas— y la firma. El texto es el reflejo de la personalidad en el ámbito social o laboral y la firma es del yo íntimo, apuntó la experta.

La amplitud de la técnica llevó a que se utilice como análisis de compatibilidad. «Se estudia la escritura de un jefe para saber si el candidato tiene puntos en común y prever la formación de equipos eficientes», dijo Rodríguez.

Un ADN escrito

De acuerdo a los expertos, el nivel de acierto es muy elevado, porque hay características únicas que se reflejan en las letras. En el análisis, se observa si se hacen altas o bajas las barras de la «t», cómo son los óvalos de las «e» y las «a» y los «ojos» de la «g» y la «d» (si están bien cerrados o abiertos). También es muy particular la jamba de la ‘g’, si es baja, si se cierra, si llega al renglón de abajo.

Según Rodríguez, en el presente lo que más se busca es la capacidad de las personas para adaptarse a contextos con personas diferentes y entornos cambiantes.

«La dirección en las líneas de una escritura trasmite información relevante sobre el estado de ánimo, afectividad e incluso motivación de un sujeto. Tenemos una disposición anímica estable (cuando la línea de escritura es horizontal) o exaltada (si la línea es ascendente), pero además las líneas ascendentes son expresión grafológica de ánimo positivo y entusiasta, de voluntad de superación, ambición y empuje», apuntó.

«En el texto es más difícil de controlar la técnica»

La grafología se aplica además, en aquellos casos donde los test de dibujos pueden resultar menos eficientes, porque para esos casos, ciertas veces los postulantes llegan con un sinfín de recetas, afirmó Cecilia Rodríguez, gerenta de Pwc.

«Este es un elemento más puro. En en un texto se presta mayor atención al inicio, pero a medida que se avanza se pierde la atención y el control. Entonces el candidato se torna más flexible y puede mostrar un poco más a medida que avanza. Eso se da porque en el texto, las variables son tantas que es más difícil controlar la técnica».

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Medición. El estudio mide ocho particularidades de la escritura que describen los rasgos de la personalidad. (Foto: Google Images)

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