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Verdades y mitos de la cultura detox

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Mucha gente llega a las dietas detox obsesionada por bajar de peso, advierten los especialistas.

En la búsqueda por tener una alimentación más saludable se puede caer en los extremos; la comunidad médica está dividida.

En un primer plano cerrado, sin escenografía, como un youtuber más, Nico Decarli da sus razones para recomendar un ayuno de agua de siete días. Lo han visto casi 100 mil personas. "Mucha gente va a empezar a cuestionar este proceso: les van a decir ‘que las proteínas’, ‘que el calcio’, ‘que te vas a enfermar’, ‘que es muy extremo lo que estás haciendo’, etcétera. Independiente de si están en lo correcto o no, la verdad es que lo único que tienes que hacer es tener una buena reacción frente a esto, de lo contrario solo vas a generar rechazo y distancia. Si realmente quieres expandir el mensaje, predica a través del ejemplo. Si te ven bien, si te ven riendo, con energía, si te ven saludable, puede que ahí consideren esta opción".

Decarli, chef chileno de 26 años, es una celebridad en la red social. Con su canal Simpleyvivo, empezó hace algunos años a difundir datos, recetas y beneficios que atribuye a la alimentación crudivegana —centrada en el consumo de frutas, verduras y granos orgánicos— y al estilo de vida detox, que busca eliminar las toxinas del organismo. Desde ahí informa a jóvenes que, como él, quieren adherir a esta propuesta que evita la comida procesada y la alimentación industrializada. Usan los ayunos como un mecanismo de desintoxicación, pero no el único. "Me siguen personas de entre 20 y 40 años, que quieren hacer cambios importantes en su día a día, para optar por una mejor calidad de vida a través de la alimentación", dice el chef formado en la academia de artes culinarias Natural Epicurean, de Austin, Texas, EE.UU.

Las redes sociales son el punto de encuentro de esta generación, comunidad o tribu, que funciona más bien a puertas cerradas, realizando sus ritos en la cocina de cada hogar. Algunos seguidores de este circuito buscan alimentos que los haga sentirse mejor y adquieren hábitos saludables. Otros, aunque animados por el mismo fin, caen en fanatismos que pueden ser contraproducentes.

Los polémicos ayunos.

Uno de los tipos de desintoxicación más extremos que practican quienes adoptan este estilo de vida son los ayunos. Incluyen desde prácticas tan añosas como la llamada Dieta de la Luna —solo líquidos durante las 24 horas que dura la fase de Luna Llena o Nueva— o tan extremas como el ayuno seco, donde no se come ni se toma nada y hasta se evita el contacto con el agua. La idea, dicen los defensores de estas "limpiezas", es que el cuerpo elimine por sí solo todo lo tóxico que deambula por sus sistemas.

Después de uno de estos ayunos, que pueden durar un día, tres, siete o más, se recomienda seguir cuidando la alimentación porque, insisten, el detox se debe sostener en el tiempo para lograr sus objetivos.

Carolina Ávila, periodista, 23 años, tenía 21 cuando hizo su primera dieta desintoxicante. Recurrió a un ayuno de 10 días que consiste en tomar un jarabe natural —sirope de savia— y agua sin gas. Su motivación era superar el malestar general que sentía, además del estrés, y también bajar de peso. "Los beneficios de la primera vez fueron demasiado buenos —dice—. Mi sistema digestivo mejoró notablemente, mis dolores de cabeza nunca volvieron a ser los mismos. Me sentía mejor conmigo, controlé mis antojos y dejé de fumar".

Sin embargo, en su segundo intento, dos años después, Carolina vio la otra cara de la moneda. "No fue una buena experiencia. Estaba preparando mi proyecto de título y necesitaba más energía que en un período normal. Me sentía débil, no me concentraba y se me hacía muy difícil tomar las dosis completas".

Para los médicos, los ayunos no son necesariamente malos ni buenos: depende del tipo de ayuno, además del momento en que se hagan y del estado de salud de la persona. Como en todo, recomiendan cautela. La nutricionista María José Escaffi es crítica. "El ayuno es una medida bastante agresiva para nuestro metabolismo. Se recomienda solo en pacientes que van a ser sometidos a algún procedimiento como una cirugía o exámenes, y en pacientes con imposibilidad de utilizar el tracto gastrointestinal para alimentarse. Lo que sí es claro es que, como medida para bajar de peso, no es recomendable", advierte.

Desde la otra tribuna, el médico intensivista y coach nutricional Rodolfo Neira, acota: "Los ayunos son técnicas súper ancestrales, milenarias, y tienen que ver con eso de darle un rato de respiro al cuerpo, para que solamente se dedique a depurar, a desintoxicar. Tenemos un sistema de almacenamiento de nutrientes donde, si le doy espacio de ausencia de consumo, el hígado va a entender que el cuerpo ya no están ingiriendo, y se va a dedicar a hacer la pega detoxificadora. En cambio, si yo tengo una dieta bastante equilibrada día a día, lo que es bastante difícil en el mundo occidental, no tengo mucha necesidad (de esta depuración). Personalmente, creo que unas dos veces al año es muy bueno hacer una dieta de ayuno".

"Escuchar al cuerpo hablar" es una expresión que los practicantes de la alimentación detox suelen repetir. La modelo Tina Walsen (22) —quien descubrió la alimentación detox en Asia hace dos años— asegura haber aprendido a interpretar el cuerpo desde que comenzó a abrazar el crudiveganismo, una alimentación sin productos animales, al menos en un 80 por ciento cruda (así, aseguran sus seguidores, se evita la oxidación del calor) y que la tiene posteando fotos de sus preparaciones en Instagram. "Cuando uno tiene los antojos hay que escucharlos, porque el cuerpo te está pidiendo cierta vitamina, cierto mineral. Solo cuando uno se está alimentando mal, el cuerpo no sabe muy bien qué pedirte y tú les das lo que te llega no más. Y ese es el problema: el cuerpo te va pidiendo lo que ha conocido desde antes. Te pide el chocolate procesado y no el cacao en polvo, porque no lo conoce. O te pide un plato de pasta porque quiere carbohidratos, pero podrías darle fruta".

Deudas nutricionales.

Tina Walsen toma sus cursos en el sitio web de David Wolfe, quien vive en Hawai y se presenta como experto en belleza y nutrición integrativa. Él es uno más en la decena de "coachs nutricionales" que en los últimos cinco años ha tomado las redes para impulsar un sistema de vida detox. Entre ellos está también la neoyorquina Amie Valpone, quien difunde sus ideas a través de su sitio Thehealthyapple.com y su libro Eating clean, que está entre los más vendidos de su categoría en Amazon.

Pero los adherentes a la cultura detox no siempre se quedan solo con la información disponible en la red, que en ocasiones puede ser poco confiable. Por eso, muchos están llegando a las consultas de medicina nutricional. "Estoy de acuerdo, por ejemplo, con la búsqueda de información como recetas ricas y variadas, basadas en alimentos saludables y naturales", dice la doctora Escaffi. "Pero siempre es bueno orientarse con un especialista en el área y ser evaluados según las características, historia y necesidades individuales".

La mayoría de quienes promueven una alimentación detox recurre a jugos y batidos de frutas y/o verduras cuyo consumo se recomienda dentro de una dieta saludable, no como reemplazos de comidas. Se trata de un mix de nutrientes que, por estar en formato líquido, llegaría más rápido a la sangre y ayudaría al hígado en su tarea. Sin embargo, según la doctora Escaffi, no existe respaldo científico que avale el uso de batidos o jugos como método para eliminar toxinas.

"Hay muchas ganas en la gente de comer más sano —dice Neira—. Pero quedan en deuda nutricional y por eso quieren asesorarse con alguien que sepa un poco de alimentos funcionales y sobre dónde están los nutrientes". En la dieta tiene que haber verduras, frutas, legumbres, cereales, granos enteros, semillas, pseudo-cereal, alga, hongos. "Pero si yo estoy a pura lechuga, zanahoria y tomate por supuesto que me voy a desnutrir, y ese es el gran problema."

Las "deudas nutricionales" a las que alude Neira se asocian con problemas que van desde dolores musculares hasta anemia, fatiga crónica, problemas de sueño y alteraciones en la fertilidad.

Aunque es partidaria de una alimentación más consciente, a la doctora Escaffi le preocupa que, en un afán de mejorar la salud, se dejen de lado nutrientes que son vitales. En particular, los aminoácidos esenciales que están presentes en las proteínas de origen animal y que tienen un mayor valor biológico (es decir, calidad nutricional) que las de origen vegetal. "De la tendencia detox podría rescatar que aumenta el consumo de agua, frutas y verduras —agrega la doctora Escaffi—. Es una moda más de jóvenes, y tiene mucho que ver también con la conciencia de sustentabilidad, con lo que estoy muy de acuerdo, pero todo en su justa medida. Comer saludable no es volverse obsesivo".

La obsesión de bajar de peso y algo más...

-Muchos llegan al detox como un camino para perder peso. Es el gran mito que rodea a este estilo de vida. Ya sea por los ayunos, por las limpiezas a base de jugos o por el fin del consumo de productos animales, se tiende a creer que adoptarlo es una ayuda para adelgazar.

-"Claro que si dejas de comer productos animales, dejarás de inyectarte los antibióticos y las hormonas que les inyectan a ellos, pero eso solo te ayuda a perder líquido y desinflamar. Mantener un peso saludable es otra cosa", dice la coach Amie Valpone.

-Una de las preocupaciones entre los especialistas es que los hábitos desintoxicantes escondan trastornos alimentarios, especialmente, en el caso de personalidades obsesivas o con factores de riesgo asociados con la anorexia y la bulimia. Es fácil dejar de comer al límite de lo peligroso con la excusa de un ayuno supuestamente "sano".

-"Hay que estar atentos. Para lograr llevar a cabo dietas tan restrictivas y monótonas se requiere de gran autocontrol y fuerza de voluntad, lo que a veces puede llevar al extremo en personalidades susceptibles y se podría desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria", dice la nutricionista María José Escaffi.

-Además, la doctora Escaffi agrega que muchas veces los batidos frutales que se preparan tienen más calorías que las comidas que vienen a reemplazar.

-Para sustituir los aminoácidos animales, la modelo Tina Walsen optó por la proteína vegetal. "Basta hacerme un batido con semillas. Ahí reproduzco la misma cadena de aminoácidos que me da la proteína animal", asegura.

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SALUDEL MERCURIO/GDA

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