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Hace diez días, científicos de la Nasa estrellaron dos sondas espaciales contra la superficie de la Luna. La misión tuvo como objetivo darlas de baja luego de que su combustible empezara a escasear tras estar un año en órbita. Los restos —que entre ambas está cerca de 400 kg— cayeron en una montaña cercana al cráter Goldschmidt, en el polo norte de la Luna, lo que corresponde a una zona alejada de los sitios donde antes han alunizado otros vehículos.

Desde 1959, cuando el programa Lunik de la Unión Soviética lanzó su primera sonda, Estados Unidos, Japón, China, India y la Agencia Espacial Europea han enviado sus propios orbitadores y exploradores. El hombre, además, ha estado seis veces en la Luna, lo que contribuye a aumentar el número de "restos" que se han ido acumulando.

Así lo detalla un artículo en la edición online de la revista The Atlantic, que explica que gracias a las distintas misiones, la Luna ya alberga más de 181 toneladas de "basura creada por humanos" en su superficie. Entre ésta no sólo hay piezas robóticas, sino otras curiosidades como envoltorios, tenazas y fotos.

Según la lista publicada, en la Luna hay dos pelotas de golf. Si nadie las mueve es probable que continúen ahí mucho tiempo, quietas en el suelo. Las pelotas, explica la Nasa, quedaron luego que el astronauta Alan Shepard realizara pruebas para ver cómo resultaba golpearlas fuera de la órbita terrestre, en 1971: "Se alejaron muchas, muchas, muchas millas", se escucha a Shepard decir en el archivo de audio que mantiene la agencia espacial.

En esa misma misión, Apolo 14, se levantó una de las cinco banderas estadounidenses que actualmente se encuentran allí. Otros "recuerdos" de ese país incluyen las plumas de la que fuera la mascota oficial de su Fuerza Aérea en 1971, un halcón, y una fotografía de la familia del astronauta Charles Duke, quien la dejó en el suelo durante la misión de Apolo 16, en 1972.

Algunos objetos más tristes incluyen una pequeña escultura de aluminio que conmemora a los astronautas estadounidenses y soviéticos muertos en acción, además de un parche que específicamente recuerda a los astronautas del Apolo 1, misión que terminó de forma temprana al incendiarse la nave durante las pruebas previas al vuelo. Murieron sus tres tripulantes.

Otros desechos representan parte de la rutina de los astronautas: toallas para la cara, artículos de higiene personal y envoltorios de la comida espacial son elementos que se repiten. También se sabe que hay una serie de herramientas en miniatura, entre ellos martillos, tenazas, rastrillos y palas.

Como símbolo de paz, los miembros del Apolo 11 (1969) dejaron un broche de oro cuya forma imita las hojas de un olivo. El mismo grupo llevó al espacio una cápsula de silicona que contiene el mensaje de 73 líderes de la época; uno de ellos es Eduardo Frei Montalva. Su carta envía un saludo de paz desde "este pedazo de la Tierra que es Chile".

La parte menos glamorosa de los restos acumulados incluye 96 bolsas de desechos propiamente humanos, es decir, que contienen orina, excremento y vómitos.

EL MERCURIO | GDA