FEDERICO CASTILLO
En dos de las tres cátedras de ginecología, la mayoría de los médicos que la integran harán objeción de conciencia para no practicar abortos, anunciaron sus profesores titulares. Para el MSP es "alarmante" la cantidad de objeciones en el interior.
Son tres las cátedras de ginecología que funcionan en el sistema público de salud. Dos de ellas están en el Hospital Pereira Rossell (la clínica A y C) y la restante (la clínica B) está en el Hospital de Clínicas.
El profesor titular de la clínica C, Justo Alonso, y el profesor de la clínica B, Washington Lauría, ya se expresaron públicamente en contra de la ley que despenaliza el aborto, e incluso son las caras visibles de un recurso de impugnación contra el decreto reglamentario que está firmado por más de cien médicos y fue presentado el jueves ante el Ministerio de Salud.
El profesor titular de la clínica A es el subsecretario de Salud, Leonel Briozzo, notorio militante a favor de la legalización del aborto.
En cada una de estas clínicas o cátedras trabajan aproximadamente unos 20 ginecólogos, sumando a los residentes.
Alonso dijo a El País que en la clínica que dirige en el Pereira Rossell "la mayoría" de los profesionales presentarán objeción de conciencia para no interrumpir embarazos.
Lauría, titular de la cátedra del Hospital de Clínicas, agregó que allí por lo menos el 80% de los ginecólogos objetarán el servicio.
Briozzo no pudo ser ubicado ayer por El País para saber si esta situación se repite en la cátedra que dirige.
Tanto Alonso como Lauría han sido muy críticos con la normativa del aborto.
El jueves 13 los médicos expusieron sus argumentos en una conferencia de prensa.
Lauría dijo que "el problema de fondo es evitar el embarazo no deseado, no evacuar al inquilino que ocupa el útero y que no pidió venir".
"Esa no es la solución, sino fomentar la maternidad y paternidad responsables. No se trata de que si tenemos un inquilino intrauterino que no pidió venir, nos sacamos el problema de encima como si fuera lastre", cuestionó.
El profesor se mostró "sorprendido" por la "liviandad" con que se maneja el tema.
"Corremos el riesgo de que se considere, bajo esta pseudo-legalización de la ley, como un método anticonceptivo más. Tenemos a diario en la consulta ginecológica pacientes que piden deshacerse del producto de la concepción como si fuera a hacer una extracción dental. Se interrumpe el embarazo como si fuera mover una copa de lugar", señaló.
Lauría señaló algunos puntos que les parecen "débiles" en la ley y en los que no está de acuerdo. Entre ellos, que se "limite" el accionar médico dentro de la consulta clínica, en especial porque pese a la objeción de conciencia, el médico debe garantizar la consulta y brindar información a las usuarias. "La objeción de conciencia yo la entiendo de una sola manera, yo no admito que me la digiten, que me digan qué puedo decir y qué no puedo decir; eso que fue tan criticado en otras épocas, hoy por hoy tampoco lo admito. Lo critiqué en su momento y lo critico ahora. A mí no me gusta, que como médico me digan lo que puedo decir o dejar de decir en la consulta", criticó.
Además dijo que se trata de una ley "autoritaria" e inconsulta. "Que yo tenga idea, las cátedras de la facultad no fueron consultadas", reprochó.
Alonso también cuestionó que no haya existido una instancia de discusión. Recordó que fueron citados a una reunión con el personal médico del Ministerio de Salud, donde "se limitaron a informarnos del reglamento, no hubo ninguna discusión, en ningún momento a las cátedras de la Facultad de Medicina se nos dio oportunidad de opinar sobre esta situación, sino que se nos impuso el reglamento que había decidido el MSP en pocos días, luego de aprobada la ley".
Agregó que la norma constituye una "inadmisible intromisión del MSP en la relación médico-paciente". "El MSP no nos puede decir cómo tenemos que tratar cada uno de los casos, cada uno de nuestros pacientes. Los médicos trabajamos con ética y para los médicos la ética está por arriba de la ley", dijo. Además cuestionó que en la reglamentación "no se respetó el espíritu de la ley" y que "no prevé ofrecer otras opciones a la embarazada; la dirige por el camino del aborto".
ALARMANTE. En tanto, las autoridades del MSP reaccionaron ayer tras conocer la noticia sobre el elevado número de objeciones de conciencia de los ginecólogos en distintos puntos del interior del país.
La coordinadora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Leticia Rieppi, calificó la situación como "alarmante".
El País informó ayer viernes que en Salto, Tacuarembó y Paysandú la casi totalidad de los médicos objetaron el servicio. Rieppi dijo que le "llamaba la atención" que todos los especialistas de Salto tengan una postura filosófica similar. Pero descartó que haya por detrás una decisión corporativa de los médicos.
Derivar casos o contratar otros médicos
La coordinadora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Leticia Rieppi, dijo que si hay lugares -como en Salto- donde todos los profesionales presentaron objeción de conciencia para no hacer abortos, los centros de salud deben buscar la manera de garantizar que se cumpla con la prestación.
"La responsabilidad la tienen las instituciones, ya sea contratando un médico que no haga la objeción de conciencia o derivando a otra institución local o en otro departamento", señaló la coordinadora.
"Si uno va a atenderse por una infección urinaria va al médico, le cuenta lo que tiene, el médico lo asesora, la persona hace lo que tiene que hacer y después yo tengo que hacerle el control. Esto es lo mismo, la señora viene e informa la situación, uno asesora y explica pros y contras, después viene el procedimiento que es ese por el cual se hace la objeción de conciencia, y después hay que ver cómo fue la evolución que para esto no hay objeción", ejemplificó.
"Si la institución no tiene la medicación para tratar la infección urinaria o un tomógrafo para un análisis, lo tendrá que conseguir o derivar a la persona a algún lado donde haya a costa de la institución. En esto es lo mismo", agregó.
Consultada sobre la posibilidad de que una usuaria al tener que viajar a otro departamento para efectuar todas las consultas desista y se practique un aborto por otros medios, Rieppi dijo que en el área salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud Pública hasta el momento no han recibido reclamos de usuarias, pero que de recibirlas "obviamente se va a actuar de forma ágil".
LOS TRES CATEDRÁTICOS DE GINECOLOGÍA
Leonel Briozzo
CLÍNICA A
El subsecretario de Salud es también el profesor titular de una de los dos cátedras de ginecología que funcionan en el Hospital Pereira Rossell. Ha defendido e impulsado la legalización del aborto.
Washington Lauría
CLÍNICA B
Lauría es profesor grado 5 y titular de la Clinica Ginecotocológica B del Hospital de Clínicas. Tiene una postura crítica en contra del aborto y fue uno de los médicos que recurrió la reglamentación.
Justo Alonso
CLÍNICA C
Alonso es profesor grado 5 y es el titular de la otra cátedra de ginecología que funciona en el Pereira Rossell. Está vinculado a la Fundación Álvarez Caldeyro Barcia que trabaja con bebés prematuros.