La guerra civil en Siria se sigue cobrando víctimas. Hoy un coche bomba explotó matando a 16 personas en un barrio de la periferia de Damasco.
El atentado se produce al mismo tiempo que Rusia, quien ha vetado una intervención militar de la OTAN, reconoció que el régimen sirio puede ser derrotado por los rebeldes.
La situación de Bashar al Asad es cada vez más compleja, el secretario de general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró hoy que "gobierno sirio esta cerca de colapsar".
Las víctimas mortales del atentado, "en su mayoría mujeres y niños", murieron por la explosión del coche bomba en Qataba, en la periferia sudoeste de la capital, informó la agencia oficial siria Sana.
Otras 23 personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, añadió la agencia. Sana reportó que "terroristas hicieron estallar un automóvil repleto con una importante cantidad de explosivos".
De acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), el ataque fue realizado en una región donde viven militares y sus familias.
El miércoles, una ola de atentados ya sacudió la periferia de Damasco dejando un saldo de 13 personas muertas. En uno de esos atentados, realizado contra el ministerio del Interior, el ministro Mohamed Ibrahim Al Shaar resultó herido en un hombro con la caída de trozos de mampostería.
Esta creciente ofensiva contra objetivos gubernamentales se produce después de que varios gobiernos árabes y occidentales reconocieran a la oposición armada como único representante legítimo del pueblo sirio.
Además, Estados Unidos acusó al régimen de Asad de haber lanzado misiles Scud y Human Rights Watch denunció la utilización de bombas incendiarias que causaron graves quemaduras a civiles.
AFP