En la madrugada finalizó el motín en cárcel de mujeres

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El País

Las intensas negociaciones no dieron el resultado esperado y sobre la madrugada intervino la Guardia Republicana para dar por terminado un nuevo motín en la cárcel de mujeres.

Los incidentes comenzaron el domingo por la tarde y una policía herida y un bombero agredido fue el resultado del episodio que involucró a 90 de las 370 reclusas alojadas en el local del camino Carlos A. López, próximo a la avenida Garzón, en la zona de Colón.

Fuentes del Ministerio del Interior afirmaron a EL PAÍS digital que las cabecillas del motín serán trasladadas hoy a un centro de reclusión contiguo al Penal de Libertad, de mayor seguridad.

La protesta sucedió exclusivamente en el tercer piso. Aunque comenzó en todas las áreas, las reclusas del ala oeste rápidamente decidieron ceder, mientras que las del ala este se replegaron y continuaron resistiéndose a las autoridades.

Fuentes del Ministerio del Interior explicaron al programa Fuentes Confiables que sobre las 2 de la mañana los negociadores entendieron que el diálogo no funcionaría, y por eso se decidió la intervención de la fuerza de choque policial.

Según se informa en la cuenta de Twitter del programa, las reclusas que participaron del motín fueron separadas y serán sancionadas.

Los incidentes dejaron bancos y mesas quemados, tubos de luz arrancados de cuajo, ventanales rotos y destrozos en general es el resumen de los daños materiales del motín, que estalló poco antes de las 17 horas de ayer y continuaba entrada esta madrugada.

El lugar afectado es menos de la mitad del tercer piso y las celdas que hay en ese lugar permanecieron intactas. Lo que se destrozó fue el comedor general y el sector final del tercer piso, dónde se mantuvieron amotinadas las últimas reclusas.

El Ministerio del Interior aclara en un comunicado que en ningún momento hubo rehenes.

Esta vez, la protesta tuvo por finalidad reclamar el traslado de los 500 reclusos del Comcar que estaban en uno de los patios internos del establecimiento, después que el miércoles pasado destrozaron los pabellones 4 y 5.

La gravedad de los acontecimientos -fue el segundo motín en el centro femenino de reclusión en una semana- determinó la inmediata movilización de los equipos especializados de la Policía, que montaron un operativo en el predio de la cárcel y su entorno, así como se requirió la participación de unidades de la Dirección Nacional de Bomberos, que debieron actuar con rapidez para sofocar los focos de fuego que las reclusas habían generado en varios sectores del edificio.

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