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Tensión y forcejeos entre Policía y familiares

Crisis carcelaria. La Guardia Metropolitana desalojó un piquete en la ruta 1. Madres y esposas de presos querían entrar al penal para ver cómo estaban tras motín. Nueve presos fueron liberados

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La Policía reprimió ayer las manifestaciones que madres y esposas de los presos del Comcar encabezaron en la tarde en reclamo por condiciones para los reclusos luego del motín. La Guardia Metropolitana dispersó a la fuerza piquetes en la ruta.

Al mediodía de ayer, unos 200 familiares de presos se agruparon en uno de los caminos de accesos al Comcar y la ruta 1. Reclamaban que una delegación ingresara al penal para dialogar de primera mano con los internos y confirmar si hubo muertos o no en la revuelta.

La confusión era mucha y el nerviosismo ganaba con el paso de las horas a los familiares, en su mayoría mujeres, madres y esposas de los reclusos.

Querían entrar y ver. No se conformaban con los informes oficiales ni con las explicaciones que dieron varios de los jerarcas que visitaron el penal. De a ratos, algún familiar se comunicaba con presos por celular y con altavoz compartía con un grupo las novedades. Todos estaban convencidos que hubo "cuatro muertos", pero ninguna autoridad lo confirmó.

Al estar al lado de la ruta 1, la única forma de presionar a la Policía para obtener atención era cortar el tránsito. Así lo hicieron varias veces, antes y después del mediodía.

Sobre las 15 horas los familiares ardían de bronca.

El corte volvió después de las 16, pero esa vez con más furia y se extendió también a la avenida Luis Batlle Berres (conocida como la ruta 1 "vieja"). Quemaron cubiertas y cañas, y los conductores de autos, motos y ómnibus se impacientaban. "¿Todo el mundo hace paro y nosotros no podemos reclamar por los gurises?", preguntó una de las familiares ante las quejas de conductores. A las 17.15 llegó al lugar un camión blindado de la Guardia Metropolitana. Una hilera con 15 policías equipados con escudos formaban a un lado del piquete. A las 17.18 por un altavoz un policía avisó que en dos minutos desalojarían si no lo hacían de forma pacífica. Fue así que a las 17.20 un cordón policial empujó a 40 mujeres hacia la cuneta de pasto y liberó la calle.

"MANIJA". Vanessa R., quien tiene su esposo alojado en el Módulo 5 por tenencia de drogas, dijo: "No sé nada de él. Hubo heridos graves y a mí nadie me dio información. Este es un problema generado por los guardias. Un preso hirió a dos policías en el Penal de Libertad. ¿Por qué los guardias cortan la visita en el Comcar?". En cambio, Daiana M. señaló que los policías habían dado una golpiza a reclusos y por eso impedían el ingreso de los familiares.

Las corridas de familiares de presos de una entrada a otra del Comcar se repitieron en varias oportunidades durante la mañana de ayer. Estos creían que la Policía había comenzado a redistribuir a los internos a otras cárceles del interior. Sin embargo, se trataba de relevos de policías.

Pasado el mediodía un oficial policial trasmitió a los familiares que no había muertos y que los heridos graves eran cinco. "Lamentablemente la `manija` de un gremio policial provocó todo esto. Yo no estoy afiliado a ningún sindicato", dijo el oficial a una de los familiares. Tras ser increpado por el corte de las visitas en Comcar y Libertad, el oficial respondió: "ustedes comprendan. Si nosotros herimos a un preso en Libertad, los del Comcar reaccionan. Y si un recluso hiere a un policía en Libertad, los del Comcar también reaccionan".

A la noche, sobre las 21 horas, el clima se alteró cuando una madre habló con si hijo que esta preso en el Módulo 5, y le contó que a algunos de los reclusos los tenían "colgados". Con ese dato reaccionaron los 50 familiares que todavía esperaban afuera, y un grupo de 20 personas fueron contra el vallado. Lo tiraron y avanzaron, a los gritos, contra la Policía. Los efectivos controlaron la situación y un grupo de la Metropolitana volvió para dar garantías.

LIBRES. En medio de toda la tensión de ayer también hubo presos que recobraron su libertad, porque así estaba marcado en la agenda. Ronald tiene 25 años y estuvo cinco preso por una rapiña. Ayer a media tarde apareció caminando solo, con un libro en la mano y vestido de equipo deportivo gris. Su novia lo esperaba, y un largo abrazo fue su clic para volver a la vida en libertad. Alrededor, la centena de madres y esposas de reclusos aplaudían y animaban al joven. Una vez repuesto de la emoción de la libertad, Ronald relató que los reclusos a esa hora estaban "en el patio" todos "en el piso" y "a palo" (golpeados por guardias). Los detalles hicieron estallar en llanto a los familiares. El recién liberado, sin embargo, negó las versiones de muertes y pidió tranquilidad. La escena se repitió sobre las 20.30, cuando ocho presos, en dos tandas de cuatro, recobraron su libertad. "Que viva la libertad", gritó una de las madres.

Diputado del FA a los empujones con policías

Los diputados Aníbal Gloodtdofsky (Vamos Uruguay, Partido Colorado) y Walter de León (Espacio 609, Frente Amplio) fueron también protagonistas ayer en la larga y tensa tarde en las afueras del Comcar, donde cientos de familiares de presos se manifestaron luego del motín en la madrugada. Primero llegó el colorado Gloodtdofsky, que luego de visitar por espacio de una hora el complejo carcelario salió a dialogar con los familiares. "Recorrí todos los módulos y conversé con los muchachos, y la situación es la siguiente: se está juntando el material de abrigo porque esta noche van a dormir en los dos patios", dijo el legislador, y estallaron a los gritos las madres y esposas de los reclusos. "La situación de los módulos daba la situación de que ahí hubo una batalla campal", agregó el diputado Gloodtdofsky. Los familiares seguían reclamando respuestas, las especulaciones crecían y las preguntas eran muchas. "¿Comieron?", preguntó una madre. "Sí, repartieron, yo vi el rancho y lo probé al rancho", respondió y generó risas y burlas. "Yo creo que esto ha sucedido porque se hizo todo mal. Hubo errores, los sindicatos policiales y particularmente su vocera se comportó irresponsablemente, creo que hay muchas cosas para arreglar", continuó, y en ese momento sí despertó aplausos y aprobación.

Más tarde, llegó el diputado De León. Lo hizo con la intención de ver qué pasaba afuera, pero ante el reclamo de los familiares intentó entrar. Se acercó hasta los policías y atravesó la vaya de contención que separaba los accesos con el lugar donde se apostaron los manifestantes. Allí le explicaron que debía pedir autorización en el Ministerio del Interior, y después de algunas llamadas intentó avanzar. "Soy diputado", decía, cuando un efectivo se le plantó adelante y le paró la marcha. De León lo empujó pero un tercer policía intervino y todo se calmó. Al final, agendó una visita para hoy a las 6 de la mañana.

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