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El miércoles a las 19:00 horas en la Facultad de Ciencias Sociales (Constituyente 1512) se lanza el libro "El 68 uruguayo. El movimiento estudiantil entre molotovs y música beat", un gran trabajo ensayístico de la historiadora Vania Markarian.

Editada en Argentina por la Universidad Nacional de Quilmes Editorial, la obra examina la formación de nuevas representaciones discursivas de lo juvenil y de lo político, y de sus entrecruzamientos, en el Uruguay de la década del 60. En la presentación participarán Aldo Marchesi, José Rilla y Jorge Myers, quien es el director de la colección que integra este libro, denominada "La ideología argentina y latinoamericana".

"En la introducción del libro yo explico que el análisis procede por capas: en primer término tiene una historia bastante lineal del movimiento estudiantil, que duró solo cinco meses. Había pocas reconstrucciones de qué habían sido esos cinco meses, día a día digamos. El 68 fue un año de esos más cargados que otros, un año que duró más, por decirlo así, que tuvo más acontecimientos que otros. Y esa reconstrucción es la primera capa del libro", contó a El País la notable historiadora uruguaya, doctorada en Historia en la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

Markarian explica que en ese primer pantallazo sobre el movimiento estudiantil uruguayo del 68 focalizó en la violencia física y la violencia simbólica, tanto por parte del propio movimiento como de las fuerzas del orden. "Y después el libro avanza en el impacto de esas nuevas formas de violencia, buscando mostrar que de alguna manera marcaron un antes y un después. Y un poquito más adentro, el libro se centra en el impacto de todo eso en las izquierdas. Allí entran también ideas globales sobre lo que significaba ser joven, en el mundo de entonces, y cómo las izquierdas incorporaban esas ideas y las procesaban", agrega la autora.

El libro avanza sobre la cultura juvenil en sí misma y los grupos de jóvenes politizados, que en esa época eran muchos. "Las ideas sobre la política, sobre el cambio social, sobre la necesidad de actuar, de promover o favorecer determinados cambios sociales, se extendía y politizaba a sectores que en otros momentos no se acercaban a la política. O sea que en general el libro tiene el objetivo de rediscutir la década, en el Uruguay y en América Latina, y analizar algunas categorías que se han venido usando para pensar esa época".

Markarian sostiene que su libro, que se empezó a gestar hacia 2004, va a contrapelo de buena parte de la literatura al respecto, que de alguna forma fue generada desde las propias ideologías en juego. "Intento mostrar que las ideologías son ideologías en lucha, o sea en relación con los otros", sintetiza la historiadora.

"Hice mi tesis de doctorado sobre la izquierda uruguaya en el exilio. Y si lo pensás, es la misma generación. Son los jóvenes de esa generación que nació a la política en los años 60. Fue la generación que se concibió a si misma como héroes o mártires de la revolución, y luego como víctimas a las violaciones de los derechos humanos. Esa transición yo la estudio en mi libro: el pasaje de la izquierda revolucionaria, con todas sus variaciones, a una izquierda mucho más permeada por el liberalismo, por el lenguaje de los derechos. Es una transición global, no es exclusiva de la izquierda uruguaya".

"Y yo también relaciono esa transición, en términos ideológicos y políticos, con una transición cultural, que para mí marca un quiebre muy importante en cómo se concibe la política, y la relación entre el cuerpo y la actividad política, que era esa idea de que vos ponías tu cuerpo en la línea para defender tus ideas, y eras un héroe de la revolución, un luchador. Y de ahí se pasa a la adopción de un lenguaje, político también, pero cuyo objetivo es defender la integridad del cuerpo. Esa es una transición cultural enorme, que no se procesa siempre de una manera consciente, y que la izquierda uruguaya ha sido particularmente poco suspicaz en explicársela", señala.

Vania Markarian escribió varios libros vinculados con la historia uruguaya de las últimas décadas. En 1996 dio a conocer "1975. Año de la Orientalidad", que publicó en Trilce en coautoría con Isabella Cosse. Y una década después lanzó "Idos y recién llegados. La izquierda uruguaya en el exilio y las redes transnacionales de los derechos humanos. 1967-1984". Ahora, en "El 68 uruguayo" estudia cómo en la década del 60 una generación de jóvenes latinoamericanos ingresó a la política con una visión heroica de la militancia, atendiendo a sus singularidades en Uruguay.

"El caso uruguayo mostró importantes matices e inflexiones que pueden ayudar a repensar también hechos y procesos similares vividos en la Argentina y el resto de América Latina". Las manifestaciones estudiantiles, las formas de violencia y las ideologías que las generaban, la relación entre las izquierdas y los estudiantes, las místicas militantes y las culturas juveniles son algunos de los conceptos que el libro despliega. Sin eludir el uso de la primera persona (incluso del plural), el flamante libro tiene un fuerte componente ensayístico, siendo por demás recomendable.