El sargento estadounidense Bradley Manning fue acusado ayer por el fiscal militar de "colusión con el enemigo", por haber sido quien entregó la documentación secreta de ese país al sitio de filtraciones WikiLeaks, de Julian Assange.
Se trata de la primera audiencia del juicio ante la Corte Marcial de Fort Meade, en Maryland, en la base del Ejército en la cual el joven de 24 años está detenido desde mayo de 2010.
La fiscalía detalló otros 22 cargos, ligados a la presunta transmisión vía Internet de material reservado, entre ellos 260 mil cables de las sedes diplomáticas norteamericanas en el mundo.
De este modo, comenzó la última etapa, la judicial, del caso más grave de fuga de noticias sensibles del Departamento de Estado, con la publicación de cientos de documentos en el sitio de Assange, muchos de ellos relativos a las guerras de Irak y Afganistán.
En el caso de que sea hallado culpable, el soldado Manning, oriundo de Oklahoma, puede recibir una condena a cadena a perpetua.
Investigación. Durante una audiencia preliminar, en diciembre pasado, en Fort Meade, la querella había mostrado en el aula pruebas que revelan que Manning había primero descargado y luego transferido electrónicamente los datos a WikiLeaks.
En la época de la fuga de noticias, el militar trabajaba en el "Sensitive Compartmented Information Facility" como analista informático en Irak, y tenía acceso a los documentos de máxima seguridad.
Razones. Su abogado, David Coombs, tiene varias cartas para la defensa.
Primero la ausencia de seguridad en la estructura donde trabajaba Manning, objetando que también otros tenían acceso a las computadoras.
Otra jugada son los problemas de carácter emotivo de Manning.
Según la defensa, "un ambiente hostil a la homosexualidad como la del Ejército podría haber contribuido a crear desórdenes mentales y emotivos e impulsado al soldado a dar a conocer material considerado sensible".
El desprecio de parte del soldado de las reglas de seguridad durante los adiestramientos y los objetivos violentos, tras el despliegue en Irak, debería haber sido para el Ejército una señal clara de que, a su vez, debería haberle impedido tener acceso a material confidencial.
Consecuencias. La filtración de documentos militares arrojó a la luz la muerte de civiles, mientras que los cables diplomáticos desataron un escándalo al revelar comentarios privados de funcionarios de Estado y observaciones francas de importantes autoridades estadounidenses y mundiales.
El gobierno estadounidense criticó duramente la filtración de los documentos de WikiLeaks, afirmando que estos amenazaban la seguridad nacional y las vidas de extranjeros que trabajan junto a militares estadounidenses o en sus representaciones diplomáticas.
En tanto, quienes apoyan a WikiLeaks consideran que el soldado Manning es un prisionero político.
Al momento, el soldado se reservó el declararse culpable o inocente y pidió tiempo para definir esta cuestión.
Según El País de Madrid, esto le da aún la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Pentágono y el gobierno de Estados Unidos.
El soldado tampoco dijo si prefería ser juzgado por un tribunal militar o por un juez militar en solitario.
Revelan nombre de jueza
Recién en el primer día del Consejo de Guerra a Bradley Manning se conoció el nombre de la jueza del caso. Se trata de la coronel Denise Lind.
A diferencia de la vista preliminar, la defensa no cuestionó su imparcialidad. Lind presidió el caso de Terry Lakin, que se negó a ir a Afganistán porque su comandante, el presidente Barack Obama, no nació en EE.UU. Éste fue condenado a seis meses de prisión y fue expulsado del Ejército.