1/4:  20120222 345x230 ()

2/4:  20120222 420x600 ()

3/4:  20120222 600x372 ()

4/4:  20120222 600x346 ()

Ocurren cosas terribles. ¿Quién no quisiera olvidarlas? Ud. se sorprendería de cuánto puede durar una cicatriz. La urgencia de cubrirla, de ocultar la historia que cuenta, puede ser abrumadora.

Esto es ciertamente verdad acerca de Chris Brown y Rihanna, que el lunes lanzaron una canción que interpretan juntos, un notable desarrollo porque hace tres años, en la ceremonia de los Grammy del 2009, Brown asaltó a Rihanna, entonces su pareja. Se declaró culpable y recibió una sentencia de libertad condicional y trabajo comunitario. En el correr de los procedimientos surgió información sobre dos incidentes violentos previos.

Fue un feo episodio que involucró a dos de las más promisorias estrellas de pop, y que continuó resonando en los años en los que Rihanna ha emergido como una mujer de declaraciones fuertes, una de las más descollantes y poderosas figuras de la música, hombre o mujer. Y Brown ha hecho música que ha resultado largamente pueril y ha tenido unos pocos relámpagos de mal carácter que no han hecho mucho por su imagen.

El lanzamiento de las dos canciones, que aparecieron on line hace un par de días, muestra el deseo de ambos de rehacer el relato y dispersar las nubes oscuras. Para Rihanna, la intención es tal vez evitar vivir para siempre como una víctima, reemplazar la hostilidad con la magnanimidad. Brown, por otro lado, está ciertamente dispuesto a aceptar cualquier rehabilitación de imagen que le ofrezcan. Para bien o para mal, ambos generan una tremenda cantidad de buena voluntad, incluso Brown, que permanece como una estrella requerida y adorada.

La más reveladora pieza de crítica en los medios que surgió de la pesadez que fue este año la ceremonia de los Grammy fue la aparición en Twitter de mensajes de varias mujeres jóvenes que declaraban que les gustaría que Brown les pegara. Lo decían como un elogio. Us Weekly publicó igualmente una nota en la que acusó a Brown de utilizar su notoriedad como una línea publicitaria: "Prometo que no voy a pegarte".

Gracias a la lealtad de sus fans, esas colaboraciones importan. En la vida real hay preguntas y ambigüedades con las que lidiar. En la música, sin embargo, Rihanna y Brown, no tienen por qué ser tan articulados.

JUEGUITOS. Tal vez estas colaboraciones eran un desenlace inevitable, desde que ellos recuerdan más bien a dos niños jugando sin supervisión adulta que un calculado operativo para obtener aprobación o redención pública. Implica una avanzada comprensión del marketing y una compresión de las obligaciones éticas y morales muy rudimentarias. Se trata de una mujer aceptando públicamente a su abusador, ni más ni menos.

Las canciones en sí mismas no dicen mucho, al menos nada que sea especialmente interesante. La regrabación de Turn Up the Music de Brown, que se rumorea que será el primer simple de su inminente álbum Fortune (RCA), es consistente con un estilo bailable de hoy, en la línea para la cual Brown, con sus miembros flexibles y su voz etérea, está más capacitado.

Rihanna agrega algunas letras que son medianamente problemáticas en el contexto ("Suban la música porque estoy excitada"), y luego los dos cantan juntos prometiendo "hacer lo correcto", lo que en este caso significa hacer la música más pesada, presumiblemente para bloquear a los discrepantes y a las campanadas del sentido común.

La canción de Rihanna Birthday Cake es una versión ampliada del interludio del mismo nombre para su reciente album, Talk That Talk (Island Def Jam). Brown abre su interpretación con un agresivo, impublicable arranque que Rihanna usó en la versión original, agregando: "Fue durante un largo tiempo que perdí tu cuerpo", y luego "Dáselo de la peor manera, no puedo esperar para apagar sus luces". Cerca del final de la canción Rihanna entra en el juego del hombre: "Recuerda lo que hiciste/Si quieres besarla/Ven y hazlo".

Si las canciones fueran tontas o prescindibles, serían importantes pero importarían menos. Pero las dos son buenas, especialmente Birthday Cake. La calidad importa porque significa que se incrustarán en la conciencia del público y se ubicarán alto en las listas de las radios. Este desastre no se disolverá simplemente en el aire.

Y el desastre puede continuar si se producen situaciones similares con otras estrellas. Una de las partes más conmovedoras del funeral de Whitney Houston fue la actuación por R. Kelly, que en 2008 recibió cargos de pornografía infantil pero sigue siendo una figura divisiva. Incluso este año en los Grammy, la actuación de Brown fue el punto más destacado, pero otros se sorprendieron por el homenaje a la respetada figura del country Glen Campbell, cuya relación con Tanya Tucker hace décadas generaron rumores de violencia que Campbell siempre negó.

Estos ejemplos pueden no ser instructivos porque permanecen ambiguos. En el caso de Brown y Rihanna, hay evidencia fotográfica, una confesión de culpa y una orden de restricción. Fotos que circularon online después de la noche de los Grammy los mostraron a los dos abrazándose cálidamente, como si todo estuviera bien.

¿Quiere olvidar? De acuerdo. Pero no perdone.

Inicio de juicio

2009 Tras la agresión sufrida el 8 de febrero, la cantante inició un juicio contra Brown en la Corte Superior de Los Ángeles. Allí se realizaron varias audiencias preliminares.

Ante el juez

2011 El cantante y su abogado Mark Geragos debieron presentarse ante un tribunal de Los Ángeles para la evaluación del cumplimiento de la pena que se le había impuesto en 2009.