MARCELA DOBAL
Llegan, invierten en empresas, las revalorizan y años después las venden. Como una contracara favorable de la recesión global, fondos de inversión apuestan de forma creciente a Uruguay, haciendo sus negocios y potenciando a firmas locales.
"Buena parte de lo que eran las adquisiciones de empresas uruguayas en los años `90 o en la década pasada eran grandes compañías extranjeras que buscaban expandirse. Eso de alguna forma está cambiando rápidamente y un porcentaje importante, probablemente entre un 40% y 50% de las operaciones en la región -incluido Uruguay-, ahora son realizadas por fondos de inversión que compran empresas con la perspectiva de valorizarlas, reestructurarlas y venderlas después de un período", dijo a El País el socio del estudio Ferrere Abogados, Andrés Cerisola.
Los primeros que llegaron fueron fondos de private equity. Son aquellos que compran empresas en una etapa más madura, con mayor presencia en el mercado. Como esas firmas tienen baja probabilidad de fundirse, los fondos buscan hacerlas más eficientes y luego valorizarlas al doble o al triple.
A Uruguay están llegando también fondos de venture capital, dijo Cerisola. Éstos colocan su dinero en empresas incipientes para hacerlas crecer rápidamente y convertirlas en un actor importante a nivel local, regional o incluso global. Su objetivo es valorizarlas en 10 o 20 veces, pero el riesgo es mayor porque las probabilidades de quiebra son superiores.
Un ejemplo de este tipo de fondos es el del suizo Austin Park Capital, que recientemente compró la maderera Urupanel (de Tacuarembó) en US$ 20 millones. La firma atraviesa por problemas de colocación de su producción.
Uno de los principales fondos de inversión del mundo, Sequoia, "está invirtiendo en un esquema de venture capital en una suma importante en un emprendedor uruguayo para ayudarlo a tener éxito global", informó Cerisola. Dijo que se trata de la primera vez que un fondo de este prestigio internacional invierte en América Latina. "Si la empresa uruguaya tiene éxito se puede transformar realmente en una empresa de importancia mundial", dijo.
El experto indicó que la gran mayoría de los fondos de venture capital invierten en empresas tecnológicas, porque en este segmento un buen producto se puede vender con un muy bajo costo marginal (no aumentan tanto los costos a mayor escala de producción).
Además de Sequoia, dijo que hay un fondo vinculado a la empresa tecnológica Intel y que emprendedores de la tecnológica MercadoLibre abrieron otro llamado Kazsek Ventures, que ya tiene una empresa uruguaya en su portafolio de inversión.
Cerisola indicó que la coyuntura actual está brindando "una oportunidad de oro" para Uruguay. Tres factores son los que lo favorecen: las muy bajas tasas de interés en el mundo, la producción uruguaya que se centra en bienes muy demandados como los agrícolas y la tercera es que "fondos que nunca invertirían fuera de sus propios mercados de golpe están invirtiendo en mercados emergentes, entre ellos Uruguay".
Entre los que tradicionalmente invierten en la región mencionó a Citibank Venture Capital (CVC), Carlyle y Providence, Iton o Advent (que compró el Banco Comercial y la financiera Pronto! en 2006 y este año los vendió a Scotiabank). Otros se están creando en la región, como Alothon.
"Hay fondos que invierten en pequeñas empresas de América Latina, como Aureos. Inclusive están abriendo algunos que invierten en compañías de impacto social", como el brasileño Vox Capital y una división especial que abrió JP Morgan, informó el socio de Ferrere.
Los dos tipos de fondos operan de manera muy diferente desde la firma del contrato. Mientras que los de private equity tienen como objetivo controlar la empresa, por lo que usualmente adquieren la mayoría de las acciones de la empresa, los otros compran entre 20% o 40%. "Los de venture capital eligen un muy buen emprendedor y le dan capital para que logre un éxito muy importante. Al contrario, uno de private equity quiere cambiar el gerenciamiento", dijo Cerisola.
El socio de KPMG y responsable de asesoramiento a inversores, Rodrigo Ribeiro, dijo a El País que hay "oportunidades puntuales" para estos compradores financieros. Mencionó que uno de los factores que desalientan a los fondos es la competencia de los compradores estratégicos, que "están ávidos de oportunidades de crecimiento". Son empresas que buscan expandirse adquiriendo otras de su rubro y están dispuestos a pagar más por ellas.
Ribeiro dijo que a futuro existirán oportunidades como los proyectos de Participación Público Privada (PPP) que podrían ser interesantes para los fondos de inversión.
Por su parte, el contador Nicolás Juan, socio del estudio Guyer & Regules, dijo a El País que en los últimos dos meses el interés por empresas locales "se ha frenado un poco" por la cautela de los inversores ante la incertidumbre global.
"No es que hay fondos de inversión viniendo todos los días a Uruguay, es un momento de análisis y tratan de no salir a comprar en forma agresiva", indicó.
La mirada de los ejecutivos
Uruguay pasó de tener un 7% de las preferencias como destino de inversión en 2010 a un 8,4% este año, según los ejecutivos que participaron en la encuesta de PwC "Ambiente Económico América del Sur" realizada en septiembre. Brasil lidera con un 39,6% de las respuestas, seguido por Colombia y Perú (38,7% y 35,5%). Además, mientras que en 2010 Uruguay solo recogía un 2% de apoyo por su atracción para invertir este año, el porcentaje trepó al 6,2%. Algo similar ocurrió con la estabilidad económica, que era de 2,2% en 2010 frente a un 7,2% en 2011, al igual que la confiabilidad para hacer negocios (de 6,7% al 7,4%).