PILAR BESADA

"Burocracia", "corporativismo" y "estatismo" son los motivos que señaló el expresidente de la Ursec, Jaime Igorra, para explicar el atraso de Uruguay en materia de telecomunicaciones.

"¿Es posible que en este país, donde el 80% de los hogares tienen cable, los jubilados estén predestinados a mirar telecomedias y no puedan utilizar esa misma conexión para buscar datos o para trabajar?", se preguntó el arquitecto Jaime Igorra durante el primer Encuentro Internacional sobre Convergencia y Conectividad, organizado esta semana por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica.

Igorra, que presidió la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) entre 2008 y 2010, señaló que recientemente asistió a un evento sobre telecomunicaciones en Mar del Plata, donde "un conferencista muy documentado dijo que en América había dos países que estaban al margen de la convergencia: Cuba y Uruguay".

Durante la jornada diferentes expertos señalaron la baja velocidad y los altos precios que se pagan por internet en Uruguay en comparación con la región. También se criticó el hecho de que los cableoperadores no puedan brindar internet a través de la red de cable coaxial, algo que sucede en casi todos los países del mundo y que permitiría aumentar la velocidad del servicio.

En el evento, que tuvo lugar el miércoles en la Universidad Católica, participaron varios consultores internacionales en telecomunicaciones, el periodista argentino Luis Majul, los senadores Daniel Martínez (Frente Amplio), Sergio Abreu (Partido Nacional), José Amorín (Partido Colorado) y el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres.

El consultor en telecomunicaciones Omar de León afirmó en el encuentro que aun después del reciente anuncio de Antel de duplicar el ancho de banda sin aumentar el precio, la conexión en Uruguay sigue siendo más cara y más lenta que en Argentina, Brasil y Chile (ver cuadro).

El experto también se refirió al marco regulatorio de las telecomunicaciones en Uruguay y criticó la postura monopólica de Antel. "Es casi imposible encontrar un país donde no se controlen los precios del operador dominante", indicó.

Pero para de León "no se puede responsabilizar a Antel de esta situación sino al gobierno, por no ejercer una correcta defensa del ciudadano". De León afirmó que "Antel procede como todos los operadores dominantes del mundo cuando no son controlados: cobrando precios excesivos, discriminando a otros operadores y presionando al regulador para obtener la máxima ganancia".

Otro de los participantes del encuentro, el ingeniero Mario Piccinni, de la consultora en telecomunicaciones Dataxis, mostró que según un relevamiento realizado la semana pasada sobre los productos que ofrecían Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y México, "Uruguay era el único país que no ofrecía velocidades superiores a los 10 Mbps, y a su vez era el único país donde se ofrecían productos menores a 1 Mbps".

Además, Piccinni mostró un comparativo en diferentes países de cómo varía el precio del Mb unitario a medida que aumenta la velocidad del acceso que se contrata (ver gráfico).

"Lo normal y lo lógico es que a medida que aumenta la velocidad que contratamos, vaya bajando el precio del megabit", señaló Piccinni. "Pero en el caso de Uruguay no se da del todo esta situación", aclaró.

"Hasta los dos mega hay una cierta baja en los precios", explicó, "pero entre los dos y los ocho mega el precio se mantiene constante, es decir que no estamos teniendo una ventaja al contratar un mayor ancho de banda en el precio unitario, solo tenemos una multiplicación del precio", señaló el experto. "Al llegar a los 10 mega sí hay una baja del precio, pero que no llega a equiparar la de los demás países", indicó.

Según el experto "normalmente son las empresas que dan banda ancha por cable (de televisión), las que lideran esta aceleración de las velocidades manteniendo el precio, y eso hace que después las empresas de telecomunicaciones vayan atrás con las ofertas".

En Uruguay las empresas de televisión por cable solicitaron a la Ursec en 2008 el permiso para ofrecer internet a través del cable coaxial, pero la reguladora aún no ha contestado.

No poder utilizar el tendido de cable coaxial de televisión para abonados para transmitir internet "es como si tuviéramos una carretera en que se prohíbe circular vehículos de trabajo y solo pueden circular vehículos de paseo", ejemplificó el consultor en telecomunicaciones Omar de León. "Es una enorme pérdida social", agregó. Por su parte, el decano de Ingeniería de la Universidad Católica, Omar Paganini, dijo que "el país juega su competitividad como sociedad en tener una buena plataforma de conectividad".