1) ¿Qué reflexión le merece la interna del Frente Amplio en el primer año de gobierno de José Mujica?
Oscar A. Bottinelli - Muchos de los conflictos surgen porque el Frente Amplio no ha procesado una profunda discusión sobre sus objetivos estratégicos de sociedad: si pretende una sociedad de mercado con mejor distribución de la riqueza y mayores oportunidades o pretende ir a la superación del sistema capitalista. Y también sobre cuáles son los sectores sociales en los que pretende apoyarse y cuáles son los sectores sociales a los cuáles pretende favorecer con el gobierno, que son dos temas distintos. Si a los pobres, los asalariados, las capas medias, el empresariado nacional, los inversores. Además, por supuesto, de los juegos de poder que son intrínsecos a toda institucionalidad y más aún en el manejo del poder público.
Luis Eduardo González - Más agitada que durante la pasada administración, y enfocada en problemas más básicos.
César Aguiar - La situación actual era perfectamente previsible. Muchos habían pronosticado que el gobierno del Presidente Mujica iba a tener una importante oposiciòn dentro de la izquierda, en la misma medida en que se propusiera implementar realmente varias de las cosas que el propio Mujica anunció entre agosto del 2009 y abril del 2010.
2) Tanto los hechos que vinculan a Gonzalo Fernández con la derogación del artículo 76 de la Ley 2.230 como el proyecto de ley para declarar inaplicables tres artículos de la Ley de Caducidad provocan rispidez en la interna de la fuerza de gobierno. ¿Se avizora algún riesgo de "ruptura" en el FA, como lo augura el PCU?
OAB - El FA solo tiene riesgos de ruptura si alguien tiene la voluntad de provocar una ruptura. La mayor ruptura del FA, la de 1988-89, ocurrió porque el Partido por el Gobierno del Pueblo y el PDC caminaron deliberadamente hacia la ruptura, honesta y legítimamente convencidos de la necesidad de crear un espacio político diferente y alternativo al FA. Toda ruptura necesita que quien la busque tenga un proyecto alternativo. Si no hay proyecto alternativo ni voluntad de ruptura, no hay diferencia alguna que conlleve a la división. Por ahora no se ve la existencia de ese proyecto alternativo ni hay planteada posibilidades de ruptura.
LEG - A corto plazo no me parece que sea lo más probable.
CA - Tiendo a pensar que no, aunque puedo equivocarme. En una coalición como el FA, entre el segundo y el cuarto año de gobierno siempre operan fuerzas centrífugas. Pero esas fuerzas desaparecen o se atenúan cuando se acerca la instancia electoral, y como cualquier partido de gobierno el FA aspìra principalmente a conservarlo y las fuerzas que lo integran tratarán de evitar quedar fuera del mismo. Lo que no quiere decir que alguna fuerza muy pequeña no termine automarginándose, como paso en el período anterior.
3) A aquellos dos temas se suma una elevada conflictividad… ¿Cómo cree que repercute esto en la interna del FA?
OAB - El posicionamiento de los sectores y dirigentes frenteamplistas en relación a los sindicatos y los corporativismos es una consecuencia del papel que le asignen al partido político y a las corporaciones en la sociedad, pero también a qué sectores sociales pretenda representar el Frente Amplio como conjunto o cada sector en particular
LEG - La agita aún más, pero también obliga a tomar decisiones en materia de políticas importantes.
CA - Creo que se responde a partir de las respuestas a las preguntas anteriores. A eso hay que agregarle que el Presidente Mujica no tendrá reelección, y como ocurrió en el período pasado, la pelea interna por el liderazgo de la izquierda del FA es un factor central para entender la dinámica del FA como coalición. Es claro que, desaparecido Mujica y el liderazgo más antiguo del MPP, queda disponible una inmensa masa electoral, y para fuerzas como el Partido Comunista es naturalmente estimulante pelear por captarla.
4) El PCU cuestionó la gestión de Mujica y señaló que la "desilusión es grande". Por otra parte, el ex presidente Tabaré Vázquez llamó a la unidad de la fuerza. En tanto, la senadora del MPP Lucía Topolansky pidió más "lealtad". ¿Qué análisis hace de este choque de intereses?
OAB - El PCU sin duda está en un juego de buscar un mayor perfil propio, tironear lo más fuerte posible hacia un proyecto más transformador de la estructura social y constituirse en el referente por excelencia de los asalariados, especialmente de los sindicalizados. Encuentra, en ese juego, a un MPP muy contradictorio, que juega distintos papeles según esté en los cargos de gobierno, en el Parlamento o en los sindicatos.
LEG - Los acuerdos específicos entre el PC y el MPP (y Mujica) que se observaron a fines del año 2008, antes de las internas, son la excepción de la regla. Históricamente, lo que se aprecia ahora es más una "retorno a la normalidad".
CA - Es la consecuencia natural de todo lo anterior, y cada jugador actúa en forma muy consistente con su posición y objetivos estratégicos.
5) Desde el retorno de la democracia, en 1985, hasta ahora, ¿recuerda un primer año de gobierno tan ríspido?
OAB - El gobierno de Lacalle, sin duda el que planteó medidas más transformadoras en forma fuerte desde el principio, afrontó ya a mediados del primer año una alta conflictividad laboral y fuertes tensiones al interno de su partido y de la coalición de gobierno. Los demás, por distintas razones, tuvieron una larga luna de miel.
LEG - El primer gobierno de Sanguinetti y sobre todo el gobierno de Vázquez fueron en muchos aspectos más tranquilos. Pero el primer año de los otros tres gobiernos fue, en términos generales, no menos ríspido que el actual, aunque las formas que asume esa rispidez sean distintas.
CA - Los primeros años siempre fueron moviditos. Son los primeros, y en esa medida los jugadores tienen que marcar su posición en la cancha, y a eso se agrega que normalmente se discute el Presupuesto y muchas veces se negocian los salarios privados.
6) A corto, mediano o largo plazo, ¿estas situaciones podrían traer algún tipo de consecuencias sobre el presidente Mujica o el Poder Ejecutivo (léase caída de popularidad del mandatario, su renuncia, dimisión de ministro)?
OAB - La popularidad de Mujica va a depender más de cómo conduzca el gobierno y de los resultados que aporte. Es una ley que una alta popularidad no se sostiene hacia la mitad del mandato. Su renuncia está fuera de toda posibilidad. Cambios de gabinete seguramente van a ocurrir, más pronto o más tarde, como una necesidad de refrescar al gobierno, como ha ocurrido con todos los gobiernos.
LEG - Pueden tener consecuencias, sí, pero el partido se está jugando. La renuncia del presidente me parece un cataclismo por ahora improbable. Una caída mayor de la popularidad, sí: eso es perfectamente posible. La de Vázquez cayó sostenidamente desde el comienzo hasta mediados de su mandato. Después se fue recuperando, y cuando entregó la presidencia a Mujica ya estaba mejor que al principio. "Ya era Gardel".
CA - Renuncias o dimisiones no parecen esperables. Caídas de popularidad, en cambio, son perfectamente posibles y de hecho ya se están evidenciando. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de Vázquez, que tenía todo a favor para mejorar el clima de opinión Mujica parte de una opinión pública muy satisfecha y optimista. De esta forma, a Vázquez le era más fácil mejorar su popularidad que empeorarla, mientras que a Mujica -al revés-, como parte de muy arriba, le resulta más probable empeorarla que mejorarla. Este fue, desde el comienzo, uno de los principales problemas técnicos del gobierno del Presidente Mujica.