Dos atacantes suicidas detonaron hoy artefactos explosivos y mataron a por lo menos 48 personas, entre ellas decenas de una milicia progubernamental enfocada en combatir a Al-Qaeda que hacían fila para recibir su paga cerca de una base militar al suroeste de Bagdad, informaron las autoridades iraquíes.

Los ataques explosivos fueron los más sangrientos de una serie de atentados en todo Irak el domingo, que se enfocaron en la organización Hijos de Irak, o Sahwa, un grupo suní que trabaja con las fuerzas del gobierno para pelear contra al-Qaida.

Los ataques muestran los fuertes desafíos que enfrenta el país a medida que Estados Unidos reduce sus fuerzas armadas en Irak, dejando a sus homólogos iraquíes a cargo de la seguridad.

El primer ataque el domingo por la mañana —el más sangriento contra las fuerzas iraquíes en meses— acabó con al menos 45 vidas y dejó más de 40 heriidos. Ocurrió en un puesto de control cerca de una base militar donde miembros de Sahwa hacían fila para recibir su sueldo, en el distrito de Radwaniya, al suroeste de Bagdad.

Al menos seis de los muertos fueron soldados iraquíes, 34 miembros de Sahwa y tres empleados contables, según un hospital y agentes de policía.

Al menos 13 de los heridos fueron miembros de las fuerzas armadas iraquíes, cuatro eran contables y el resto se cree pertenecían a Sahwa, dijeron los agentes.

Un militar en la base donde ocurrió el ataque dijo que la explosión fue provocada por un atacante suicida con un chaleco de explosivos.

Las autoridades hablaron bajo condición de permanecer en anonimato pues no estaban autorizadas para hacer declaraciones a los medios de comunicación.

La zona quedó inmediatamente cerrada al tránsito y había helicópteros iraquíes que volaban sobre el lugar.

En el segundo ataque, un sospechoso de ser miliciano irrumpió y abrió fuego en una sede local de Sahwa en Qaim, en la provincia de Anbar, cerca de la frontera con Siria. Los miembros de la milicia dispararon también, hiriendo al atacante, quien después hizo detonar el explosivo que llevaba consigo, matando a tres milicianos e hiriendo a otros tres, dijeron dos policías.

La violencia se ha reducido considerablemente en Irak en los últimos dos años pero los integrantes de las fuerzas de seguridad continúan siendo el objeto de múltiples ataques adjudicados a los milicianos que tratan de desestabilizar el país al tiempo que Estados Unidos continúa con sus planes de retirada.

Los combatientes Sahwa han tenido un papel importante en el descenso de la violencia en Irak desde que se levantaron por primera vez contra sus antiguos aliados de al-Qaida en 2006 para unirse al gobierno en la lucha contra el grupo terrorista.

Los milicianos han utilizado distintas maneras para intimidar y asesinar a las fuerzas de seguridad como tiroteos desde vehículos, bombas adosadas a autos y explosiones contra las viviendas de efectivos, pero el primer ataque del domingo es el más parecido a la manera a las que recurren los rebeldes para evitar que la población se enrole a las fuerzas de seguridad.

AP