Preocupa efecto del Tamiflu en niños

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FEDERICO CASTILLO

El impacto de la gripe A sobre los niños y los efectos de su tratamiento con el fármaco oseltamivir aún son inciertos. El MSP exhortó a los médicos que informen a la Unidad de Farmacovigilancia sobre sospechas de reacciones adversas a la droga.

El fármaco oseltamivir (Tamiflu es su nombre comercial) se convirtió en el medicamento más demandado en la pandemia de la nueva gripe A (H1N1). Las recomendaciones médicas sobre su aplicación en el tratamiento de los cuadros gripales se fueron flexibilizando a medida que la circulación del virus se hacía incontenible y entre otras medidas, se decidió usar el antiviral en casos detectados en niños.

Estudios científicos divulgados en Inglaterra revelaron una serie de efectos adversos en niños sanos medicados con oseltamivir como preventivo de la gripe A. El 53% de los niños de tres escuelas londinenses que fueron tratados sufrieron náuseas, pesadillas, dolores de estómago o calambres.

En Uruguay, con poca experiencia en el tratamiento pediátrico con este antiviral, aún no se sabe a ciencia cierta sobre posibles efectos, aunque ya se han advertido algunas consecuencias negativas pero con "baja frecuencia", señaló a El País el encargado del departamento de enfermedades infecto-contagiosas del hospital pediátrico Pereira Rossell, Álvaro Galiana.

"Alguna vez hemos tenido algún niño que no lo tolera, lo vomita, o le da gastritis. En algunos casos ha sido motivo para suspender el tratamiento", señaló el especialista.

Además, informó sobre un caso en que el paciente -un bebé-, experimentó una erupción cutánea "probablemente vinculada" al oseltamivir pues cuando se interrumpió el tratamiento el niño mejoró.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió hace unos días un comunicado dirigido al cuerpo médico nacional en el que tras consignar la situación epidemiológica actual del país en relación a la pandemia de Influenza A H1N1, se exhorta a notificar las sospechas de reacciones adversas al fármaco oseltamivir.

El reporte debe realizarse a la Unidad de Farmacovigilancia del Departamento de Medicamentos del MSP.

En el Pereira Rossell se resolvió el uso del medicamento en todos los niños que ingresen a sala de internación con cuadros gripales complicados.

Galiana admitió que en Uruguay no existía la costumbre de tratar con antivirales a los niños porque el predominio de agentes virales circulantes no eran tratables con medicamentos.

"Pero cuando pasamos a tener un predominio de influenza A de tipo pandémico, decidimos que no podemos darnos el lujo de esperar a ver cómo evoluciona el virus en los niños", enfatizó Galiana.

El especialista señaló que en este tema han tenido que aprender sobre la marcha, a medida de la evolución de los acontecimientos. "Al principio, en mayo, parecía que no era tan necesario pero ahora es norma. Cuando el niño ingresa con una influenza a pandémica se lo trata con medicamento".

Precisó que esta medida se tomó en base a recomendaciones del CDC (sigla en inglés para Centro de Prevención de Enfermedades) que liberaron el fármaco para el tratamiento, incluso, en niños menores de un año.

Dosificación. Galiana advirtió un problema en la presentación del medicamento. En Uruguay no hay un Tamiflu pediátrico, como sí existe en otras partes del mundo.

"No está difundido el oseltamivir en suspensión (jarabe). Tenemos las cápsulas que hay que disolverlas porque las dosis están pensadas para adultos", puntualizó el experto.

Los pediatras deben fraccionar las cápsulas de 75 miligramos. Para hacerse una idea: mientras para los adultos la dosificación recomendada es de 75 miligramos cada 12 horas, para los niños de más de un año- hasta 15 kilos de peso- es de 30 miligramos cada 12 horas. Y para los bebés menores de un año las indicaciones son de 12, 20 y 25 miligramos dependiendo de la cantidad de meses del paciente.

"El oseltamivir en suspensión sería mucho mejor", insistió Galiana. El hecho de estar fraccionando la cápsula constituye "pequeños detalles prácticos que impiden que el medicamento se use en forma clara o sostenida. De todos modos acá lo estamos usando, y en general, hemos tenido buena respuesta. Pero es difícil de evaluar", dijo Galiana.

"Al niño le damos el medicamento porque sabemos que impide la replicación viral, que haya mucha cantidad de virus en las secreciones. De alguna manera es lo que tenemos. Pero no tenemos datos científicos claros que indiquen que el uso del medicamento cambia la evolución en un lactante", reconoció. Aclaró que eso "recién lo estamos aprendiendo nosotros, y recién lo están aprendiendo en el mundo".

Según Galiana no hay investigaciones que especifiquen los resultados sobre el tratamiento con oseltamivir de 100 niños con bronquiolitis, por ejemplo.

El nuevo virus obliga a aprender sobre la marcha.

Los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a través de sus ministros de Salud, se comprometieron ayer sábado en Quito, Ecuador, a negociar en bloque la adquisición de una eventual vacuna para la gripe A y así garantizar el acceso a las poblaciones vulnerables. En una reunión extraordinaria del Consejo Sudamericano de Salud, los ministros ratificaron "la supremacía de los intereses de la salud pública por sobre los comerciales y económicos`` por lo que su estrategia será una "negociación conjunta``, señaló la Declaración del Bicentenario. Añadió que el compromiso de los gobiernos sudamericanos es "no comprar individualmente (la vacuna) a precios por encima de los establecidos en el fondo rotatorio (de la OPS), evitando, de esta manera, que intereses comerciales aprovechen el pánico y la incertidumbre causadas por la pandemia``.