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MATÍAS CASTRO

La próxima semana la comisión directiva de la Fundación Mario Benedetti se reunirá por primera vez. Estos primeros pasos de la institución se dan en el marco de polémicas declaraciones de Raúl Benedetti, hermano del escritor.

La primera reunión de la Fundación iba a ser la semana pasada, pero Eduardo Galeano no pudo estar presente en el encuentro en que el Dr. Eduardo de Freitas leyó el testamento de Mario Benedetti a todos los implicados. Por eso mismo el consejo de administración honorario de la fundación se reunirá la semana entrante en un salón de Agadu, institución en la que De Freitas es asesor legal.

El salón de Agadu será usado en forma provisoria, mientras no tengan una sede. El apartamento de Benedetti sigue con custodia policial hasta que no se haga el inventario judicial de lo que hay adentro; y por otra parte la Fundación no podrá instalarse allí debido a que el edificio, ubicado en Zelmar Michelini casi 18 de Julio, no admite la instalación de oficinas. Por lo tanto, en breve buscarán un local que les permita instalar una sala para reunirse, una biblioteca, una sala de conferencia y más.

Los integrantes de la institución cuentan por ahora con un fondo que el escritor dispuso para que puedan comenzar a trabajar de inmediato. Más adelante, la Fundación solventará sus gastos con los ingresos por las reediciones de la obra completa, ya que ha sido designada como heredera universal del escritor. Ese, precisamente, ha sido el aspecto que levantó polvareda en su familia.

Este jueves el semanario Búsqueda publicó polémicas declaraciones del hermano de Benedetti, Raúl, quien también ha incursionado en la literatura animado por Daniel Viglietti. Raúl Benedetti afirmó allí que siente una combinación de "dolor y de fastidio" por la situación generada alrededor de la herencia de Mario. Junto con su abogado, afirmó, estudia la posibilidad de iniciar acciones legales para revocar el escrito. Raúl Benedetti solo recibe una pensión mensual de por vida, que surge del patrimonio del escritor, pero no integrará la fundación.

Para revocar el testamento sería necesario encontrar testigos que puedan probar que Mario Benedetti no podía hacerse enteramente responsable de la voluntad que expresó en su testamento. "Le hicieron firmar ese testamento", afirmó Raúl en nota con el semanario.

La escritora Sylvia Lago, que se ocupará de presidir la fundación, afirmó que considera que una actitud así ofende la memoria del fallecido escritor y que de esta manera todo el proceso se convierte "en una cuestión muy dolorosa". Raúl Benedetti, por otra parte, no ha hablado directamente con los integrantes de la Fundación, sino que se ha referido al tema solo a través de la prensa.

La escritora Sylvia Lago presidirá el consejo de administración honorario de la organización. Otros integrantes de ese consejo serán Eduardo Galeano, Daniel Viglietti y el dirigente socialista Guillermo Chifflet. Ariel Silva, que fue secretario personal y administrador de los derechos de las obras de Benedetti en los últimos años, será el gerente administrativo.

"Mario quería que la Fundación se hiciera después de muerto él, para que no pareciera un acto de vanidad", afirmó Raúl Benedetti al semanario. "Como yo era el heredero único y universal por ser el único familiar directo, él consideraba que correspondía que yo fuera el presidente", agregó. A continuación insistió en su voluntad de no permitir que las cosas queden como están en cuanto a la disposición de la herencia, ya que la voluntad del escritor era otra.

Mientras tanto la Fundación debe comenzar a trabajar para cumplir los fines que determinó el escritor en su testamento. Entre ellos está el intervenir en la investigación del destino de detenidos desaparecidos en Uruguay. Aún falta un tiempo indeterminado hasta que pueda trabajar con su capacidad completa. Queda todavía pendiente el inventario de bienes y documentos que hay en el apartamento de Benedetti y también el arreglo legal para que la fundación comience a financiar sus actividades con el dinero que generan los derechos de autor.