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Alertan por omisión En notificación de hepatitis

Uruguay. Sin datos locales porque médicos no informan

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Una de cada 12 personas sufre de hepatitis -inflamación del hígado- según datos internacionales. Uruguay no tiene datos propios, y especialistas recomiendan incluir un enzimograma hepático en chequeos y estudios para carné de salud.

Un stand en el shopping Tres Cruces atenderá las consultas y responderá dudas de todas las personas este martes 19, durante el Día Mundial de la Hepatitis. Allí, gastroenterólogos y especialistas en patología insistirán a quienes consulten en la importancia de incluir estudios específicos para detectar trastornos hepáticos en los chequeos de rutina. "Es que muchas de las hepatitis pasan desapercibidas por años y derivan en enfermedades hepáticas, o se manifiestan con un enzimograma hepático alterado o pueden debutar con complicaciones, como cirrosis o cáncer de hígado primitivo" en el caso de la hepatitis B y C.

De acuerdo a los médicos, existen tratamientos capaces de frenar la evolución natural de la enfermedad -y en muchos casos de curarla- pero "la mayoría de los afectados no accede al tratamiento por una sencilla razón: desconoce que está infectado". Mescia dijo que si bien el Ministerio de Salud Pública tiene declaradas a las hepatitis como enfermedades de notificación obligatoria, entre los médicos es muy frecuente que se omita comunicar a las autoridades los casos. Por esta razón, Uruguay no tiene información epidemiológica sobre la hepatitis By C.

La documentación de los casos compone la vigilancia epidemiológica, que es clave para conocer la dimensión del problema y poder determinar "si es efectiva cualquier intervención que se realice para reducir su impacto".

"Es mucho mejor manejar cifras nacionales que las de países vecinos", indicó Mescia, por más que "es muy probable que la prevalencia sea similar a la de Argentina y Brasil".

Las estimaciones que se manejan en Uruguay se extrapolan de los datos de quienes acuden a donar sangre.

Mescia indicó que "en Uruguay, por suerte, desde hace un par de años es obligatoria la vacunación de hepatitis A, que era una enfermedad endémica, y está dentro del sistema nacional la vacunación de hepatitis B a partir de los 12 años". Esto conducirá a que "estas dos hepatitis van a dejar de ser un problema", a su entender, "en 10 o 15 años".

"La C es la que menos síntomas da, no da una hepatitis aguda, y no hay a la vista una posible vacuna. La cirrosis por virus C es la principal causa de trasplantes hepáticos en el mundo", indicó.

Aunque su contagio se debe a "conductas de riesgo", que incluyen el trabajo cotidiano del personal de la salud (ver recuadro) en uno de cada tres casos no se identifica la causa de la enfermedad.

Aunque en diciembre del año pasado el gobierno anunció que en marzo de 2009 comenzarían a realizarse trasplantes de hígado en Uruguay a través del Fondo Nacional de Recursos, el especialista afirma que "no hay ningún programa activo de trasplante hepático y no veo que a corto plazo empiece a funcionar". Las operaciones se siguen derivando por el FNR al Hospital Italiano de Buenos Aires.

Los tratamientos de hepatitis C tienen porcentajes de curación de alrededor del 65%.

Según el médico, además de la incidencia de la vacuna obligatoria, ya se notaba una menor prevalencia de la hepatitis A en el país "por la mejoría de las condiciones socioeconómicas, el mayor porcentaje de población con saneamiento y acceso a agua potable".

"Lo que estamos viendo", indicó, "es hepatitis A en gente mayor" y no tanto en niños.

Las cifras

200 Cantidad de sociedades de pacientes que integran la Alianza Mundial contra la Hepatitis, que reúne datos y alerta sobre el tema

40.000 Es el número estimado de personas infectadas en Uruguay por los virus de las hepatitis B y C: cerca del 1% de la población.

1,5 Millones de personas que mueren cada año en el mundo por la infección crónica de virus A y B.

Qué es y cómo se contagia

La palabra hepatitis significa inflamación del hígado. Existen tres tipos de virus: el A, la forma más frecuente; el B, una forma más aguda, y el C, que puede derivar en cáncer hepático. Quienes la padecen pueden experimentar uno o varios trastornos, incluyendo una infección vírica o bacteriana del hígado; lesiones hepáticas causadas por una toxina, lesiones hepáticas causadas por la interrupción de la irrigación sanguínea del hígado.

La hepatitis A, en niños es la más frecuente. Se contagia cuando alguien ingiere alimentos contaminados con heces infectadas, a través del agua, la leche y los alimentos contaminados, sobre todo mariscos. Dado que es una infección leve, particularmente en la infancia, es posible que pase inadvertida.

La hepatitis B, puede provocar un amplio abanico de síntomas y desembocar en cirrosis y cáncer de hígado. Se contagia a través de fluidos corporales infectados; mediante transfusiones de sangre contaminada; al compartir agujas o jeringas infectadas en adictos a drogas; por efectuarse tatuajes o piercings en lugares donde no se utilice material descartable; al mantener relaciones sexuales con una persona infectada, y por contagio a un recién nacido por su madre infectada.

La hepatitis C, se transmite fundamentalmente por el contacto con sangre humana infectada. Tiene síntomas parecidos a los de las hepatitis A y B. Se contagia al compartir jeringas y agujas, en el caso de los adictos a drogas; al hacerse tatuajes o piercings con instrumental no esterilizado; a través de transfusiones de sangre (aunque desde 1995 se aplican métodos de detección eficaces), y a través de relaciones sexuales con personas infectadas, aunque es la forma menos habitual de contagio.

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