1/1:  20090307 600x280 ()

Los informes de las ONG sobre situaciones "inhumanas" en los hogares de internación de menores, fueron relativizados ayer por las autoridades del INAU y el sindicato, que como mejor defensa esgrimen que no se trata de cosa nueva.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, que tiene bajo su órbita al INAU, dijo el jueves 5 en la bancada de diputados del Frente Amplio que la situación de los menores infractores será tema de campaña electoral, y entregó a los legisladores de gobierno un informe sobre el número de internos a fin de que lo usen contra la oposición.

"El del INAU será un tema de campaña y el Frente Amplio tiene que estar preparado", dijo Arismendi a la bancada.

Esta semana dos comunicados -uno del Comité de los Derechos del Niño (grupo de ONG) y otro de Unicef- criticaron la realidad que viven los menores recluidos en los hogares del INAU. Ambas notas, del miércoles y jueves respectivamente, daban cuenta no sólo de problemas estructurales (edilicios, sanitarios, falta de políticas educativas), sino también de abusos que involucran a los funcionarios. Incluso, uno de los informes llega a hablar de "redes de poder internas" que "ejercen formas de sometimiento graves" contra los menores.

El informe entregado por Arismendi a la bancada señala que a diciembre de 2008, el sistema INAU alcanzó la cobertura de 67.660 niños y adolescentes, lo que significó un incremento del 10% en el año. De ese total, 449 estaban en conflicto con la ley. El documento indica que "128 adolescentes fueron atendidos en centros de privación de libertad, 17 en los centros de internación transitoria, 20 en régimen de semi-libertad y 284 en programas de medidas no privativas de libertad".

Pero más allá de los números fríos, el gobierno dice que han mejorado "significativamente" las condiciones de vida en los hogares del INAU, así como la escolaridad de los internos gracias a la existencia de mayores recursos y mejoras edilicias. El informe de Arismendi destaca el ingreso de nuevos funcionarios (llegando a un total de 4.144), lo que permitió la renovación de entre un 25% y un 30% del personal.

Mientras, los trabajadores consideran que las medidas aún son insuficientes. El sindicato del INAU exige el ingreso de más personal calificado para el tratamiento de los menores infractores. El permanente ingreso de adolescentes a los hogares ha superado sus capacidades locativas, lo que dificulta la tarea de los trabajadores, dice el gremio.

El dirigente Joselo López aceptó algunas de las situaciones denunciadas por las ONG y Unicef, aunque dijo que no son nuevas (ver nota aparte).

El propio director interino del INAU, Jorge Ferrando, relativizó los informes de las ONG. "Me da la sensación que en estos días se ha exacerbado todo lo que hace a la situación del Instituto Técnico de Rehabilitación Juvenil (Interj)", cuyo director, el padre Mateo Méndez, renunció a fines de febrero.

El jerarca descartó las denuncias de sobremedicación, y recordó que se han solicitado informes a nivel de expertos en psicología pediátrica que aprobaron el tratamiento aplicado a los menores. También desestimó la existencia de abusos por parte de los funcionarios. Empero, dijo que siente "frustración" porque no se han podido desarrollar proyectos de forma consistente a mediano y largo plazo.

"Así me fue". Arismendi informará sobre el INAU el jueves 19 a la comisión de Población y Desarrollo de Diputados.

El futuro de la cúpula del INAU parece aclararse. Fuentes que participaron de la reunión entre la bancada y Arismendi confiaron a El País que tanto Ferrando como Cristina Álvarez (vicepresidenta del INAU) permanecerían en sus cargos. En esa reunión, el diputado Horacio Yáñez dijo que el gobierno debe defender la gestión del renunciante presidente del INAU, Víctor Giorgi, para que no quede como que se fue por la "puerta chica". Aún es incierto quién sucederá al padre Mateo. Arismendi casi no se refirió a su gestión. Sólo aludió a su salida cuando al rebatir las acusaciones de la oposición sobre la designación de cargos en el INAU por "amiguismo", dijo: "el único que recomendé fue al padre Mateo y así me fue".

A diciembre de 2008, el Sistema INAU abarcó la cobertura de 67.660 niños y adolescentes, señala el informe presentado por la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi.

De los casi 8.000 adolescentes en el sistema, 449 habían cometido alguna falta. De ese grupo, 128 fueron privados de su libertad, 17 terminaron internados transitoriamente, 20 se encontraban en semi-libertad y 284 recibieron sanciones sin internación.

En enero y febrero (período de la feria judicial) de este año aumentó la cifra de menores recluidos: en enero, se dieron 128 ingresos (de los cuales 60 fueron reintegros de fuga) y en febrero el número de ingresos llegó a 93 (de los cuales 36 fueron reintegros). Las cifras superaron las de 2008 en ese mismo período.

Las fugas mostraron un incremento en el segundo semestre de 2008 (340) respecto al primer semestre de ese año (116).

Al 28 de febrero pasado, había 220 adolescentes privados de libertad. La capacidad que deriva de la suma de los centros es de 190 menores.

El gobierno prevé 50 nuevas plazas tras las obras en el Hogar Sarandí y el Chimborazo, dijo el diputado Doreen Ibarra. Así llegarían a 50 de los 100, 130 cupos que las autoridades estiman necesarias.