Publicidad

Maldonado avanza hacia la reglamentación de picadas

| Carreras. Sanciones de $ 15.400; planteo de pista "segura"

Compartir esta noticia
 20090204 350x321

La Intendencia de Maldonado dio un paso hacia la reglamentación de las "picadas", carreras ilegales de motos y autos que se han convertido en costumbre en todo el país. En el último año, episodios trágicos y violentos han rodeado este fenómeno.

"Público de picada agredió a oficiales", "Cuatro personas murieron en accidentes: una fue víctima de picadas", "Controlan disturbios por motos en Minas", "Juan Lacaze: vecinos se movilizan contra conductores imprudentes", "Casi 430 multas para impedir picadas". Estos son sólo algunos titulares de noticias de El País del último año. Cada una de estas notas tiene como escenario un departamento distinto: Tacuarembó, Colonia, Lavalleja, Montevideo o Río Negro.

En cada uno de estos lugares -y en otros claramente identificados, como el Obelisco de Las Piedras- hay "picadas": carreras callejeras, habitualmente en motos o autos preparados para tener buen pique y acelerar rápido.

En Maldonado, las picadas clandestinas se llevan a cabo principalmente en la pista de aterrizaje del ex aeródromo de El Jagüel. Allí han ocurrido accidentes (foto principal).

Esta semana, la administración que encabeza Oscar de los Santos "resolvió aprobar el proyecto de Ordenanza Municipal que reglamenta las competencias de aceleración de motor de cuarto de milla". Esta determinación, explica la Intendencia, "se tomó ante la necesidad de regularizar las denominadas `picadas` en la vía pública, que están prohibidas". La multa es de 40 UR (más de $ 15.400)

Según el texto que dio a conocer la municipalidad fernandina, "la intención de la medida es definir un espacio adecuado para la realización de este tipo de competencias, con los elementos de seguridad necesarios". Se habla de "fomentar el deporte motorizado y su desarrollo, así como canalizar las manifestaciones populares de este tipo en un lugar adecuado".

En Montevideo, paralelamente, la Asociación Uruguaya de Volantes (AUVO), propietaria del autódromo de El Pinar (que está en el departamento de Canelones), hizo llegar una propuesta a la Intendencia en la que detalla qué se necesita en el circuito para desarrollar este tipo de carreras mano a mano en un pista de 400 metros.

Aunque hace menos de un año está misma asociación no consideraba una "prioridad" la organización de picadas, en estos días el interés pareció renovarse luego de un operativo de tránsito el sábado 10 de enero en la rambla de Carrasco -frente al Club Naval, tradicional espacio de picadas- en el que los inspectores colocaron unas 700 multas.

Para la Asociación Uruguaya de Volantes las picadas que se hicieron en 2005 y 2006 en el circuito de El Pinar "no tuvieron eco" y "era un espectáculo que no era rentable", según había dicho Daniel Rodríguez, portavoz de AUVO.

En la última semana, Alberto Branda, presidente de AUVO, dijo a El País que la asociación trabaja junto a la Intendencia de Montevideo, y busca involucrar a otros municipios, para ofrecer un escenario adecuado para la práctica de picadas.

Entre otras cosas, Branda planteó que en El Pinar se necesitan algunas reformas para ofrecer seguridad a espectadores y pilotos: la construcción de un muro de contención en lugar de un guardrail, levantar una tribuna y conseguir una póliza del Banco de Seguros o de una empresa privada.

El proyecto de ordenanza difundido por la Intendencia de Maldonado plantea que las competencias "no podrán tener ánimo de lucro" por lo que estaría prohibido el cobro de inscripciones.

Con guantes y casco

"Podrán participar de las picadas todo tipo de automóviles, pick up y motos de gran serie o especialmente construidos para competir. Las motos sólo podrán intervenir entre sí y no se permitirán competencias entre motos y automóviles y/o pick up. Todos los competidores deberán usar casco y guantes protectores. Los vehículos de cuatro ruedas deberán contar con un extintor de polvo para fuegos de todo tipo y su estructura interna deberá ser tal que, en caso de impacto, minimice las lesiones del ocupante, no pudiendo contar con superficies de metal, filosas o punzantes". Estas son algunas de las consideraciones de la ordenanza fernandina.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad