P.MELGAR / A.NAVARRO
En las próximas dos semanas el Sindicato Médico tiene previsto resolver su separación del Casmu, así como la forma jurídica bajo la cual se constituirá la nueva institución, si se aprueba la escisión. Para decidir podrían hacer un plebiscito resolutorio.
El miércoles, se reunió la asamblea del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) para discutir la separación del centro asistencial de la gremial y la forma en la que se constituiría la nueva institución al igual que las condiciones en las que habrían de acceder a la misma los que hoy trabajan en el Casmu.
Pese a que el tema no es nuevo, los médicos entendieron que aún necesitaban más información para poder tomar decisiones, por lo que se resolvió entrar en cuarto intermedio y llamar a una asamblea informativa obligatoria del Casmu, en un plazo no mayor a 15 días, en la que se presentará un informe económico financiero completo de la institución, así como la distribución salarial de todos los funcionarios técnicos y no técnicos, el porcentaje de médicos exclusivos y los resultados de las medidas propuestas y las que se puedan plantear por parte de las autoridades del Casmu frente a la crisis.
Dirigentes de la gremial de los médicos analizan resolver la escisión mediante un plebiscito entre sus afiliados en caso de que no haya una resolución en la asamblea final.
"Hay muchas dudas con respecto a la estabilidad laboral y a las nuevas condiciones salariales que se pueden generar a partir de una nueva estructura", explicó a El País el dirigente del SMU, Julio Trostchansky.
En la actualidad, el Casmu y el SMU conforman una misma persona jurídica por lo que, en caso de escindirse, el centro asistencial deberá adquirir una forma jurídica nueva y definir autoridades, entre otras cosas.
Los abogados Ricardo Olivera García y Federico Rocca, del estudio jurídico Olivera & Delpiazzo, elaboraron a pedido del SMU un "Proyecto de Estatuto Nueva Institución de Asistencia Médica Colectiva", así como los procedimientos que deberían transitarse para promover la separación del SMU, la constitución de una nueva entidad asistencial que asuma el giro y el patrimonio del Casmu y la incorporación de la emergencia 1727 (Cristalind S.A.).
ALTERNATIVA. En su informe, los abogados sugieren transformar al Casmu en una "Institución de Asistencia Médica Privada de Profesionales sin Fines de Lucro", una figura prevista por la ley 18.440, del 24 de diciembre de 2008, semejante al modelo conocido históricamente como Institución de Asistencia Médica Colectiva (IAMC).
La mayoría de los presentes se mostró afín a esta propuesta, pero finalmente se resolvió pasar a cuarto intermedio a pedido de varios médicos que requerían de más tiempo para informarse mejor sobre el planteo del ejecutivo gremial.
"La nueva empresa necesariamente debe ser capitalizada, por lo tanto, hay que discutir cómo los médicos van a aportar para capitalizar la empresa y cuáles son los derechos que se obtienen por esto y al mismo tiempo qué pasa con aquellos colegas que no capitalicen pero se debe respetar su trabajo", indicó Trostchansky.
En lo que hace a la integración de los titulares de la entidad, los abogados proponen generar las condiciones de asociados fundadores y asociados activos, para lo cual se debe ser socio del SMU y cuya única diferencia radicaría en el capital aportado y en el momento de ingreso a la empresa. Los primeros tendrán derecho a trabajar al menos por 5 años y los segundos lo podrán hacer "de acuerdo a las necesidades que fije el Consejo Directivo".
El presidente del SMU, Alfredo Toledo, aseguró a El País que los sueldos y categorías de los profesionales que se desempeñan en el actual Casmu se mantendrán intactos.
En el documento al que accedió El País, Olivera & Delpiazzo presentaron un borrador de estatuto en el que se dispone la forma en que se regirá la nueva institución, cuyo Consejo Directivo estará compuesto de 6 miembros, de los cuales dos serán designados por los asociados fundadores, y que "responderán civilmente hacia la institución, los socios y terceros por los daños resultantes directa o indirectamente por el mal desempeño de sus cargos".
Garantías
La asamblea se desarrolló en reserva a fin de preservar la estrategia para manejar las deudas contraídas por la institución que suman unos US$ 100 millones. La fractura, que determinará la fundación de una nueva entidad, se da por un compromiso de las autoridades del SMU ante el Poder Ejecutivo para facilitar la habilitación del Fondo de Garantía, un fideicomiso que le permitirá al Casmu cubrir sus múltiples deudas. El proyecto de estatuto que estudian los médicos indica que, al separarse el Casmu de la gremial, la nueva "institución mantendrá indemne al SMU por cualquier reclamo o acción en su contra derivado de la actividad asistencial".