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La Intendencia de Montevideo negocia con federaciones de automovilismo y motocicletas una fórmula que permita "legalizar" las picadas y evitar así carreras clandestinas en la rambla, Pajas Blancas, Cerro, Buceo y Santa Catarina y sus riesgos.

"La idea es canalizar este fenómeno a través de una cuestión deportiva", expresó a El País el director de Tránsito de la comuna capitalina, Gonzalo de Toro.

A través del director de la Secretaría de Deportes, Gonzalo Halty, la Intendencia se ha contactado con la Federación de Motociclismo y el Club Uruguayo de Rally para que los jóvenes pueden participar en carreras organizadas con un marco de seguridad. "Este puede ser uno de los caminos para terminar con estas picadas clandestinas", expresó.

Operativo. En tanto, en coordinación con efectivos policiales, los inspectores municipales participarán el próximo fin de semana en operativos contra las picadas en el Cerro, Buceo y Santa Catarina, entre otros.

De Toro dijo que en los últimos operativos se llegaron a incautar un promedio de 50 vehículos (autos y motos), sin identificaciones, con problemas de documentación o sus conductores no tenían licencias para conducir. "En estos operativos se llegó a detener a menores de edad conduciendo en estado alcohólico", dijo

El sábado 10, inspectores de la IMM y policías efectuaron un procedimiento en una picada que se desarrollaba en Carrasco. Se aplicaron 628 multas, había 82 conductores sin libretas y autos sin matrículas.

Para el jerarca municipal, este tipo de "deporte" es un fenómeno que crece en forma progresiva en el país y que se "está despertando" en la ciudad de Montevideo.

En la capital, las picadas se desarrollan en aquellos barrios periféricos donde hay avenidas como, por ejemplo, Pajas Blancas, o en la rambla. En la franja costera, los asiduos a estas actividades irregulares -por fin de semana convocan hasta 2.000 personas entre participantes y espectadores- armaron un "circuito" cerca del límite con Montevideo. Cuando los inspectores municipales y la Policía arriban a la recta de la rambla ubicada frente a la Escuela Naval, los autos y motos escapan de los controles a "todo gas" rumbo a la Avenida de las Américas, situada dentro de la jurisdicción de Canelones.

Consultado sobre cuál es el motivo del enorme crecimiento de las picadas, De Toro estimó que se trata de una moda urbana. "Pero tiene que haber dinero detrás y alguna otra cosa más", expresó.

Las picadas, dijo, están prohibidas por ley, la cual obliga a que actúen al Ministerio del Interior y la Intendencia de Montevideo.