Londres - Las bolsas asiáticas cayeron el martes y las europeas oscilaban, afectadas por los malos resultados de los bancos y del grupo automovilístico japonés Toyota, en tanto que los corredores apostaban por un "efecto" Obama para cambiar el ánimo de los mercados.
Las principales bolsas europeas, que el lunes cerraron con inportantes pérdidas, abrieron con ligeras bajas, pero pocos minutos después invertían la tendencia, con ganancias al finalizar la mañana de 0,35% en París, 1,47% en Londres y 1,26% en Francfort, alentada en este caso por el buen resultado de la cadena de distribución Metro tras su plan de restructuración.
Madrid, por su lado, ganaba un 0,58%.
La región Asia-Pacífico cerró en general con depreciaciones, debido a la persistente inquietud por la crisis económica mundial.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó 2,31% y Hong Kong perdió 2,12%, aunque Shanghai se estabilizó a 0,37%. Seúl bajó 2,1%, Singapur 1,82%, Sídney 3,1% y Taipei 2,84%.
Los mercados asiáticos siguieron la estela que dejaron el lunes las bolsas europeas, que sufrieron fuertes pérdidas tras el anuncio del banco Royal Bank of Scotland de que podría perder 28.000 millones de libras (31.000 millones de euros) en 2008, un récord absoluto en el Reino Unido. El grupo responsabilizó a la crisis del crédito y a las depreciaciones vinculadas a la adquisición de ABN Amro.
Al mismo tiempo, el gobierno británico anunció un nuevo plan de rescate bancario, el tercero en tres meses.
Otra noticia preocupante del martes por la mañana fue el anuncio de que las ventas del gigante automovilístico japonés Toyota en 2008 han retrocedido un 4%, primera recesión en décadas, tras lo que la empresa anunció que sustituía a su presidente por Akio Toyoda, nieto del fundador.
Además, según la prensa, Toyota planea suprimir 3.000 puestos de trabajo temporales en Japón.
Algunos corredores albergaban la esperanza de que Wall Street subiera el martes para celebrar la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos. La Bolsa de Nueva York estuvo el lunes cerrada por ser día festivo.
"Es la semana de Obama. No hemos tenido ningún tipo de esperanza durante los últimos meses. Pero en su fuero interno la gente piensa que a partir del 20 de enero la suerte puede volver de su lado", explicó a Dow Jones Newswires Kazuaki Ohe, un dirigente de CIBC World Markets en Tokio.
AFP