Megaoperativo contra las picadas

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EDUARDO BARRENECHE

Se trata de una pista clandestina de picadas. El "circuito" comienza en la rambla de Carrasco y termina en la Avenida de las Américas. La Policía y la IMM realizaron en la madrugada del sábado un gran operativo contra las carreras ilegales.

El operativo, realizado frente a la Escuela Naval en Carrasco fue dirigido por el director interino de Tránsito de la Intendencia de Montevideo Facundo Pérez. Participaron 20 inspectores de la repartición y efectivos de la Policía de Tránsito y de la seccional 14ª. Pérez dijo a El País que intervenían unos 500 automóviles, muchos de ellos "tuneados" (preparados para carreras) y unas 300 motos.

Se aplicaron 628 multas, había 82 conductores sin libreta, varios alcoholizados. Las infracciones más frecuentes fueron automóviles sin matrícula o con chapas falsas o vencidas y motociclistas sin casco.

No se produjeron incidentes ni detenidos; algunos lograron huir, relató Pérez, quien consideró un éxito el operativo que frustró la gigantesca picada.

Si bien las "picadas" en la rambla montevideana y otros puntos son frecuentes, la de anoche dio para pensar a las autoridades de que hay una organización y los horarios y puntos de encuentro se transmiten "boca a boca". Se da por cierto que se corren apuestas.

Rambla nocturna. Los amantes de este "deporte" acostumbran a reunirse los viernes y los sábados en el Museo Oceanográfico ubicado en la rambla del Buceo. Sin embargo, no todos son corredores. Muchos concurren al lugar como "punto de encuentro" para hablar de autos "tuneados" o motos de gran cilindrada.

Anoche eran tantos que las autoridades no pudieron detenerlos en la Rambla y Alejandro Gallinal, como era la idea inicial, y debieron realizar el operativo frente a la Escuela Naval. La recta de la rambla a esa altura hasta el puente es ideal: apenas se necesitan unos 400 metros para este "deporte".

Automóviles y motos se estacionaron en los canteros centrales.

Usualmente, algunos conductores muestran orgullosos sus autos yendo y viniendo hasta la Ciudad de la Costa. Si aparecen inspectores de tránsito se produce un rápido desbande hacia la costa canaria, fuera de la jurisdicción de las autoridades actuantes.

Otros puntos. La rambla no es el único lugar de Montevideo donde ocurren "carreras clandestinas".

La Intendencia de Montevideo también recibió denuncias de vecinos que en los fines de semana también hay "picadas" en la avenida Carlos Nery, en las inmediaciones de la cancha de Danubio. Otros pobladores de Santa Catalina también se quejaron del ruido generado por carreras clandestinas.

El problema se repite los domingos de tarde en la rambla del Cerro. En este caso, predominan las carreras de motos y las "barras" de personas consumiendo alcohol.

La intención de la Intendencia es desestimular la realización de estas picadas y no arribar al lugar cuando éstas ya se están realizando para evitar represalias de los conductores de los vehículos, dijo Pérez. Este tipo de operativos se repetirán, aseguró.

"Los operativos deben ser encarados junto con la Policía. Es que en las `picadas` se juntan barritas que hinchan por algún auto. Cuando el inspector va a efectivizar la multa, le tiran botellas y piedras", agregó el director municipal.

Mediante operativos similares, la comuna logró desarticular las carreras que se realizaban en la rambla Charles de Gaulle que comienza frente al ex local bailable Kibón. "En esa zona teníamos muchas denuncias de vecinos que no podían dormir por el ruido de los motores. Nos llevó seis meses desalentar a los que iban a correr en ese lugar", explicó Pérez.

Según la evaluación realizada por la Intendencia, en este momento solo concurren al lugar personas a escuchar música en sus autos.

EL OPERATIVO. En la madrugada del sábado, efectivos del Departamento de Automotores de la Jefatura de Montevideo controlaron los números de chasis y de motores.

Según Pérez, en procedimientos realizados anteriormente se detectó que en autos preparados para correr no coinciden los números de chasis con los motores que han sido denunciados como hurtados. Una situación similar se observa con las motos.

En KibÓn. El sábado 5 de abril del año pasado, la comuna realizó operativos conjuntos en la zona de Kibón. En unas horas aplicó 429 multas, de las cuales 16 fueron por conducir en estado de ebriedad, 94 circulaban sin licencia, 45 por vehículos en condiciones antirreglamentarias, 48 no llevaban casco y 49 no tenían el cinturón de seguridad, entre otras infracciones.

A su vez fueron incautadas 39 motos porque el conductor no tenía libreta, estaba alcoholizado o el número del motor no coincidía con el del chasis.

En diciembre del año pasado, inspectores municipales apoyados por efectivos policiales realizaron operativos en la zona de Pajas Blancas. Allí se incautaron 60 vehículos que corrían violando varias disposiciones municipales.

Pérez señaló que no tiene información acerca de que en Montevideo se levanten apuestas en las "picadas", aunque advirtió que ello sí ocurre en las carreras que se realizan en la Ruta 48 de Canelones.

El jefe general de tránsito de la comuna capitalina, Luis Zaino, señaló que muchas personas no participan en las carreras, pero que "realizan apuestas".

También consideró que estos son puntos de comercialización de drogas.

300 Es la cantidad de motos que se vieron en la madrugada del sábado en la rambla para participar o presenciar la picada.

5.000 pesos es la multa que cobra la Intendencia de Montevideo a un conductor que corre una carrera "clandestina" a alta velocidad.

Luego de que ocurrieran dos accidentes graves y denuncias de vecinos que viven cerca del Obelisco de Las Piedras, inspectores de tránsito canarios y efectivos policiales realizan allí todas las semanas operativos desde octubre del 2005.

El director de Tránsito de la comuna de Canelones, Marcelo Fernández, dijo a El País que los procedimientos procuran desestimular este tipo de prácticas. "El problema es que estas personas se van desde el Obelisco a otras lugares donde no tenemos jurisdicción", dijo el jerarca municipal.

Los conductores que practican este tipo de "deporte" se trasladan a la continuación de Camino América, una zona que corresponde a la Intendencia de Montevideo. De esta forma, evaden los controles del municipio canario.

Según Fernández, también se dirigen a la Ruta 48, que es jurisdicción nacional, para continuar con las carreras "clandestinas". La dificultad que enfrenta la Intendencia de Canelones es que cuenta con el apoyo policial hasta medianoche. Muchos conductores quedan cerca del Obelisco pedrense esperando que los inspectores y los agentes se vayan y luego realizan las "picadas".

"Tratamos de otorgar seguridad a las personas que quieren disfrutar del parque del Obelisco durante la tarde y parte de la noche. Después de la medianoche, la situación se pone bastante complicada y se levanta el operativo", afirmó Fernández.

Al igual que los inspectores capitalinos, los funcionarios municipales canarios también tienen dificultades para reprimir este tipo de prácticas, según Fernández.

En el barrio del Obelisco se juntan hasta un millar de personas para presenciar o participar de estas carreras.

En Montevideo, las multas por las "picadas" pueden alcanzar los $ 5.000, mientras que en Canelones éstas rondan los $ 3.900.

Las "picadas" es un fenómeno que proliferó en los últimos tres años, dijo Luis Zaino, jefe de Tránsito de la IMM. Se cree que es una imitación de costumbres iniciadas en Estados Unidos o Europa.

Antes eran casos puntuales que la Intendencia de Montevideo entendía que no ameritaba controlar. Pero ahora las crecientes denuncias desde seccionales y por parte de vecinos llevaron a las autoridades a brindar soluciones.

En alguna oportunidad se trató que ese "deporte" se realizara en forma organizada en el autódromo de El Pinar. Sin embargo, esas carreras fueron suspendidas por no tener este emprendimiento un retorno comercial. Conducir en forma temeraria o imprudente continúa siendo una falta. La ley de tránsito, promulgada recientemente por el Parlamento, no transformó en delito este tipo de prácticas.

El proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento señalaba que generaría responsabilidad penal conducir a altas velocidades, en estado de embriaguez o en forma temeraria -haciendo zigzag frente a una escuela-.

"El legislador dejó para una segunda etapa este tipo de cuestiones. Ahora se sigue considerando una falta conducir en forma irresponsable", dijo el director de Tránsito de la comuna de Canelones, Marcelo Fernández.