Buenos Aires | Ignacio Quartino
"Todos somos un poco chusmas y nos gusta saber un poco de la vida del otro", había dicho Natalia Oreiro a El País en 2006, cuando le preguntaron sobre el periodismo que no repara en exponer la intimidad de las celebridades como ella.
La afirmación de Oreiro viene a cuenta de la nueva temática que abordan las ficciones recientemente estrenadas en la televisión abierta de Argentina y que pronto llegarán a Uruguay: historias cuyos protagonistas interpretan a celebridades (y no tanto) que disfrutan y padecen por igual, la fama que les da la televisión.
Al menos, en eso coinciden las tramas de Todos contra Juan (Gastón Pauls), Amanda O (Natalia Oreiro) y Los exitosos Pells (Carla Peterson y Mike Amigorena), que intentan reflejar el lado B de actores, conductores y fetiches televisivos, cuando las cámaras se apagan.
Los protagonistas de estas historias, en el momento de promover sus trabajos, aseguran que en el competitivo, desgastante y, muchas veces, cruel ambiente en el que ellos se rodean en la vida real, pasan cosas similares a las que ellos interpretan en estas ficciones.
Juan. Desde octubre, América TV puso en pantalla Todos contra Juan, ficción producida, dirigida y protagonizada por Gastón Pauls.
Juan es un actor que, muy joven, se topó con un éxito televisivo y tuvo sus 15 segundos de fama. El paso del tiempo fue lapidario para ese actor, que diez años después y una vida por delante pasó al anonimato luego de ser ídolo entre los adolescentes, como fue el propio Pauls con Montaña Rusa, en la década del 90.
Desempleado, Juan quiere ser el de antes. Recurre a directores y colegas que se encuentran vigentes para tener una nueva oportunidad. El protagonista no logra ser el de antes y siente que lucha contra sus propias limitaciones (por eso el título de la ficción). Lo atractivo es que, en cada capítulo, fueron convocados actores vigentes que hacen de ellos mismos como el caso de Mariano Martínez y hasta el propio Benicio Del Toro, que jerarquizaron el producto con participaciones especiales. En contrapartida, también intervienen actores que en la vida real padecen el desaire que sufre el personaje de Pauls.
O, de Oreiro. A partir de este mes, canal 10 emitirá Amanda O, la primera ficción multimedia producida por Dori Media y que en Buenos Aires se vio por América TV, donde terminó de emitirse la primera temporada hace un par de semanas.
Los capítulos de esta serie no superan los 15 minutos ya que fueron pensados también para verse por celulares y PC. La trama tiene a su principal personaje Amanda (interpretada por Natalia Oreiro) que se debate entre ser una diva total de la televisión o una transgresora actriz estrella que nacerá de la Web.
Este debate surge a partir de un accidente que sufre Amanda y deseará, por un segundo, no ser la actriz y cantante del momento. Ese deseo se hace realidad y la diva de Amanda se queda sin su carrera, dinero y, lo que es peor, pasa al anonimato, lo que provoca su desesperación. Su historia cambia cuando conoce a Dante (Luciano Castro), un artista de vanguardia que le da asilo por unos días en su casa.
Lógicamente, Oreiro ha reconocido varias similitudes entre su realidad como diva del espectáculo rioplatense y la historia de la Amanda ficticia que, oh casualidad, tiene por apellido la misma inicial que el de Natalia: O.
Pells. El gran suceso televisivo del momento en Argentina y que llegaría en breve a Uruguay, a través de Monte Carlo son Los exitosos Pells. Fue producido por Endemol y Sebastián Ortega, el creador de Lalola. El hijo de Palito volvió a apostar por Carla Peterson que, junto a Mike Amigorena, son los protagonistas de esta historia que, en un par de ocasiones, logró superar en el rating a Bailando por un sueño.
La trama se concentra en el personaje de Amigorena que hace de Martín Pells y Gonzalo Echagüe al mismo tiempo. El primero, es la cara masculina del informativo de mayor audiencia que conduce junto a su -para las cámaras- esposa. Sin embargo, la audiencia de este noticiero no sabe que el verdadero Martín Pells está en coma, luego que el director del canal (Hugo Arana) lo dejara así tras una discusión en la que el informativista tenía como objetivo pedir aumento de sueldo. La trama se torna aún más compleja, cuando empieza a descubrirse que los Pells no son un matrimonio y que, por lo contrario, él tiene una relación homosexual y ella sale con otro.
Quienes conocen lo que pasa en los pasillos de los canales aseguran que la historia de los Pells es el fiel reflejo de la televisión actual, donde se hace cualquier cosa con tal de tener un punto de rating y las estrellas, cosas peores con tal de no convertirse, en el personaje de Gastón Pauls en Todos contra Juan.
Al parecer, la ficción se reinventa. La historia de la mucama que se enamora del hijo de la patrona, dueña de una fortuna incalculable empieza a cederle su espacio al lado B de las celebridades. Ese que tanto Intrusos y Los profesionales de siempre intentan descubrir, pero que los códigos de la televisión no se lo permiten. Eso que nadie sabe, se transforma en ficción y a la gente parece encantarle. ¿O acaso Natalia Oreiro no tiene razón?
"Por amor a vos" ya tiene una sustituta
La producción de ficciones por la televisión argentina parece robustecida por el éxito conseguido por propuestas como Por amor a vos, LaLola y Los exitosos Pells. Hoy mismo se iniciarán las grabaciones de la tira que sustituirá a Por amor a vos (que en Argentina termina a fines de enero) en el horario central de la grilla de Canal 13.
Valientes, nombre de la nueva producción de Pol-Ka, reúne a un elenco muy importante, encabezado por Luciano Castro, Julieta Díaz, Mariano Martínez, Marcela Kloosterboere, Eleonora Weler, Gonzalo Heredia, Betiana Blum y Arnaldo André.
La historia está centrada en el tema de la venganza que llevan adelante tres hermanos (Castro, Martínez, Heredia) que fueron separados al momento de nacer. El motivo del accionar en común es la muerte del padre, ocurrida después que el poderoso del pueblo (interpretado por Arnaldo André) le sacara las tierras.
El mayor problema que tendrá Valientes está en mantener los niveles de audiencia que hasta ahora han conseguido las ficciones. De ello dependerá su suerte.