EL PAÍS DE MADRID
El año pasado, cuando el director George Scott recibió una llamada de su productor sugiriéndole hacer una película de una ex modelo que encontró el éxito al convertirse en cantante, no estaba demasiado convencido. Scott había oído hablar de la protagonista, pero no sabía si su historia fuera a resultar atractiva para el público.
Sin embargo, un par de meses después de aceptar el trabajo y presentar una propuesta de guión para el filme, Carla Bruni se convirtió en una de las mujeres más interesantes del mundo: salía con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
"Pensé que de ninguna manera iba a querer hacer la película en estas nuevas condiciones. De hecho, lo descarté completamente", recuerda Scott en una entrevista del periódico británico Sunday Times. Pero se llevó una sorpresa: Bruni le dijo que seguiría con el documental con toda la normalidad del mundo. "Seguimos con todo como estaba planeado. La única diferencia fue que la próxima vez que fui a su casa, la policía estaba afuera".
El resultado de las doce horas de entrevistas que concedió Bruni a Scott fue una película en la que la primera dama francesa abre las puertas del palacio presidencial de Campos Elíseos con la misma normalidad con la que presenta sus otras dos residencias. En ella, Bruni también revela secretos de su vida como modelo y cantante.
La modelo y cantante italiana que salió con Mick Jagger y Eric Clapton, entre muchos otros amantes, conoció a Sarkozy durante una cena a la que no le importa referirse: "Sólo había ocho personas. Nicolas y yo nos sentamos uno al lado del otro y fue instantáneo, inmediato... No sé qué es lo que tiene, pero es algo protector que nunca antes había encontrado, quizás por estar acostumbrada a los artistas".
Tampoco evita recordar los primeros momentos de su romance con el presidente francés. "Entendía que la gente estuviera escandalizada cuando empezamos a salir porque los presidentes no salen con chicas y yo eso lo comprendo. Pero para mí era un mundo totalmente distinto, porque vengo del modelaje y la música... donde estamos acostumbrados a los noviazgos eternos, no es necesario casarse".
"Te das cuenta cuando dos personas están enamoradas. Y cuando Nicolas y Carla están juntos no puedes dejar de notarlo", declara Scott en la entrevista del Times. "Después de media hora en la que estuvo escuchando a su mujer cantar, se levantó y dijo que le encantaría quedarse, pero que tenía que volver al trabajo: le esperaba nada menos que Barack Obama".