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El Prado concluye que Goya no pintó "El Coloso"

En un estudio publicado ayer en la página web del Museo del Prado bajo el nombre "El Coloso y su atribución a Goya", expertos aseguran que la obra no fue pintada por el maestro aragonés sino por su principal discípulo, Asensio Juliá. En el informe se hace referencia a la reciente identificación de las iniciales "AJ" en el margen inferior izquierdo de la tela, y se hace hincapié en la pobreza de la técnica aplicada a este cuadro, en su falta de luz y colorido, y en su marcada diferencia con obras maestras debidamente documentadas que se atribuyen a Goya. Desde su llegada al Prado en 1931, "El Coloso" fue admirado como la máxima expresión del Goya moderno por millones de personas.

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Expertos del Museo del Prado reconocieron ayer que lo más probable es que el autor del célebre cuadro "El Coloso" no fue Francisco de Goya sino Asensio Juliá, conocido como su discípulo más importante, y aseguraron que el lienzo evidencia una cierta pobreza técnica. "Con los conocimientos actuales `El Coloso` sólo debería identificarse como `Seguidor de Goya", fue la conclusión del estudio que elaboraron los expertos.

El reciente descubrimiento de las iniciales A J en el margen inferior izquierdo de la tela hizo pensar que su autor fue el pintor valenciano Asensio Juliá, sin embargo, el informe que se dio a conocer insiste en que con el material disponible no se puede asegurar que sea de Juliá. Pero la que hasta ahora se había considerado como una de las obras más destacadas del genio de Fuendetodos resulta ser una tela de una luz y colorido pobres, y torpemente ejecutada, según sostiene el informe. La razón es que la oscuridad de la pintura y de los tonos ha impedido valorar la factura de la obra adecuadamente.

El trabajo, dirigido por Manuela Mena Marqués, Jefa de Conservación de Pintura del siglo XVIII y Goya del Museo del Prado, ha revisado la documentación de los años en que la pintura llegó a ese museo, en 1931, para rastrear cómo fue rápidamente atribuida a la mano de Goya. La investigación también analizó la técnica, la composición y el significado del cuadro, y lo comparó con otras telas que con seguridad pertenecen a Goya.

LAS DUDAS. Mena Marqués advierte que aún queda mucho trabajo por hacer: "La localización de nuevos documentos, así como el estudio de las obras seguras de Juliá, muy dispersas, y la identificación segura de otras que se le atribuyen y que podrían ser de su mano, junto con el mejor conocimiento de la mano y las obras de otros imitadores de Goya, tempranos y más tardíos, es la tarea que debe hacerse en el futuro.", detalla Mena Marqués. "Sólo así se podrá adscribir El Coloso a Asensio Juliá con total seguridad".

Mena descartó que el pintor aragonés tuviera algo que ver con la autoría del cuadro argumentando razones de estilo para sostener una hipótesis que ella venía defendiendo desde el año pasado.

El informe subraya que las escasas obras conservadas de Juliá tienen por firma "iniciales similares`` y una escritura muy parecida. "El cuadro presenta desde su misma base un modo de trabajo distinto al de Goya, revelando por comparación con sus obras, una mano y concepción de las figuras y el espacio diferente a la suya``, explicó Mena en el informe.

"En superficie, sin embargo, el cuadro está pintado claramente a imitación del estilo del maestro, lo que ha ayudado a mantener el error sobre su verdadera autoría``, añadió.

En ese sentido, Mena recomienda seguir indagando en las figuras de otros pintores que trataron de emular las técnicas de Goya para poder atribuir la obra a Juliá "con total seguridad``.

EL GOYA MÁS MODERNO. "El Coloso`` llegó al Museo del Prado en 1931 y desde entonces fue alabado por gran parte de la crítica y expertos como un ejemplo del Goya más moderno.

La pintura se fechó como anterior a 1812, lo que facilitó su vinculación con la Guerra de la Independencia entre España y la Francia de Napoleón (1808-1814).

El conflicto dio lugar a algunas de las obras más renombradas del genio aragonés, como la serie "Los desastres de la guerra``, "La carga de los mamelucos`` y "Los fusilamientos del 3 de mayo``.

El estudio echa por tierra esta teoría para ir más lejos. El análisis de Mena sostiene que las pinceladas de "El Coloso`` son lentas, titubeantes y sin fluidez.

AP / El País de Madrid

Lentas y sin fluidez

En opinión de la experta Manuela Mena Marqués, "El Coloso" presenta "un modo de trabajo distinto al de Goya, revelando por comparación con sus obras, una mano y concepción de las figuras y del espacio diferente a la suya". Ella afirma que está realizado de modo superficial y acumulativo, con una cantidad innecesaria de pinceladas, aplicadas con lentitud y titubeos, sin la fluidez de Goya. "Ese modo de hacer indica un proceso de creación lento e indeciso, no directo ni sabiendo de antemano lo que se pretende".

El dominio que tenía Goya de la anatomía humana, del espacio y la perspectiva "fue excepcional" y tal vez la dificultad para dominar la fisonomía y la expresión fue lo que obligó al autor de "El Coloso", a situar la figura de espaldas, con el rostro de perfil semioculto, además, por el pelo y la barba, y cerrando el único ojo visible.

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