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Cómo encarnar a una mujer de dos dimensiones

| Eva Mendes y Gabriel Macht no son lectores de cómics pero se sumergieron de lleno en el film.

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El País

NUEVA YORK | MATÍAS CASTRO

En persona, Eva Mendes parece bastante diferente a lo que aparenta. Junto con Gabriel Macht protagoniza "El espíritu", film basado en una historieta fundamental en la historia del noveno arte. Llega a Uruguay a fines de enero.

Eva Mendes le tiene miedo al agua. Lo confiesa y llama la atención. Es que la escena inicial de El Espíritu transcurre básicamente con su personaje bajo el agua. En todas partes hay personas que tienen fobia a las piscinas o a las playas, eso no es novedad ni algo particularmente extraño. Pero que una celebridad como ella lo confiese riéndose al comenzar una conversación con periodistas de todo el mundo, la vuelve un poquito más interesante. Al menos no se empeña en sostener la imagen de bronce que tiene en las películas y revistas de modas. Ni siquiera la que tiene en esta película, donde interpreta a Sand Saref, una femme fatale malísima y glamorosa, enamorada del héroe.

Otra de las cosas que llaman la atención al encontrarse a esta actriz de 34 años, es que aparenta ser alguien bien diferente a la imagen que proyecta públicamente. Por empezar es más flaca, mucho más, que la pulposa "latina" que vimos en películas como Hitch, Érase una vez en México y Ghost Rider. Por otra parte, para ser alguien que suele tener actitud sexy en las películas, que explota sus buenos labios, y hace sesiones de fotos con ropa transparente, actúa como una muchacha común, aunque mejor vestida de lo normal, que tuvo suerte en la vida. Nada más.

Al mismo tiempo es la actriz seria que dice que querría trabajar con Pedro Almodóvar y con Steven Soderbergh. ¿Pero cuántas no querrían hacerlo en Hollywood, después de la carrera que hicieron estos dos directores? Sin embargo hay más, porque acaba de trabajar para Werner Herzog, a quien admira por haber hecho Aguirre la ira de Dios y Fitzcarraldo. Y que una sex symbol de Hollywood cite esas dos películas con admiración es algo a tener en cuenta, después de todo exigen un mínimo de sensibilidad cinematográfica que cada vez menos gente parece tener. Y no conforme con eso, como intentando terminar de desorientar al más prejuicioso, confiesa que otros cineastas que admira son Federico Fellini y Michelangelo Antonioni.

Para Herzog actuó en la nueva versión de Un maldito policía, un sórdido clásico de Abel Ferrara, que ahora protagoniza Nicolas Cage y ella. "Creo que ésa fue mi mejor experiencia actoral. Realmente me ensucié emocionalmente" cuenta con entusiasmo y sigue. "No fue la más divertida, pero sí fue la experiencia más profunda. Herzog es un genio, trabajar con él fue una experiencia intensa. Creo que Fitzcarraldo y Aguirre la ira de Dios son películas que están más allá de la genialidad. Es un tipo rápido, muy rápido, hacia el mediodía ya terminaste la filmación de la jornada. Hace todo en dos tomas, muy rápido. Si por ejemplo tiene que hacer un acercamiento, pone el zoom a la cámara en lugar de cambiar todo el equipo de lugar. Es una forma muy poco convencional de filmar, y yo respondía completamente a eso. Mi papel era muy oscuro, yo hacía de una prostituta, nada sexy".

Junto a ella está Gabriel Macht, el actor que encarna a Denny Colt, alias El Espíritu. Tenerlos a los dos ahí delante es una extraña combinación de contradicciones. Con 36 años y más bien pinta de modelo, en persona Macht se muestra tan suelto como Eva Mendes. Es notorio que, al igual que ocurrió con el resto del elenco, la pasaron muy bien durante la filmación y generaron una buena relación. "Fue el rodaje más divertido de mi vida", dice ella. Él se ríe sonoramente y coincide. "La película de Herzog y esta son dos cosas diferentes", continúa Eva. "El Espíritu ha sido una de las más divertidas que he hecho, me encantó estar metida en una fantasía así. ¿Dónde más voy a poder interpretar a una mujer que se casó con catorce hombres, los mató a todos y al final se enamora del superhéroe? Son cosas tan diferentes que casi no se pueden comparar. No tengo hijos y no creo que los quiera tener, pero si tienes más de uno, no los comparas entre sí, los quieres cada uno a su manera".

En El Espíritu todo es cuestión de exageraciones. El protagonista es un personaje imposible. Seductor irresistible ante todas las mujeres. Permanentemente enmascarado. Vuelto a la vida luego de ser asesinado. Físicamente perfecto e imbatible en la pelea. Siempre simpático. En la vida real, Gabriel Macht es padre de una niña de 16 meses, está casado y parece ser un tipo centrado y serio.

Encarnar esta clase de personajes es algo más complicado de lo que parece a primera vista. Por empezar, el director y guionista Frank Miller, uno de los cinco autores vivos más importantes del mundo de la historieta, les dio material de referencia. Eligió especialmente aquellas historietas de The Spirit que encajaban con la película, y además, les dio las ediciones en blanco y negro, tal como fueron editadas y pensadas cincuenta años atrás por Will Eisner, otro de los grandes genios del noveno arte.

Para Eva Mendes, meterse en la piel de esa mujer fatal no era solo cuestión de vestuario y de maquillaje. Si bien esas dos cuestiones fueron fundamentales para construir a Sand Saref, y también al resto de las impresionantes mujeres que desfilan por la película (entre las que están Scarlett Johansson, Paz Vega, Sarah Paulson, Jaime King y Stana Katic), había que encontrar algo más. "Sand Saref es inocente pero también fatal. En las historietas la vemos más bien como alguien superficial, deslumbrada por las cosas brillantes. En el fondo está atormentada por la muerte de su padre en medio de un tiroteo en la calle. Y por eso no confía en nadie, solamente en lo material, las joyas, que en todo caso son lo más estable que puede encontrar y que duran para siempre. Cuando me di cuenta de ese punto, entendí que podía divertirme mucho con ella, ya que veía que el personaje era menos superficial".

Al igual que los otros contrastes que exhibe entre su imagen mediática y la que muestra en persona, Eva Mendes se preocupa por aclarar que solo usa joyas cuando es apropiado. Sand Saref mata por ellas. La Eva Mendes que aparece en las revistas y los programas de chimentos en la televisión, vive rodeada de joyas y ropa cara; parecen parte de su vida. "Me gustan las joyas, siempre y cuando sean apropiadas. Tengo un anillo y algunas piezas que simbolizan cosas importantes de mi vida y de mi familia. Si dependiera de mí, no usaría nada, pero como uno está metido en este asunto de las estrellas de cine, y también sabe que es un negocio, las usas. Hay veces en eventos luces joyas prestadas por marcas importantes sólo para la ocasión. En la vida cotidiana no las uso."

Cuando se le pregunta si tuvo experiencias de pérdidas duras en su vida, como le ocurrió a su personaje, Mendes se vuelve a mostrar de carne y hueso. Y no porque lo cuente todo. "Ciertamente tuve pérdidas grandes en mi vida. De lo contrario no sería humana. Pero prefiero no hablar de eso", responde con soltura, pero poniendo un límite. Su vida privada no es un espectáculo. Se sabe que está en pareja con un productor, dejó entrever que no piensa tener hijos; y poco más. Habla sobre su experiencia profesional y de lo personal apenas comenta cosas con la misma soltura.

Lo del miedo al agua, por ejemplo, vino a cuento por el modo en que filmaron las escenas iniciales de El Espíritu. Colgada de un arnés, con una pantalla verde de fondo, ventiladores que le movían el pelo y una cámara especialmente preparada para generar la sensación de que estaba bajo el agua, Eva pudo evitar su fobia. "No sé nadar. Sé que es ridículo para alguien de padres cubanos que se crió en Miami. Cuando leí el guión pensé que tendría que pedirle por favor a Frank Miller que no me despidiera por esta falla. Me imaginaba que iba a estar en un tanque gigante de agua como el que usaron en Titanic y me aterroricé. Frank me sorprendió porque me dijo que no iba a estar bajo el agua". Macht la consuela y le dice que tiene un amigo que todavía no sabe andar en bicicleta. Ella se ríe. Su fobia no fue un problema. La tecnología solucionó el problema y Eva sumó una película a las 25 que filmó en diez años.

Los personajes de macht y mendes

El espíritu

Denny Colt es un policía asesinado que misteriosamente vuelve de la muerte. Con antifaz y gabardina combate al crimen en Central City, pero desde las sombras. Su principal villano es The Octopus (Samuel Jackson en el film) y su debilidad las mujeres.

Sand saref

Amiga de la infancia de Denny Colt, ella conoce su identidad como El Espíritu. En las historietas aparecía periódicamente, vinculada a actividades criminales y al tráfico ilegal, y también aprovechaba para tener algún acercamiento con su viejo amor. En el film su relación es la clave dramática que mueve toda la trama.

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