L. PÉREZ Y S. KANOVICH

No fue nada fácil cruzar por los puentes internacionales entre el viernes y sábado. Hubo demoras de hasta cuatro horas, con temperaturas al borde de los 40°C, en los puestos de control migratorio.

Sobre la hora 17, en el Paso de Frontera del puente de Salto Grande, más de un centenar de vehículos hacían fila. Unas 300 personas se agolpaban en los mostradores para completar los trámites. La molestia era ostensible en la mayoría de los viajeros. Tan sólo dos funcionarios de Migración los atendían. Fuentes de Gendarmería argentina señalaron que de su lado se había colocado a seis funcionarios para realizar los trámites, por lo cual atribuyeron las demoras sólo a la falta de previsión uruguaya.

Según las estimaciones hechas por funcionarios del Paso de Fronteras el flujo de 1.200 personas por hora que se había verificado sobre la hora 14 se mantendría durante buena parte de la jornada.

Las demoras eran aun mayores en el puente de Paysandú. Carolina partió junto a su familia desde Ezeiza, con la intención de cruzar por Colón. Cuando vio el panorama en el puente General Artigas decidió hacer otros 120 kilómetros hasta Salto. "Salimos de Colón a las 13 y acá estamos, hace tres horas que esperamos y todavía nos esperan casi 600 kilómetros más para llegar a Punta del Este, esto desilusiona", comentó Carolina.

Dionisio Martínez, un paraguayo que cumple su décimo año de visita al Uruguay dijo que esta fue la primera vez que le tocó esperar tanto. En la ruta de acceso a la capital se formaron largas caravanas que tomaban en dirección a la ruta 3.

PAYSANDÚ. "Esto no puede ser, si uno viene con niños se le mueren", se quejó una mujer tras aguardar cuatro horas en la ruta, a pleno sol y con temperaturas cercanas a los 40ºC, para cruzar el puente internacional General Artigas e ingresar a territorio uruguayo.

"Todo esto es por los piquetes, dígaselo a sus compatriotas", le respondió el funcionario uruguayo en el intento por explicarle el efecto producido por la imposibilidad de cruzar por el puente Fray Bentos-Puerto Unzué. Los nuevos controles migratorios argentinos que incluyen la confirmación en el sistema informático de que la persona o el vehículo no estén requeridos en su país por motivo alguno, retrasan los trámites.

Desde hace 48 horas el ingreso de argentinos por el cruce entre Paysandú y Colón es incesante. Aunque no existen cifras oficiales, fuentes del Paso de Frontera estimaron que llegan unos 400 vehículos por hora. Para controlar y especialmente evitar su acumulación sobre el tendido del puente, una operativa del lado argentino racionaliza el tránsito y permite el cruce de unos 80 autos cada 15 minutos. Cuando es posible, para agilizar, el carril que se emplea para los autos que salen de Uruguay, se usa para el ingreso.