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ALEJANDRO MENDIETA

Ser un héroe en la vida real no es como en los cómics. Menos si se es inmigrante ilegal. Los problemas son cada vez peores y más caros. Es el caso de Wilson Daniel García, que llegará hoy a las manos del embajador uruguayo en España.

García es un uruguayo que desde hace muchos años vive en España. Un día de octubre de 2006 iba en un ómnibus por la ciudad de Lleida, pensando en lo complicado que era conseguir trabajo. Fue testigo de un incidente callejero y terminó salvándole la vida a una mujer que estaba siendo atacada con una navaja por su ex pareja.

Por su arrojo y valor, un juez español le otorgó una residencia temporal de un año con posibilidad de renovarla. García sintió que su vida tomaba un giro positivo y que un nuevo futuro se ponía delante de él.

TRISTE REALIDAD. Hoy García vive en Madrid junto a su esposa dominicana, Rosa Chantal y su pequeña hija Amber Daniella. Su vida dio otro vuelco, pero hacia un lado más negativo.

Es nuevamente un inmigrante ilegal con una residencia temporal vencida y sin posibilidad de renovarla. Ahora camina con miedo por las calles madrileñas ante la posibilidad de ser detenido por la Policía y enfrentar la posibilidad de ser deportado, según explicó a El País.

Hoy tendrá una importante reunión con el embajador uruguayo, Ricardo González Arenas, quien a pedido del Departamento 20 del Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó a García toda la información de su caso. Una alta fuente consular en España confirmó a El País la reunión y explicó que la misma tiene como objetivo conocer de primera mano la situación de este uruguayo para ver qué se puede hacer dentro de las facultades de la Embajada.

García recordó indignado que "la residencia que me dieron no me sirvió para nada. He ido infinidad de veces a las dependencias del Estado y no la he podido renovar". Durante su odisea por renovar el carné, el uruguayo se enfrentó a varios funcionarios que se contradecían al decirle qué documento necesitaba. Finalmente, uno de ellos le dijo que precisaba una constancia de contrato de alguna empresa española. García actualmente trabaja de sanitario en una compañía del ramo.

"Hablé con la empresa y me dijeron que no tenían problema en presentar el documento", explicó. Su encargado entonces pidió un turno al gobierno español, el cual se lo otorgó para la siguiente semana.

Ese día le dicen que la resolución se brindaría a los tres meses. "Al final llegó una carta que negaba la petición y nunca explicaron por qué", criticó. La empresa inició un segundo trámite. Pasaron los tres meses y fue nuevamente denegado. La tercera vez ni siquiera le aceptaron iniciarlo. En ese tiempo venció la residencia de García.

REPERCUSIÓN. La hazaña de García, así como su actual situación, fue muy comentada por los principales medios de prensa de España. Inclusive las penurias legales motivaron una nota en El País de Madrid y llamados de numerosos programas de televisión.

Pero sólo aceptó salir en Televisión Española (a cara cubierta y sin que apareciera su nombre) para compartir un móvil con la mujer a quien hace dos años le salvó la vida.

Entre risas García recordó ese buen momento y dijo que la señora se encuentra muy bien y quiere visitarlo en Madrid para darle un abrazo y poder llevarle algunos regalos que le ha comprado. Y al mencionar a su hija, a García le cambia la voz. Ella es española ya que nació en Madrid. Pero el Estado no lo considera así. "En el Registro Civil cuando la fui a anotar me dijeron que era apátrida. Que no era española", recordó García. "Eso en un país serio no ocurre", agregó.

EL DINERO NO DA. Cuando se ve de afuera estas situaciones, hay un aspecto que a veces no se toma en cuenta: el costo monetario de todos esos trámites.

Así que además de los trámites hay que sumarle los pasajes. García casi explota cuando recordó que al momento de recibir la residencia temporal, el funcionario que se la entregó le dijo que no iba a tener problemas para trabajar o vivir en cualquier lugar de España.

En un traslado a Cataluña por un trabajo, le dijeron que únicamente le servía para trabajar en Madrid. No importó cuántas veces explicara que eso no era lo que le habían dicho.

También había intentado cambiar su libreta de conducir. Fue hasta la oficina encargada y gestionó la documentación. Pagó el servicio médico, las tasas obligatorias y llamó al número para solicitar un turno.

Pero desde que llamó hasta que le dieron el turno pasó casi un año y su residencia ya había vencido. La respuesta desde la ventanilla fue que no se podía tramitar algo así con residencia vencida. "Yo gasté dinero en ese trámite. He gastado mucho dinero en trámites que no me será devuelto", dijo García.

DESPEDIDA. A su complicada situación se le agrega una que calificó como "la más triste de su vida". El domingo 28 de diciembre su esposa y su hija tienen que viajar a República Dominicana ya que la economía familiar hace imposible que se mantengan los tres en Madrid.

Eso lo deprime, y espera saber si la Embajada puede hacer algo para revertir la situación.

Wilson Daniel García de Mesquita arriesgó su vida para salvar a María Luisa de su ex esposo mientras todos en la calle miraban como la mujer era atacada. Gracias a su afición a las artes marciales, particularmente aikido, logró interrumpir el ataque aunque sufrió una fuerte torcedura de tobillo. Pese a su herida, logró perseguir al agresor durante 30 metros más. Como no tenía conocimientos médicos, pero sí una voz potente, le ordenó a uno de los curiosos que le aplicara un torniquete a la víctima ya que sangraba por las heridas recibidas. En una nota publicada por El País el sábado 21 de octubre de 2006 narró su tristeza de no haber tenido ayuda de los demás transeúntes; "si no lo agarrábamos seguro", afirmó. De todas formas fue encontrado por la Justicia y procesado con prisión. García salió en varios informativos y fue invitado a dar su testimonio contra la violencia a la mujer. Su hazaña fue tapa de periódicos locales y su valentía llegó inclusive a las páginas de El País de Madrid. Visitó a la víctima en el hospital y fue invitado por su familia para conocer al salvador de su hija. El juez que llevó adelante el caso quedó impresionado con la valentía del uruguayo y le inició un trámite para que accediera a una necesaria residencia temporal con la opción de poder renovarla. Dos años después, sigue siendo noticia en medios españoles pero por sus penurias. Para la ley española es sólo un inmigrante ilegal más.

España se apresta a restringir 94,3% la contratación de inmigrantes del extranjero de forma colectiva llevándola casi a cero, informó "El País" de Madrid. De todos modos, ya en la práctica este tipo de mecanismos eran poco utilizados por empresarios para traer mano de obra de Uruguay.

Roberto De Marco, un empresario que tiene tres restaurantes en España, señaló que las autoridades no responden a solicitudes realizadas en el marco de una ley que permite traer contingentes de trabajadores desde el exterior (también desde Uruguay) y por eso no realiza pedidos.

Ante la falta de mano de obra local, lo que sí ha hecho De Marco en años anteriores es contratar personal desde Uruguay pero que cuente con pasaporte italiano, indicó. Eso tampoco lo hará para el 2009 ya que con el desempleo que existe en España tiene posibilidades de contratar directamente allí, señaló.

En septiembre, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, había advertido que la contratación de emigrantes en el extranjero "se aproximará a cero".

Tres meses y medio después el gobierno de España y las comunidades autónomas elaboraron una propuesta de contingente de trabajadores estables para 2009 (el cupo de extranjeros que españoles podrán contratar de forma colectiva y por un mínimo de 12 meses) que los reduce drásticamente, según "El País" de Madrid. En sólo un año los contratos permitidos pasaron de 15.703 a 901. El planteo está previsto que se apruebe el próximo viernes y ya fue avalado por el Servicio Público de Empleo y por los sindicatos y empresarios.

Este es el segundo recorte que el gobierno español aplica a la contratación de inmigrantes desde que comenzaron los problemas económicos. Hace dos meses y medio se eliminó el 32,14% de las profesiones que aparecían en el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, según "El País" de Madrid. Esa nómina es una lista provincial de empleos para los cuales los empresarios pueden contratar trabajadores en el exterior.

En Madrid, por ejemplo, pretendían contratar a cien camareros y cincuenta cocineros. A esa solicitud el Servicio Público de Empleo respondió que en las listas de desempleados de la comunidad hay mozos y cocineros más que suficientes para cubrir esa demanda.

Un caso similar ocurrió en Cataluña. Esa comunidad solicitó 1.439 trabajadores y el Servicio Nacional de Empleo rechazó 576 solicitudes. De las 863 restantes (la mayoría trabajadores del metal y servicios) el representante de la gobernación anunció su intención de recortar otros 475 hasta dejar la cifra en 388. Además de Cataluña, sólo otras ocho comunidades fueron autorizadas a contratar trabajadores en el extranjero: el País Vasco (230, la mayoría metalúrgicos), Galicia (140 pescadores y leñadores, sólo en Lugo), Extremadura (60, todos del sector servicios), Castilla y León (34 metalúrgicos), Navarra (29, del sector servicios), Aragón (10 jefes de cocina), Cantabria (5 leñadores) y Ceuta (5 del sector servicios), según "El País" de Madrid.