Histórico robo de 102 millones de dólares en joyería de París

| Asalto. Cuatro ladrones disfrazados tomaron el botín sin derramar sangre

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El País

PARÍS | AGENCIAS

Sin escándalos y a plena luz del día, cuatro asaltantes dejaron su huella en la historia de París. Se llevaron un botín valuado en 102 millones de dólares de la afamada joyería Harry Winston. Con pocas pistas, la policía comenzó ayer a investigar.

Lo sucedido hubiera sido el digno desenlace de una típica comedia americana, sin embargo no fue nada más que la realidad. A plena luz del día, a las 17.30 de la tarde del jueves, cuatro caballeros, tres de ellos disfrazados de mujer, entraron a la lujosa joyería Harry Winston, ubicada en "el triángulo de oro", una céntrica zona parisina de elite.

Una vez dentro del local, los individuos mostraron sus armas y sin hacer alarde de violencia arrinconaron en una esquina a los empleados y a los 15 clientes que estaban allí.

Los atracadores conocían tan bien la tienda que no necesitaron que nadie los guiara hacia donde estaban las joyas que no formaban parte de la vidriera; incluso llamaban a los empleados por sus nombres.

Una vez guardado el botín en sus amplias bolsas de tela, huyeron sin hacer ningún escándalo. Cuando llegó la policía, ya se habían hecho humo hacía rato.

Según informaron fuentes de Harry Winston, el valor del tesoro robado asciende a 102 millones de dólares. El atraco es el más grande de la historia de Francia y uno de los mayores a joyerías en escala mundial. Algunos ya lo llamaron "el robo del siglo". Sin embargo, el récord en el rubro joyerías aún lo tienen los osados bandidos que se hicieron de US$ 126 millones en diamantes el 14 de febrero de 2003 en Amberes, Bélgica.

Investigación. La Brigada de la Represión contra el Crimen, de la Policía Judicial francesa, comenzó ayer mismo una investigación tomando declaraciones a los testigos.

Las autoridades precisaron que muchos de estos se encuentran "muy traumatizados" por el robo. Para la policía, los protagonistas del atraco serían "profesionales de alto vuelo" y la investigación deberá orientarse hacia delincuentes "importantes", pertenecientes al ambiente criminal francés o de los países de Europa del este.

También señalaron que da-da la característica del botín, es difícil que éste se convierta en billetes salvo en los países del este de Europa, que según precisaron la zona se convirtió en "un nuevo paraíso para los traficantes".

Lo que sí es seguro es que la mercancía perderá valor una vez sea comercializada, pues para ello deberán ser desmontadas las joyas para que no sean reconocidas.

La sucursal de Harry Winston está ubicada en la elegante avenida Montaigne, en las inmediaciones de los Campos Elíseos. En esta zona comercial, la policía decidió en las últimas semanas implementar un importante dispositivo de seguridad por la antesala de las fiestas. Unos 4.000 policías se desplegaron en el lugar.

Antecedentes. Hace catorce meses exactos, la lujosa joyería parisina sufrió otro millonario atraco. En esa ocasión los ladrones se llevaron unos 25 millones de dólares en piedras preciosas y fue considerado uno de los mayores robos de las últimas décadas en Francia.

El asalto forma parte de una lista de 12 grandes atracos a joyerías francesas desde 2001, que "recaudaron" US$ 150 millones; con el robo del jueves la cifra casi se duplica.

La tienda Harry Winston, abierta en 1920, es una de las grandes firmas de joyería internacional. Tiene ocho casas en Estados Unidos, además de sucursales en Inglaterra, Japón, China y Francia. Se trata de un viejo negocio familiar que nació en manos del padre de Harry, Jacob Winston, en 1988. Luego, cuando éste murió, el hijo puso su nombre a las tiendas.

Entre los clientes que suelen visitar los lujosos locales, se destacan grandes figuras internacionales. A las tiendas Winston acuden desde poderosos magnates árabes hasta las más conocidas celebridades de la realeza europea, también es uno de los lugares favoritos del jet-set hollywoodense.

Entre sus piezas más renombradas y famosas está un regalo que el sha de Irán hizo a Farah Diba en 1958. Pero con seguridad la joya de más valor histórico, es el mítico diamante de 61 quilates que la estrella de Hollywood, Richard Burton, obsequió a Elizabeth Taylor. Este valía 1.100.000 dólares y cuando la relación se rompió, la actriz de Cleopatra lo vendió tres veces más caro. De todas formas, a Burton le salió 100 veces más barato el corazón de Taylor que el botín robado el jueves a Harry Winston.

Los grandes robos de piedras preciosas del siglo

2001 Unos US$ 5 millones en piedras preciosas fueron robados de la joyería Van Cleef y Arpels de la ciudad de Cannes.

2002 Material por unos 7,5 millones de dólares se sustrajo de la joyería Fred de París.

2003 El 14 de febrero se realizó el robo más grande de joyas de todos los tiempos. Fue en Amberes, Bélgica. Allí los ladrones lograron hacerse de 126 millones de dólares en diamantes.

2004 En septiembre fueron robados dos diamantes valorados en 15 millones de dólares en la bienal de antigüedades del museo del Louvre. Nunca fueron recuperados.

2005 Una banda arremetió contra la joyería Graff de Londres, llevándose diamantes valorados en US$ 2 millones. Graff suele tener clientes tales como la modelo Naomi Campbell, el boxeador Mike Tyson y el matrimonio Beckam.

2007 El 6 de octubre, ladrones sustrajeron piedras valoradas en 25 millones de dólares de la tienda Harry Winston de París, la misma que fue robada el jueves. En ese entonces se convirtió en el robo más grande de la historia de Francia. La empresa ofreció una recompensa de casi 500 mil dólares para quien diera alguna información que permitiese recobrar lo perdido. Fue inútil, las joyas nunca aparecieron.

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