Publicidad

Colonia hizo el chivito más grande y va por el Guiness

Lo comieron 216 personas. Tenía 4,32 metros de largo

Compartir esta noticia
 20080920 535x336

Colonia | Pedro Clavijo

Colonia hizo el chivito más grande del mundo, creación que fue certificada por escribanos y que será presentada en los próximos días para ingresar el libro Récord de Guiness.

Un total de 4,32 metros de largo, 44 centímetros de ancho y 12 de alto, fueron las dimensiones de la estupenda elaboración gastronómica.

Fueron veintidós chefs colonienses, quienes en menos de treinta minutos, consiguieron elaboraron este verdadero gigante, que brindó a 216 personas el privilegio de probarlo.

Más de 2.000 personas que a las 22 y 30 horas del viernes se encontraban en el festival Colonia Está en su Plato, se limitaron sólo a regalar un espontáneo aplauso cuando se anunció que el objetivo fue cumplido.

CREACIÓN. Seguramente Antonio Carbonaro no imaginó en aquella madrugada de primavera, hasta donde podía llegar con su creación. Poseedor de una visión empresarial reconocida, con apenas 29 años, creó en 1944, en el restaurant El Mejillón Bar, en la Parada 1 de Punta del Este, una de las delicias más preciadas de la gastronomía uruguaya.

El chivito fue su invención en una madrugada donde debía satisfacer el pedido de una cliente, cuando ya se apagaban las luces del comercio.

Una señora argentina llegó a su comercio con deseos de cenar. Pidió un chivito y recibió la negativa, de que "en Uruguay no hay chivitos". La cliente igualmente deseaba satisfacer su apetito y dejó en manos del propietario su recomendación. "Le voy a ser algo que le va a encantar", dijo Antonio, reconociendo una vez más "que el cliente siempre debe ser satisfecho" y que de su casa "nadie se va sin comer".

Fue así que con dos panes, lomo, panceta, muzarella, mayonesa, lechuga, tomate y un huevo frito, creó un nuevo plato. "Señora aquí tiene su chivito", le dijo el dueño del restaurante, asegurando que desde esa noche, quedaba inventada una de las mayores exquisiteces, que se transformó en uno de los platos predilectos de los uruguayos.

En su momento de esplendor, El Mejillón Bar, llegó a vender mil chivitos por día, a 0,49 centésimos, con el dólar a la par del peso. La anécdota, corresponde a Graciela Carbonaro, la hija del creador del chivito, que para esta ocasión fue invitada junto a su esposo al festival Colonia Está en su Plato,

Esta fue la tercera edición del festival, en la oportunidad realizado en Colonia Shopping.

Una noche, con motivo de la organización, Sergio Vega, un conocido gastronómico coloniense, lanzó la idea. "Para brindar otro interés a la fiesta, debemos crear algo, y el chivito más grande del mundo puede ser la opción", insistió. Ruben Martínez, Andrés Sobrero y Gerardo Pernigotti recibieron la iniciativa y rápidamente se entusiasmaron con ella. Consultaron con Emilio Arenas, un coloniense poseedor de seis Guiness, quien abrió los caminos. Ahora queda sólo el reconocimiento oficial del Guiness.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad