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El fundador del día de la amistad en el mundo entero, residente en Buenos Aires, Enrique Ernesto Febbraro admitió en comunicación con radio LT 4 de Posadas que no cree en el vínculo de amistad entre padre e hijo, "el padre tiene que ser padre", enfatizó.

"Hoy en día mi vida sigue la ruta. Ya tengo 84 años, que no permiten hacer ciertas cosas. Vivo en el barrio San Cristóbal, donde nací y acá voy a morir, este es el barrio donde nació el tango y mi viejo era un gran bailarín", recordó.

Febbraro señaló además que vivió en Misiones, y que estuvo colaborando con un consultorio odontológico, "pero más que trabajar disfrutaba, porque todos me querían conocer. Me gustaba ir a caballo cerca del río".

Con respecto a cómo surgió la idea de que se instituya un día del amigo manifestó que "el 20 de julio de 1969, cuando el hombre descubrió la Luna, vivía en Lomas de Zamora, estaba recién casado, alternaba la atención del consultorio con escribir. Pero en la Argentina, el día del amigo es una fecha insustituible, porque habla de que los argentinos no perdieron el sentimiento y es un signo muy bueno".

"Y cuando vi que el hombre llegaba a la luna entendí que tenía que haber un día del amigo. El espíritu del descubrimiento o del viaje tuvo un espíritu amigable, en Argentina se conoció a través de las revistas y diarios, ya que yo era una especie de periodista".

Fue así que un 20 de julio, en honor a la llegada del hombre a la Luna, Febbraro envió más de 1.000 cartas a diferentes países. Le respondieron 700 personas y enseguida, el Día del Amigo quedó instaurado en 100 naciones diferentes. Su iniciativa tuvo éxito ya que cada 20 de julio, en muchos países, los amigos esperan reunirse y dedican un día a la amistad. Febbraro fue candidato dos veces al premio Nobel de la Paz.

Por último comentó que le gustaría volver a visitar Misiones.