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Réplica de rusos a Bayardi por la compra de lanchas

Proveedor. Plantearán una queja formal ante el Parlamento

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DANIEL ISGLEAS

Empresarios rusos cuestionan aspectos de una adquisición de material bélico hecha por la Armada. Plantearán sus quejas sobre el tema ante el Parlamento y rechazan dichos del ministro José Bayardi.

Los representantes de la empresa rusa "Rosoboronexport", que participó de un reciente llamado a oferta de precios para venderle a la Armada dieciséis lanchas rápidas para desplegar en Haití, solicitaron ser recibidos por la comisión de Defensa de la Cámara de Representantes para "refutar" con documentación las expresiones del ministro José Bayardi en cuanto a aspectos de la licitación.

Una nota enviada por los empresarios a la comisión legislativa abrió un paréntesis en la operación de despliegue de las embarcaciones, que fuera solicitada por las Naciones Unidas a Uruguay como parte de la misión de la ONU en la isla caribeña.

La semana pasada, Bayardi concurrió a la comisión de Diputados para explicar por qué se optó por la oferta presentada por la empresa "Boston Whaler", de Estados Unidos, en vez de la que presentaron los rusos. Además de aspectos económicos, hay detalles técnicos y operativos que muestran sustanciales diferencias entre un tipo y otro de embarcación: las 16 lanchas estadounidenses cuestan US$ 5 millones, mientras que las rusas valen US$ 14 millones; las primeras están listas en tanto que las rusas deben ser fabricadas; y las estadounidenses no tienen blindaje total, mientras que las rusas sí lo tienen.

Las necesidades de la misión de ONU en Haití hacen que las estadounidenses tengan una gran ventaja sobre las lanchas rusas, dado que este mismo mes deben estar operativas en ocho puntos de la costa de la isla.

La empresa opera en más de sesenta países, con representación permanente en treinta y cinco, y es responsable del 90 por ciento de las exportaciones militares rusas. Vladimir Putin, primer ministro y ex presidente ruso, dispuso unos años atrás la creación de un intermediario estatal para la venta de armas de producción rusa, y se llamó Rosoboronexport, tras la fusión de dos empresas estatales, Rosvoorouzhenie y Promexport.

POLÉMICA. A mediados de abril, cuando Bayardi concurrió al Senado a informar sobre esta compra directa, para la cual el gobierno solicitó un préstamo al Banco de la República, se planteó una polémica por la operación. No hubo licitación, aunque se llamó a posibles interesados a que presentaran sus propuestas de acuerdo a ciertos requerimientos técnicos de las embarcaciones, los que variaron en tres ocasiones, según informaron en aquel momento a El País fuentes del sector.

Oficiales de la Armada y la empresa Rosoboronexport, que hizo una oferta por las lanchas, manifestaron en ámbitos reservados su molestia por la opción de compra, ya que se prevé que el trabajo de los militares uruguayos será de alto riesgo y consideran que las embarcaciones elegidas no cumplen con las condiciones de seguridad para el personal asignado, como es el blindaje adecuado de las naves ante ataques con armas de fuego.

Fueron cuatro las empresas que presentaron propuestas al Ministerio de Defensa: una estadounidense, una rusa, una ucraniana y otra coreana.

Como informó el ministro Bayardi en el Parlamento, la oferta estadounidense fue la de más bajo costo.

SEGURIDAD. Cuando se conoció la decisión del gobierno, los rusos enviaron una nota a Bayardi diciendo que la situación es "grave" y que "afecta la seriedad de la política de compras gubernamental", puesto que en la adquisición de lanchas para una misión militar en una zona de conflicto "no se respetan los más elementales criterios técnico profesionales que permitan que el equipamiento cumpla la función con eficiencia y con seguridad para los tripulantes".

Ahora, los empresarios rusos jugaron fuerte al pedir a la comisión de Defensa que los reciba en el Parlamento.

Según los contenidos de la nota enviada, tienen en su poder elementos para "refutar" las afirmaciones del ministro en cuanto a cómo se procedió con la compra.

El plenario de Diputados debe aprobar rápidamente un proyecto de ley autorizando la operación con el BROU a fin de que la compra se concrete. La misión de ONU requiere que las lanchas comiencen su tarea en Haití en el correr de este mismo mes.

Asistir a la policía local a combatir el narcotráfico

La polémica se instaló por la compra de 16 lanchas patrulleras con capacidad para operar hasta 12 millas a partir de la costa. De acuerdo con lo que requiere ONU, estarán desplegadas en ocho puntos de la costa haitiana. Su misión será asistir a la policía nacional de Haití en tareas de control del contrabando, del narcotráfico y de las fronteras marítimas de ese país, realizando tareas de seguridad portuaria, previniendo la migración ilegal y el contrabando de armas, evitando el tráfico de drogas y de estupefacientes, y apoyando a los contingentes terrestres. Además, trabajarán adiestrando a la policía local en operaciones de salvaguarda de sus aguas jurisdiccionales y en búsqueda, rescate y asistencia humanitaria, que son los objetivos que se buscan con el despliegue de este contingente. Las que regresen en condiciones al país se destinarán a patrullar el río Uruguay, el río Negro y la laguna Merín, informó el ministro en el Parlamento.

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