El proyecto de ley que habilita la adopción de niños a parejas homosexuales generó diversas polémicas en la oposición y la Iglesia. La impulsora del proyecto, senadora Margarita Percovich, dijo que el único objetivo es evitar el tráfico de bebés.

Un proyecto de ley del Frente Amplio que habilita a parejas homosexuales la posibilidad de adoptar a un niño, despertó polémica en la oposición y generó el rechazo de la Iglesia Católica.

La iniciativa, que está a estudio de la Comisión de Constitución y Legislación del Senado, modifica el Código de la Niñez y de la Adolescencia y establece cambios en el sistema de adopciones, habilitando la adopción a las parejas con cuatro años de vida en común, ya sea de matrimonio o concubinato, por lo cual se incluye a parejas homosexuales.

La impulsora del proyecto, la senadora frenteamplista Margarita Percovich, reconoció a El País que en el documento no hay ningún renglón que establezca que los padres adoptantes deban ser únicamente una pareja compuesta por un hombre y una mujer. No obstante, se distanció de la polémica que generó la posibilidad de que parejas homosexuales en concubinato puedan adoptar.

La senadora aclaró que el proyecto fue pensado únicamente para evitar el tráfico de niños. "No está pensado para otra cosa", afirmó y dejó claro que no está en el espíritu de la ley decidir a qué pareja se le debe adjudicar el niño.

"Eso no lo puedo contestar yo ni lo voy a poner jamás en una ley. De eso se encargará una comisión técnica especializada. Hay que evaluar muy bien a qué familia se le dan los niños, es una cuestión técnica en la que yo no me voy a meter", subrayó Percovich.

"A mi nadie me asegura que una familia heterosexual, casada por la Iglesia, no termine maltratando a los niños", puntualizó y agregó que la relación sexual entre dos personas "no hace al cariño y el afecto que el niño pueda sentir, ni a la formación de una familia respetuosa de sus derechos".

Percovich enfatizó que desde el punto de vista filosófico entiende que "todo el mundo tiene derecho a adoptar un niño".

Dijo que la intención es equiparar los derechos de los niños adoptados por parejas de uniones consensuales a las que han pasado por el Registro Civil. "Que el niño no sea un adoptado de segunda categoría, frente a otro de primera que tiene más derechos. Esos son los objetivos del proyecto y en eso se concentran las modificaciones que pusimos", subrayó.

Reacciones. Desde diversos sectores de la sociedad se alzaron voces inquietas frente al nuevo escenario que habilita el proyecto.

El Partido Nacional se alineó en bloque contra esta posibilidad. En declaraciones a Últimas Noticias, el senador Francisco Gallinal, de Correntada Wilsonista, señaló que es "contrario al proyecto" ya que "no va de la mano con la definición de familia que recoge la Constitución, ni va de la mano con las costumbres", indicó.

Por su parte, el senador Luis Alberto Heber opinó que la idea "no es buena para la sociedad. Lo mejor es la familia constituida", argumentó y agregó que "cuando hay ausencia de uno de los dos padres se generan problemas en los niños". En tanto, el arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, también expresó su rechazo al proyecto de ley. Cotugno citó un pasaje bíblico para defender su postura: "El último día dijo Dios: hagamos al hombre a imagen y semejanza. Y lo creó a su imagen, macho y hembra. Está todo dicho", concluyó. (Más información en pag. B1)

La autora del proyecto de ley que establece modificaciones al Código de la Niñez y la Adolescencia, la senadora Margarita Percovich, señaló que el mismo persigue el objetivo de "agilizar" los procedimientos de adopción actuales a los cuales reconoce como "muy engorrosos".

"Hay que seguir cuatro procesos para adoptar a un niño, y lo que estamos haciendo, a sugerencia de la Asociación de Magistrados, es plantear un procedimiento incidental urgente". Dijo que ese trámite cuenta con todas las garantías para el niño, tratando de comprimir las responsabilidades de quienes puedan cambiar su identidad. En este caso dicha responsabilidad recaerá únicamente en el juez en coordinación con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU).

Otro de los aspectos que abarca el proyecto es el hecho de no ignorar a la familia de origen del niño adoptado.

"Si un adolescente quiere entregar a un niño, que no se descarte que en su familia extendida pueda haber alguien que también quiera tenerlo", explicó Percovich.

Además en el articulado se dispone que "será deber de los padres adoptivos informarle al respecto atendiendo su edad y características, así como apoyarle y acompañarle si éste deseara revincularse con su familia de origen".

Una de las modificaciones que plantea el proyecto de ley refiere a la potestad exclusiva que se le otorga al INAU para desarrollar el proceso previo de adopción. Esto incluye a la selección de las parejas postulantes. Percovich señaló que este aspecto es vital para otorgar la adopción y que la instancia debe ser llevada a cabo por una comisión técnica especializada en la materia. De esta manera quedarían de lado las instituciones civiles que trabajan en el tema.