Pudo ser una tragedia, pero todo quedó en un susto. Un gran susto. El ómnibus que trasladaba a la categoría 1990 (Sub 17) de Juventud de Las Piedras hacia el Parque De León, ubicado en la localidad de Progreso, para enfrentar a Indonesia, fue apedreado y su chofer lastimado.

Según relataron los testigos, el transporte se dirigía hacia el escenario cuando una moto lo sobrepasó. El bi rodado iba ocupado por dos personas, una de ellas (la que viajaba en la parte trasera) con la camiseta de Nacional. Al identificar que en el ómnibus iba un equipo de Juventud, rival al otro día de los tricolores, el que vestía de tricolor arrojó una piedra "del tamaño de un teléfono", según el propio chofer.

El contundente proyectil golpeó en la ventanilla del conductor del vehículo y la rompió. Sin embargo eso no fue lo peor, sino que golpeó en la cabeza del chofer con tanta violencia que lo sacó de su asiento y lo tiró al hueco entre la puerta de ascenso y las escaleras.

A esa altura el ómnibus venía muy lentamente, pues se disponía a pasar por sobre un "lomo de burro" ubicado en la ruta. El conductor cayó y se desmayó, por lo que el vehículo quedó a la deriva. La tragedia no sobrevino sólo porque el "lomo de burro" detuvo la marcha del ómnibus. El chofer fue atendido rápidamente por el personal de sanidad de Juventud y conducido hacia un hospital, donde fue curado. Se radicó la denuncia correspondiente y ya comenzaron las investigaciones.

La dirigencia de Nacional dijo desconocer el tema. "Sólo sabemos lo que se dijo en los medios", puntualizó el delegado Alejandro Balbi. Nuevamente los tricolores, indirectamente, se ven involucrados en un hecho de violencia.

Si la violencia está o no instalada en el fútbol ya no es un tema de discusión.

Una vez más un árbitro de fútbol fue víctima de una gravísima agresión, en un partido de divisiones inferiores.

River Plate y Fénix jugaban en la categoría Sub 16 en el Parque Ancap y el partido fue suspendido porque el segundo asistente fue agredido por un hincha.

Faltaban nueve minutos para que finalizara el encuentro, River Plate ganaba 1-0 y según las propias declaraciones del línea, "el partido se desarrollaba en condiciones normales".

Al parecer el hincha le había gritado dos o tres veces "te voy a quemar", pero el árbitro nunca imaginó que el simpatizante -que no fue identificado, pero estaba en la hinchada de Fénix- iba a destapar el termo y derramarle el agua hirviendo sobre la cabeza.

El partido fue suspendido y tampoco se jugaron los encuentros en Sub 15 y Sub 14 que estaban previstos para ese escenario.

Se realizó la correspondiente denuncia policial en la Seccional 19 y en la emergencia de la Asociación Española le diagnosticaron quemadura de primer grado.

El referí se llama Hugo Collazo, vive y trabaja en Colonia y viaja a Montevideo para entrenar y arbitrar. En un partido gana menos de mil pesos, pero la ausencia de garantías hacen que el esfuerzo no valga la pena.