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Otro pulpa

| El técnico revelación de 2007, parece ser la reencarnación del legendario entrenador de los 60 y 70

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JORGE SAVIA

Se parecen. Tienen "un aire" en común que los asemeja, pese a las distancias del tiempo y las diferencias entre las épocas. Existen puntos de contacto entre "Ronco" Luis López y el "Pulpa" Washington Echamendi, a pesar de que entre la vigencia futbolística de ambos hay casi 40 años de por medio.

Físicamente, la similitud se puede encontrar en los cachetes de la cara, que suelen enrojecerse; en los mechones de cabello a veces como desgarbados que les crecieron igual que un montón de pasto rebelde sobre la cabeza; y, fundamentalmente, por ese vozarrón particular, que en el caso del actual técnico de Rampla es más grueso y en el del recordado entrenador del Nacional campeón de América y del Mundo a principios de la década de los 70 tenía un sonido más fino, como si hablara tocando una corneta.

Sin embargo, la empírica picardía callejera para manejarse en la búsqueda de las metas; la forma de expresarse, en algunas ocasiones folklórica y ocurrente, pero siempre muy gráfica y directa; y, sobre todo, la manera visceral de vivir el fútbol, al extremo de que Echamendi murió en Colombia al costado de la cancha, durante un partido del Deportivo Cali, al que dirigía en ese momento, son las facetas que los ponen frente a un imaginario espejo.

En el 72, Peñarol trajo al rosarino Castronovo para cortar la hegemonía de Nacional, el "Perro" hacía goles de todos los colores y, con dos suyos, los aurinegros ganaron un clásico de pretemporada por 4 a 0. Viéndose casi impotente, el "Pulpa" le hizo conseguir una "novia" en Pocitos para que el goleador no pudiera ni con su esqueleto, pero como no logró su objetivo, se conectó con un empresario amigo y logró que el delantero fuera adquirido por el Málaga, con lo que se acabó el problema: otra vez Nacional campeón, con los goles de Artime y Mamelli.

El "Ronco" no se queda atrás, tampoco. Por ejemplo, antes de los partidos en el Olímpico, los visitantes que juegan al pelotazo y por arriba pueden calentar en la deteriorada cancha de los rojiverdes; los que tratan la pelota a ras del suelo, en cambio, tienen que ir a un baldío que está a una cuadra y que el propio López admite por lo bajo que "ahí es incalentable", con el agregado de que, a veces, el "Ronco" les "tira" unos pesitos a unos botijas y les dice: "Vayan a donde están ellos y, sin violencia, ni hacer problemas, les dicen alguna `cosita` para que se calienten un poquito la cabeza". Y mal no le fue en el 2007.

El "Pulpa" tenía, a su vez, sus "códigos de procedimiento", que aplicaba sin espíritu racista, o discriminatorio, ni cosa que se le parezca: "Arquero y back derecho negro, ¡no! En EE.UU. los basquetbolistas son unos fenómenos porque tienen manos flexibles, parecen de goma! ¡Y el golero tiene que tener las manos de fierro! Además, a los morochos les gusta la cumbia, se mueven con plasticidad, son muy alegres... y ahí atrás, se precisa gente dura y seria!".

El día que presentaron al "Ronco" al plantel, el brasileño Douglas Caetano no se cambió de ropa y le pidió para hablar, argumentando que tenía un problema; el técnico, entonces, lo paró en seco: "Yo trabajo en `la Española`, pero no soy médico, trabajo con futbolistas. Así que vaya a cambiarse y hablamos, vestido de jugador me pregunta todo lo que quiera. Ud. me dice que tiene un problema. ¡Yo tengo un montón! Empezando porque soy limpiador y hoy cuando llegue (a la Española) no sé qué hacer, ¡porque me robaron la escoba con la que barro la vereda!".

Al rato, los jugadores de mayor peso interno se acercaron al técnico "sin cartel", que sólo había dirigido clubes de ascenso y le dijeron: "Hiciste bien, `Ronco´; este brasilero es flor de bombero". Se los había "ganado" de primera.

entre pitucos y calientes

El "Ronco" dice con orgullo: "Todos los equipos que dirigí (antes de Rampla) eran de `ringue y ranga`; de los pitucos, diríamos, Bella Vista en las inferiores, fue el primero. Ahí, ¡cero problemas!"

El "Pulpa", a su vez, les decía a los jugadores de Nacional antes de los clásicos: "Ya saben. A estos hay que ganarles y, si pueden, con un gol de penal en los descuentos... ¡así se van bien calientes!" Se le dio el 2 de marzo del 72. Ganaba Peñarol con gol de Castronovo, empató Artime a los 85` y ganó Nacional con un gol de penal de Mujica a los 90`.

Pelos y señales

Nombre: Luis López.

Apodo: "Ronco".

Fecha de nacimiento: 25 de junio de 1961.

Ciudad: Montevideo.

Barrio: Cerrito de la Victoria.

Trayectoria jugador: Liverpool, U. Montevideo y Parque del Plata.

Trayectoria técnico: Cerrito, Platense, El Tanque Sisley, Sud América, Selección de la "B", divisiones juveniles de Bella Vista y Rampla Jrs.

Anécdota: Durante la semana previa al partido con River Plate por el Torneo Apertura, el técnico de Rampla cambió -y probó- la figura táctica del equipo en dos o tres ocasiones, hasta que un día los futbolistas le plantearon: `Ronco`, ¿para qué andar cambiando, si como estamos jugando, venimos primeros y andamos fenómeno?´ A partir de ahí, el DT no probó más, Rampla le ganó a River y desde entonces López dice: "Yo en el curso aprendí que la última palabra siempre la tiene el entrenador; ahora, en cambio, escucho y aprendo de los

jugadores".

Pelos y señales

Nombre: Washington Echamendi.

Apodo: "Pulpa". Fecha de nacimiento: 2 de marzo de 1919.

Ciudad: Montevideo.

Barrio: Aguada.

Trayectoria jugador: Amateur.

Trayectoria técnico: Canillitas, Bella Vista, Colón de Santa Fe, Cerro, Nacional, Bella Vista y Deportivo Cali.

Anécdotas: Una vez, en Colombia, un periodista de la Cadena Caracol finalizó una extensa entrevista, preguntándole a Echamendi: "Profesor, ¿por qué se viste tan mal?. El "Pulpa" lo miró y le contestó en seco: "Yo no me visto, me tapo".

Años antes, al terminar el primer tiempo de un partido de Nacional, se le quejó a Montero Castillo en el vestuario: `¡Mudo, le dije que se volcara a la izquierda y no me hizo caso, miro para ahí y hace rato que no lo veo!". El padre de Paolo le respondió: "Pero, `Pulpa`, ¡si hace 20` que me echaron!`. El técnico cerró el diálogo: "¿Ve como tengo razón en lo que le estoy diciendo?".

¡Mandó que le pidieran un vaquero a Pacheco!

Cuando terminó el primer tiempo del partido del Torneo Apertura contra Peñarol, el técnico de Rampla volvió al vestuario muy "caliente". En esas circunstancias, el "Ronco" empezó a hablar con los jugadores y cuando llegó a los 4 volantes lo hizo muy originalmente: "Muchachos, lo que les voy a pedir es que ahora, cuando entren a la cancha, vayan y le pidan a Pacheco si no me regala un vaquero".

A los mediocampistas les causó sorpresa, por lo que uno preguntó: "Pero, `Ronco`, con la adrenalina que hay ahí adentro, ¿cómo le vamos a preguntar a Pacheco si le puede comprar un vaquero?".

Entonces, el entrenador les respondió con vehemencia: "¡Por eso mismo, carajo! Ahí adentro la adrenalina está azul y ustedes están dormidos; yo pongo cuatro volantes ¡y el `Tony` anda de paseo! ¡Veo que está de shopping! ¡Al menos díganle si no me puede hacer un regalo, que el `Ronco` anda chiquito de vaquero!". El fin de la historia fue que las marcas se ajustaron y después Pacheco no fue el mismo del primer tiempo.

En un partido matutino que empezó 10:10, Martín Peula se perdió un gol de entrada por desatento; el DT, entonces, le gritó: "¡Martín, son las 10 y cuarto!". Al rato desperdició un ataque por la misma causa y el entrenador le volvió a gritar: "¡Martín, son las 10 y 20!". A la tercera vez, cuando le gritó: "¡Martín, son las 10 y 25!", el jugador le contestó: "Ronco, si me va a decir la hora cada 5` no puedo concentrarme en el juego!". Entonces, el técnico volvió a gritarle: "¡Por eso mismo, eso es lo que quiero¡ ¡Que te despiertes de una vez pedazo de paj...!"

"¡Van todos al ataque porque él es soltero!"

El "Pulpa" fue un personaje, no sólo por sus anécdotas, sino también por sus dichos, fruto de su enorme "carpeta". Así, cuando el fútbol empezaba a ser cada día defensivo, repetía: "En el mundo cada vez hacen más falta dos cosas: ¡democracia y delanteros!".

De la misma forma, cuando Racing de Avellaneda impuso un estilo atacante y fue campeón de América y del Mundo en 1967, el "Pulpa" sentenció: "Pizzutti (José, el técnico) los manda a todos al ataque porque es soltero; ¡si fuera casado y con tres hijos jugaría muy diferente!"

En otro orden, Juan Masnik -capitán del Nacional del 71- recuerda: "Teníamos que ir a jugar a San Pablo un partido importantísimo por la Copa contra el Palmeiras, ya que si no ganábamos de visitantes, quedábamos afuera. Hacía 5 días que yo estaba en cama y la prensa decía: `Mansnik no viaja`, porque había perdido 5 kilos, volaba de fiebre. El día antes el `Pulpa` se apareció en mi casa, se tomó un par de Old Smuggler (whisky) y cuando se iba sólo me preguntó: `¿Mañana le mando un remise para que lo lleve al aeropuerto?`. Además, le agregó: `Acá, en confianza, ¿sabe qué pasa? Ancheta es un gran jugador, pero sin Ud., es mucho menos`. Yo me dije: `¡La pucha, qué importante que soy!` Agrandado anímicamente, me levanté y al día siguiente viajé. Ganamos 1 a 0 y clasificamos. En San Pablo, Ancheta me contó que el `Pulpa` lo había preparado, por las dudas de que yo no pudiera jugar, diciéndole: `¿Sabe lo que pasa, Atilio? Masnik es flor de jugador, pero... en confianza: sin usted, ¡es mucho menos!"

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