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Se muda de Pocitos la Facultad de Veterinaria

Decano. "Este es el proyecto concreto más ambicioso que tiene la Universidad"

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MARIALAURA IBARRA

Al recorrer Pocitos Nuevo no se ven vacas, caballos y gallinas, pese a que es el barrio de la Facultad de Veterinaria. Por estas y otras razones el Consejo Directivo Central de la Universidad evaluará el miércoles el traslado de la sede central.

Hace 20 años la Facultad de Veterinaria decidió que la actual ubicación no es la apropiada, ya que si bien en sus orígenes se encontraba en las afueras del área metropolitana, ahora está rodeada por la urbanización. Por lo cual, un aspecto clave para el desarrollo eficiente y creciente de los servicios que demandan las actividades de enseñanza, investigación y extensión era la reubicación de su sede central.

"Cada vez podemos cumplir menos nuestra labor porque este tipo de facultades no requieren sólo de un edificio", dijo a El País el decano de esa casa de estudios, Roberto Kramer. Además, indicó que el actual emplazamiento es inapropiado para actividades de manejo de animales en experimentación y actividades del Hospital Veterinario, que atiende caninos, felinos, equinos, bovinos y aves.

La Facultad de Veterinaria cuenta con una sede central, dos campos experimentales -uno en Libertad y otro en Migues- y, en conjunto con la Facultad de Agronomía, está presente en Paysandú y Salto.

Kramer aseguró que el edificio principal se fue deteriorando con el paso del tiempo y se encuentra en un estado "irreparable", dado que los recursos para mantenimiento fueron insuficientes. A eso hay que agregarle el crecimiento de la matrícula estudiantil que superó los recursos edilicios disponibles.

En 1992 una consultoría realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo recomendó -entre otras cosas- el traslado de la sede central. Con ese objetivo, el rector de la Universidad de aquella época, Jorge Brovetto, gestionó la donación de un predio de 34 hectáreas frente al Laboratorio Miguel Rubino, cerca de Zonamerica.

Financiación. Kramer destacó que el proyecto de reubicación "es viable y autofinanciable". En ese sentido, el boletín de la Facultad publicó una estimación de los costos: la elaboración del proyecto costaría unos U$S 300.000, la edificación de la sede central y el Hospital Veterinario unos U$S 9,8 millones, dos construcciones en Libertad y Paysandú U$S 1,7 millones y el equipamiento U$S 1,6 millones. El monto total ascendería a unos U$S 13,4 millones. En el mismo sentido, Kramer explicó que el valor del predio donde hoy se emplaza la Facultad es de un mínimo de U$S 13 millones y que la Universidad considera pedir préstamos para iniciar el proceso de reubicación.

Se estima que la reubicación de la sede central llevará siete años, a partir de la aprobación de las autoridades universitarias, explicó el decano. Las etapas de la viabilidad y programa arquitectónico, anteproyecto, proyecto y licitación implicarían unos tres años y cuatro más llevaría la construcción del nuevo edificio.

Mercosur. La Facultad de Veterinaria se encuentra ante el inminente proceso de "acreditación Mercosur" de su carrera de grado, que surge de los acuerdos de los Ministerios de Educación de los países del bloque. A Kremer le preocupa la acreditación internacional. "En 2006 vinieron evaluadores externos y nos dijeron que así como estábamos no podíamos seguir", aseguró.

El próximo miércoles el Consejo Directivo Central decidirá si se llevará a cabo la reubicación. "La Universidad ha tomado en los últimos años algunas decisiones que fueron en contra de eso. Un ejemplo fue la estación de servicio que construyó en comodato en una pequeña porción del terreno cedido", explicó Kremer. Sin embargo, entusiasmado resaltó que "por suerte" ahora el rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, apoya este proyecto. "Propuso entrar en la fase ejecutiva para comenzar con el traslado", indicó. No obstante, aún falta que voten los consejeros para ver el destino de la Facultad.

"Uruguay depende de la salud animal"

La Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República es una institución de más de 100 años que cumple funciones de enseñanza, investigación, extensión y asistencia en el ámbito de la ciencias veterinarias. En su decreto fundacional de 1903 se explícita la necesidad de que el Estado "concurra de su parte al fomento de la ganadería intensiva dotándola de elementos científicos idóneos para regenerar los servicios públicos de inspección sanitaria o para proporcionar al hacendado esos auxiliares tan indispensables". Este mandato está vigente y es "relevante para el Uruguay productivo de hoy, donde la salud animal se ha convertido en la llave de la producción y de la posibilidad exportadora del país", dice un folleto de la Facultad. El decano agrega: "Esperamos que el Consejo nos apoye porque el país depende de la salud animal. Si viene aftosa se acabó el Uruguay. Eso ya lo vivimos".

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