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El príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, y su ex novia Kate Middleton se han telefoneado al menos cuatro veces tras la ruptura de su relación hace poco más de una semana para consolarse mutuamente, según afirma hoy The Sun.

De acuerdo con el rotativo popular, la joven de 25 años ha empezado por su parte a disfrutar de su soltería con una salida nocturna con sus amigas el pasado jueves a una exclusiva discoteca londinense, donde permaneció hasta entrada la madrugada.

Al día siguiente, apareció relajada y sonriente ante la prensa, aunque, en lugar de dirigirse directamente a su trabajo entró en una cafetería para pedirse un café cargado, lo que, según el diario, que muestra fotografías, podría ser una señal de que tenía resaca.

Pese a que ambos intentan rehacer su vida por separado, la ex pareja mantiene el contacto, ya que, apunta The Sun, el afecto pervive tras varios años de relación.

El príncipe Guillermo, de 24 años y segundo en la línea de sucesión al trono británico, y Middleton se conocieron en el 2001 cuando estudiaban en la Universidad de Saint Andrews, en Escocia.

Según la prensa británica, se han separado porque no fueron capaces de sobrellevar las enormes presiones que sufrían y por el hecho de que el príncipe pareció haber antepuesto su carrera militar a la relación.

"Muy, muy amigos"

"Continúan siendo muy, muy amigos", ha asegurado a The Sun una fuente del entorno de la pareja, y explicó que, por ejemplo, el príncipe llamó a su ex novia después de que algunos medios hicieran afirmaciones insultantes sobre su madre, al decir que era demasiado vulgar para la Familia Real.

"Guillermo ha llamado a Kate y ella le ha telefoneado a él un par de veces. Él le ha asegurado que las cosas que se han dicho sobre su familia son tonterías", contaron las fuentes.

Allegados de la joven también han dicho al diario que ésta tenía previsto tomarse unas vacaciones en el extranjero para desconectar de todo lo sucedido, pero de momento ha aplazado la idea debido al apoyo que ha recibido de los británicos, que le han escrito decenas de cartas.

EFE