Publicidad

Uruguay restituye piezas arqueológicas a Perú, Ecuador y Egipto

Compartir esta noticia
Jarrón robado al Museo de Artes Decorativas

PATRIMONIO

Objetos de hasta 2.300 años de antigüedad que habían sido incautados en 2017 serán devueltos a su origen

"El autor fue Yuber Segade, quien tenía más de 15 antecedentes penales”, recordó Agustina Cabrera, directora de Cooperación Internacional y Proyectos y responsable del Comité Nacional de Prevención y Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). No todos los antecedentes correspondían a robos de piezas de arte pero sí tres: un cuadro del artista Juan Manuel Blanes de una dependencia de Salto, un sable y un poncho de Juan Antonio Lavalleja de la Casa de la Cultura de Minas y objetos del Museo Zorrilla de Montevideo.

En ese entonces, la prensa informó que Segade visitó el Museo de Artes Decorativas – Palacio Taranco durante su hora de descanso como portero en un hotel. Días antes había leído que había una exposición de arqueología clásica; así que llegó y empezó a tantear las vitrinas hasta que encontró que estaba mal cerrada. Metió la mano y agarró un jarrón de unos 12 centímetros de altura, lo guardó en su bolsillo y se fue.
Ese jarrón no era uno cualquiera: estaba inscripto en el acervo de la institución con el nombre de Lécito Egnatio, de unos 2.300 años de antigüedad y pertenecía a la colección del ingeniero Luigi Andreoni que adquirió el Estado en 1900.

Meses después, Segade lo llevó a la casa de remates Zorrilla. Y lo que había sido un golpe perfecto hasta ese momento acabó con su detención. “La curadora del museo identifica la pieza en el catálogo y se procede a suspender el remate para incautar los bienes. Ese fue el puntapié del comité”, dijo Cabrera a diario El País. Segade había dejado la pieza a su nombre para subastar sin base.

La Justicia determinó que la subasta fuera suspendida y la Policía asistió a los arqueólogos del MEC en el retiro de 162 lotos de artículos, compuestos por más de 300 piezas de distintos orígenes (Siria, Grecia, Egipto, Perú y arte maya y precolombino) que no tenían documentación de origen.

Tras varios años de trabajo para acreditar el origen de los objetos con arqueólogos nacionales e internacionales, el Comité Nacional de Prevención y Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales completó ayer la primera gran restitución de piezas arqueológicas (hay un antecedente menor), siendo estas entregadas a representantes de las embajadas de Perú, Ecuador y Egipto.

En el primer caso, se devuelve a ese país una faja textil, una vasija globular en cerámica, una vasija globular con asa y cabeza zoomorfa y una figura antropomorfa en cerámica marrón sobre ocre pertenecientes a la cultura Chancay (civilización preincaica); una vasija globular antropomorfa perteneciente a la cultura Mochica (preincaica); un tumi ceremonial de cobre con verdín (semejante a un cuchillo), un tupu de cobre perforado (un prendedor) y un bol de cobre con verdín pertenecientes a la cultura Chimu o inca; y un cangrejo en cobre con verdín de cultura indeterminada.

Pieza peruana
Pieza peruana

A Ecuador se le restituye una cabeza antropomorfa con tocado, una figura femenina con falda, un ídolo con perforación abdominal y una cabeza grotesca, todos hechos en cerámica y pertenecientes a la cultura de la provincia Esmeraldas.

Para Egipto se devuelve la mayoría de las piezas incautadas: un modelo de sarcófago antropomorfo de terracota clara (de 18 centímetros de alto), una figura masculina sedente entronizada de terracota, un fragmento de otra figura masculina similar, dos recipientes de terracota, un shabti (figura funeraria) en terracota, un shabti en terracota vidriada, un vaso con cabeza de Anubis, cuatro recipientes de ónix, dos shabti en bronce con verdín, cinco recipientes de alabastro de distintas formas, una ánfora de alabastro, dos alabastrones, un recipiente de mármol y otro de piedra, una ánfora de cerámica vidriada dorada, siete shabti de terracota con base de madera y uno de yeso, una cabeza masculina en terracota, una lámpara de aceite de terracota, una esfinge de cerámica, una figura de cocodrilo correspondiente al dios Sobek en mármol, un morterito de mármol, cuatro bols de cerámica y terracota parcialmente vidriados y una jarrita globular de cerámica clara.

Pieza egipcia
Pieza egipcia

Se determinó que algunos de los shabti fueron fabricados entre la Dinastía XXI y la XXII, es decir, en el periodo del año 1069 al 850 antes de Cristo. Uno había sido adquirido a un coleccionista británico en 1990 y otro había sido comprado en un mercado de arte en Londres alrededor del año 1980.

El Día Internacional contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, que se celebra todos los años el 14 de noviembre, recuerda al mundo que el robo, el saqueo y el tráfico ilícito de bienes culturales tiene lugar en todos los países, despojando a las personas de su cultura, identidad e historia. El tráfico de bienes culturales es el cuarto delito en el ranking internacional de comercio ilícito.

Tiene muchas causas, y la ignorancia y la falta de ética están en su raíz, según la Unesco. Los bienes culturales objeto de comercio ilícito suelen transferirse ya sea a través de los mercados ilícitos de todo el mundo o de mercados lícitos como las subastas, incluso a través de Internet. Las personas, los gobiernos, el mercado del arte y las instituciones pueden poner de su parte para luchar contra ello mediante la sensibilización, la información y la ética en la compra y venta de arte y objetos culturales, la promulgación y el respeto de leyes y la protección del patrimonio y los bienes culturales.

Algunas operaciones espectaculares que han recibido gran publicidad incluyen el robo de cuadros célebres como El grito de Edvard Munch, sustraído en Noruega en 2004, o el de El jardín del presbiterio de Nuenen en primavera, de Vincent Van Gogh, ocurrido en los Países Bajos. Lo esencial del comercio ilícito transcurre en la sombra.

Cabrera dijo a El País que no se realizó un estimativo del valor económico de los lotes y que, en la mayoría de los casos, no se pudo especificar cómo llegaron a Uruguay. “Hoy no se exige trazabilidad y es difícil tenerla con piezas tan antiguas. No se sabe exactamente cuándo pueden haber dejado su territorio de origen ni dónde estuvieron. Es un tema a trabajar”, apuntó.

Desde la incautación de 2017 hasta ahora las piezas estuvieron en custodia de Interpol; las que quedan en el país a la espera de documentación para determinar su restitución pasan ahora a la órbita de los museos del MEC.

“Trabajamos en afinar los procesos cuando se tiene conocimiento de una alerta, una denuncia o un robo. Es complejo al igual que la restitución. Se hace camino al andar”, agregó Cabrera en diálogo con El País.

Piezas devueltas por Uruguay
Piezas devueltas por Uruguay

La Unesco entiende por “bienes culturales” aquellos objetos de importancia patrimonial para los pueblos, según lo establece la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales que Uruguay ratificó en 1972. En la lista se incluyen monumentos arquitectónicos, artísticos, históricos, seculares, arqueológicos, manuscritos, entre otros. En el caso de países en conflicto, se entiende que el expolio de sitios arqueológicos e históricos se hace con el objetivo de financiar el terrorismo.

El jarrón que robó Segade, por su parte, fue restablecido a su lugar en el Museo de Artes Decorativas, donde hoy es exhibido con más medidas de seguridad.

Otro caso.

 En diciembre de 2019 se restituyeron tres piezas de cerámicas pertenecientes a la cultura Chancay que habían sido incautadas meses antes en la Operación Murilllo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad