El Tiempo/GDA
Charlie Munger, un multimillonario que era socio comercial de Warren Buffett en Berkshire Hathaway, logró acumular un patrimonio neto que superaba los US$ 2.500 millones; sin embargo, nunca quiso construirse una gran mansión y vivió en la misma casa durante siete décadas.
Munger, quien falleció a los 99 años el pasado 28 de noviembre de 2023, explicó en una de sus últimas entrevistas por qué tener una gran casa no da felicidad.
“Todos nuestros amigos se volvían ricos y construían casas mejores y más grandes”, comentó en diálogo con la CNBC.
Para él, "una casa básica" tiene más utilidad, y señaló que una vivienda más grande podría ayudar a entretener a más personas, pero “es algo muy caro y no sirve de mucho”, comentó.
Otro de los inconvenientes de tener una megamansión es que esto podría malcriar a sus hijos. "Una exhibición de riqueza tan ostentosa podría malcriar a sus hijos y animarlos a vivir grandiosamente". Vale la pena mencionar que el multimillonario tuvo nueve hijos en dos matrimonios. Incluyendo dos hijastros y un hijo que murió de leucemia cuando tenía 9 años.
″(Buffett y yo) consideramos casas mejores y más grandes”, sin embargo, “Tuve una gran cantidad de hijos, por lo que era incluso justificable. Y aun así decidí no vivir una vida en la que me pareciera al duque de Westchester o algo así. Iba a evitarlo. Lo hice a propósito… No pensé que una mansión fuera buena para los niños”.
Durante la entrevista, Munger aludió que él y Buffett vivieron de una forma similar, pues su socio, de 93 años, compró su casa en Omaha, Nebraska, por US$ 31,500 en 1958, y ha vivido allí desde ese entonces.
Munger solía predicar sobre los beneficios de vivir una vida modesta y daba consejos como "no tengas mucha envidia" y "no malgastes tus ingresos". Incluso, en una entrevista comentó que él creía que su éxito y longevidad se debían a su sentido de precaución y habilidad de "evitar todas las formas comunes de fallar".
Asimismo, afirmó que evitaba la locura, pues esta es muy común de ver en personas con mucho dinero y es una de las maneras más fáciles de fracasar.