TIEMPO LIBRE

A partir del viernes 1° de julio se suma otra actividad para hacer en las vacaciones de invierno y por el resto del año: se inaugurará la primera sala en Uruguay del Museo de Turismo Mundial en el lobby del Hotel Holiday Inn (en Montevideo, calle Colonia 823).

Con el objetivo de divulgar la historia del sector turístico, se exhibirán objetos como la réplica de la Copa del Mundo de 1930, una pelota de 1934 y un bolso que la aerolínea Varig daba alrededor del 1930 cuando la gente se subía al avión. También un cuadro del primer bus turístico de Montevideo, pintado a mano por la diseñadora de modas Irma Álvarez.

La iniciativa es sin fines de lucro y busca destacar a las personas y los destinos que han hecho las bases del turismo en el mundo. “Decidimos hacerlo en el lobby porque ahí lo ve todo el mundo, tanto los huéspedes como la gente que viene de pasada”, explicó Gabriela Mendieta, gerente general del hotel.

El museo estará abierto para todo público las 24 horas del día y los 365 días del año: “Cualquier persona puede venir a mirar y sacar fotos”.

De hecho, la sala no es un espacio concreto dentro del hotel, sino que se trata de vitrinas dispuestas en el lobby. “La idea es que las cosas estén a la vista de todo el mundo, que no sea un museo tradicional como los que tienen una hora de abierto y una hora de cerrado”.

Además, Mendieta dijo que, si se hubiera hecho una sala separada, los huéspedes no lo verían tanto porque “muchas veces andan rápido y no les daría el tiempo de entrar a mirar”.

La idea del proyecto la trajo el periodista especializado en viajes y turismo Darío Queirolo. “Él es amigo de la casa, tiene una oficina en el hotel y conoce a la gente que comenzó con todo el tema del Museo de Turismo Mundial”, contó Mendieta.

Se trabaja en esta propuesta desde septiembre del año pasado: “Estuvimos comunicándonos con personas que trabajaron en empresas como Pluna o Varig para conseguir artículos”. Los objetos no se compran, sino que “la gente los presta para exhibirlos”. Muchos les dijeron que tenían esas piezas “medio abandonadas en un cuarto o un depósito”, por lo que “está bueno que se puedan exhibir y que todo el mundo las pueda ver”, señaló Mendieta. Los dueños saben que si algún día precisan sus cosas, las pueden ir a buscar.

Aún están esperando la respuesta de algunas de las personas a las que les consultaron por sus objetos. “Queremos que la exhibición sea cada vez más grande, esperamos que haya aún más colaboración y que tengamos un hermoso museo”, sostuvo Mendieta. En este sentido, agregó que una de las razones por las que le encantó la idea es que “es totalmente participativo”.