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Médicos rurales buscan ser una especialidad dentro de la carrera de Medicina

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SALUD

Los profesionales que trabajan en el medio rural quieren que se apruebe un Plan Nacional de Salud Rural apoyado en dos pilares: formación académica y descentralización de la gestión en salud.

"Yo acá primero soy Carlos y después ‘el Doctor’. Eso el paciente, en el Hospital de Clínicas, no lo encuentra”, dice Carlos Córdoba desde Casupá, departamento de Florida donde, si bien es montevideano, desde hace más de 30 años ejerce como médico rural.

Eso significa que lleva adelante una serie de funciones que van mucho más allá de lo que en las ciudades se entiende que es un médico. Lo curioso del caso es que la definición de médico rural estatutariamente no existe en Uruguay. Esa es una de las tantas cosas que pretende corregir la Sociedad de Medicina Rural (SOMERUY), fundada en 2001 en Tupambaé (Cerro Largo) con el Dr. Héctor Yon al frente.

Médico rural según la Sociedad de Medicina Rural

“Es un especialista en medicina comunitaria con manejo fluido de la emergentología”, o también “un especialista en la global Atención de 1er. Nivel”.

Entre sus principales objetivos figura rescatar el Plan de Salud Rural, presentado en 2010 durante la presidencia de José Mujica y que, según palabras de Córdoba, “murió de inanición”. “Cuando hacés algo que marcha en el papel, pero cuando lo bajás a tierra no hay respuesta, los efectores territoriales como nosotros entramos a no prestarle atención porque es un gasto de energía inútil”, agrega sobre un plan que se elaboró desde Montevideo sin un cabal conocimiento de sus destinatarios.

“Nadie comprende mejor a un rural que otro rural”, apunta Córdoba sobre esta cruzada en la que SOMERUY se ha embarcado para conseguir que el gobierno de Luis Lacalle Pou considere redefinir este plan, para lo cual ya han recibido señales positivas desde ASSE.

Atención en salud con varias carencias

La situación actual de la asistencia médica para la población rural es, según SOMERUY, la siguiente:
-Desigual distribución de los recursos humanos (7% de los médicos radicados al norte del Río Negro).
-Escasez de técnicos, profesionales, especialistas y personal administrativo en centros de salud de localidades de menos de 5 mil habitantes.
-Falta de motivación y estímulo para insertarse en la zona rural del personal de salud.
-Falta de definición de roles, perfiles y cargos del equipo de salud rural, y de reglamento de suplencias y recambios.
-Ausencia de programas de capacitación.
-Falta de servicios con equipamiento necesario, y de ambulancias y vehículos utilitarios en adecuadas condiciones y aptos para caminería rural y en mal estado.
-Centralización de los servicios en la capital departamental y del país.

Realidad.

Montevideo, donde vive el 40% de la población del Uruguay, concentra el 73% de los médicos; en tanto al norte del Río Negro, donde vive el 17% de los uruguayos, está solo el 7% del total de médicos. Según SOMERUY hay medio millón de uruguayos con carencias en su asistencia y son los que producen la mayor parte del Producto Bruto Interno (PBI).

Córdoba apunta que tanto para la enfermería como para especialidades generales como pediatría o ginecología la presencia es aún más testimonial. “No hablo de cosas muy específicas porque tampoco tendría razón de ser que en Casupá hubiera un cirujano vascular, ni siquiera un cirujano, pero sí un ginecólogo o por lo menos que los médicos jóvenes estuvieran preparados para estos eventos, cosa que no pasa con la formación actual, necesitan un refuerzo”, advierte el profesional.

Agrega que “nos hemos formado a los sustos, con la experiencia. Pero la experiencia la pagan los pacientes y también los médicos desde el punto de vista personal y familiar. Por ejemplo, de noche los pacientes no van a la policlínica, vienen a mi casa. Si te costó un mundo dormir a un bebé y te tocan el timbre, estás sacrificando a toda tu familia”.

Médico y enfermera terminan siendo rehenes de los pacientes. A eso hay que sumarle cosas como el no pago por guardias o por nocturnidad para quienes trabajan en la zona rural.

Todo eso contribuye a que las nuevas generaciones de médicos no quieran instalarse en el interior del país, algo en lo que tiene mucho que ver la poca jerarquía que se les adjudica respecto a los especialistas. “Por ejemplo, yo derivo a un paciente a un especialista y la mitad de las veces tengo que preguntarle qué le dijo ese doctor o directamente el especialista lo sigue tratando. A veces llamo y le digo ‘mirá que no te pasé el paciente, te pedí una consulta’, porque el médico no debe pasar, en realidad lo que pide es una interconsulta”, explica Córdoba.

La apuesta es contar con un médico de cabecera que conozca al paciente y a su familia. “Es la medicina más barata y la mejor”, dice y remarca la importancia de hacer de la medicina rural una especialidad dentro de la Medicina. “Eso mejoraría la autoestima del médico. Para eso hay que adecuar los cursos de la Facultad de Medicina y de Enfermería. Los médicos uruguayos tienen que conocer cuál es la realidad de la zona rural. Primero, por si van a ejercer allí, y segundo, porque la conducta al recibir un paciente del medio rural debe ser distinta”, acota.

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La Sociedad de Medicina Rural se organiza en procura de lograr los cambios que necesita.

Treinta años al servicio de la gente de Casupá

“Era bien montevideano, ahora soy bien casupense”, dice riendo el doctor Carlos Córdoba. Hace más de 30 años que está radicado en Casupá, Florida, a unos 70 km de la capital departamental y 110 km de Montevideo. Actualmente jubilado, hizo la especialidad en pediatría y siempre fue médico rural, con una activa participación en los temas que ocupan a estos profesionales. “Yo siento la simpatía de mis colegas, les participo de mis inconvenientes, pero no me entienden”, señala sobre las diferencias entre trabajar en la zona rural y hacerlo en las ciudades. Sostiene que hoy la relación entre los médicos rurales y sus superiores depende de “cuán corsario sea el jefe y cuánto carácter tenga el (médico) de afuera”, por eso es tan necesaria una legislación que ampare al profesional rural. “Un Posgrado en Medicina Rural es darle visibilidad a un problema que padece casi medio millón de uruguayos que produce la mayor parte del PBI”, apunta.

Bases.

El Plan Nacional de Salud Rural elaborado por SOMERUY se basa en dos pilares. El primero es la formación académica del personal de salud que va a actuar en el lugar, apuntando a la creación de un Posgrado o Diplomatura en Medicina Rural y a adecuar los cursos de Facultad de Enfermería.

Esto incluye instruir en el uso de la telemedicina, pero como un complemento de la atención que, según Córdoba, debe seguir siendo cara a cara. Lo mismo que la concurrencia a los congresos para la Educación Médica Continua. “Hay cosas que pueden ser por Zoom, pero hay otras que deben ser presenciales. Lo mejor de los congresos es interactuar con colegas”, destaca. También se busca la recertificación de los técnicos.

El segundo pilar tiene que ver con la descentralización de la gestión en asistencia en salud en el medio rural. Para ello plantean la creación, en el MSP, de una Dirección de Salud Rural, y en ASSE y el sector privado, de encargaturas de Salud Rural supervisadas por el Colegio Médico Regional. Además proponen involucrar al segundo y tercer nivel de gobierno en la gestión de salud, que el flujo de las decisiones sea desde la periferia hacia el centro y que el sistema sea ágil y sencillo.

Para lograrlo hay que comenzar por contar con un buen diagnóstico de la realidad de cada lugar, en el que entran discusiones tales como si es mejor disponer de un gran centro de emergencias o de un sistema de emergencias de forma de no perder la llamada hora de oro que es vital para las patologías tiempo-dependientes.

“Lo que nos salva muchas veces es nuestro pequeño tamaño”, señala Córdoba sobre uno de los tantos temas que para los médicos rurales ya no admite más esperas.

Definición y obligaciones del profesional

“El médico rural es el técnico que por sus características y su perfil lo convierten esencialmente en un médico capacitado para el desarrollo y la instrumentación del Primer Nivel de Asistencia en el lugar que reside”, establece la Sociedad de Medicina Rural (SOMERUY) ante la falta de una definición oficial para este tipo de profesional. Agrega que es aquel que vive y ejerce su profesión “en toda ciudad, pueblo o paraje inferior a los 3.500 habitantes, independientemente de la especialidad que tenga y que ejerza”.
Establece además que una policlínica rural es la que se encuentra a 20 kilómetros o más del centro de referencia más cercano, ya sea de segundo o de tercer nivel de atención.
Los deberes del médico rural son:
-Policlínica: centralizada o no, atendiendo a toda la población sin distinción de sexo o edad.
-Urgencias: en general descentralizada.
-Urgencias a domicilio: generalmente con vehículo de su propiedad, cubriendo un radio variable que frecuentemente va hasta 50 kilómetros de su domicilio.
-Asistencia a domicilio no urgente (radio).
-Prevencionista: es muy común que realice una tarea de prevención asociada a la consulta médica, ya sea de control o por patologías en curso. Es referente usual de instituciones de enseñanza públicas y privadas y ONGS; colabora con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en tema zoonosis.
-Certificador: lo es de sus pacientes tanto como de las licencias médicas dadas por especialistas, con la consiguiente responsabilidad médico legal de extender dichas certificaciones. Y es el encargado de otorgar certificados de aptitud física.
-Traslada: estabiliza y supervisa el traslado de los pacientes criticos o potencialmente críticos a centros de referencia.

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