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Lluvia de Perseidas: guía para ver los meteoros del cielo de agosto

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Perseidas

ASTRONOMÍA

Nuestro planeta cruza los restos que ha dejado un cometa y sus pequeñas partículas generan “estrellas fugaces”; cómo observar este fenómeno

La lluvia de estrellas más famosa del año fue relacionada por la Iglesia Católica desde la Edad Media con las lágrimas que vertió San Lorenzo durante su martirio en la hoguera, un 10 de agosto del 258. Pero ni son estrellas fugaces ni tampoco es un acontecimiento místico: son lluvias de meteoros.

Cada lluvia de meteoros recibe un nombre que asocia este fenómeno con una zona del cielo llamada radiante, donde parecen converger la dirección de los meteoros que penetran en nuestra atmósfera. En el caso de las Perseidas, el radiante está en la constelación de Perseo, de ahí su nombre, y los meteoros en cuestión proceden del cometa 109P/Swift-Tuttle, que con sus 26 kilómetros de diámetro es actualmente el mayor objeto que se acerca de forma periódica a la Tierra. Completa su órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente. Cuando se aproxima a nuestra estrella, se calienta y emite los chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman su cola.

La mayoría de los meteoroides que se desprenden son tan pequeños como un grano de arena. Normalmente se desintegran en la atmósfera entre los 100 y 80 kilómetros de altura con una velocidad que ronda los 200.000 kilómetros por hora.

Cada año, desde el 17 de julio al 24 de agosto, esta lluvia de meteoros está activa, aunque la probabilidad de ver meteoros se va incrementando diariamente hasta llegar a su punto álgido.

Su pico máximo está ocurriendo ahora y se pueden ver hasta 100 meteoros por hora en condiciones ideales, informó el Planetario de Montevideo. A partir del 14 de agosto irá disminuyendo su intensidad.

Desde el Planetario se señaló que “es una de las mejores lluvias de meteoros del año; sin embargo, no es de las mejores para disfrutar en el hemisferio sur”. Para nuestras latitudes, la visibilidad es bastante reducida, pues el radiante se encuentra a apenas debajo del horizonte para Montevideo y con condiciones similares en el resto del país. Además, la zona del radiante aparece hacia el final de la noche (aproximadamente a las 6 de la mañana) en dirección norte.

Perseidas
Perseidas.

El origen.

Durante todo el año, se pueden observar distintas lluvias de meteoros desde cualquier punto de nuestro planeta. Este fenómeno tiene su origen mayoritariamente en las partículas que desprende un cometa al acercarse al Sol. Estos restos permanecen en el espacio tras la trayectoria del cometa, de forma que cuando nuestro planeta, en su movimiento alrededor del Sol, se cruza con ellos, estos restos cometarios impactan con la atmósfera a tal velocidad que literalmente arden y podemos observarlos como estrellas, espontáneas y fugaces. A lo largo del año se pueden contabilizar varios cientos de lluvias de meteoros, aunque se consideran bien establecidas alrededor de un centenar.

Los cometas son objetos compuestos principalmente por agua, hielo seco, amoniaco, metano, hierro, magnesio, sodio y silicatos. Se cree que están formados por los restos primitivos que constituyeron la formación del Sistema Solar. Los cometas tienen distinto tamaño, composición y proceden principalmente del cinturón de Kuiper y la nube de Oort, en el exterior de nuestro Sistema Solar. Estos objetos orbitan alrededor del Sol, con periodos muy diferentes: a veces de solo unos años y otras veces, cuando pasan cerca del sol, modifican su órbita y se pierden en los confines del espacio.

La variedad cometaria deja restos desiguales, lo que provoca que los meteoros que impactan en la atmósfera sean también diferentes tanto en intensidad, como en velocidad de impacto, color e incluso tamaño. Cuando un meteoro es muy brillante y supera incluso el brillo del planeta Venus, se le denomina bólido. Algunas veces estos objetos disponen de suficiente masa como para sobrevivir al proceso de abrasión que les produce la atmósfera y caen al suelo en forma de meteoritos.

Para observar esta lluvia de meteoros o cualquier otra, es recomendable buscar un lugar con escasa o nula contaminación lumínica. No es necesario llevar prismáticos ni telescopios. Las lluvias de meteoros de observan mejor a simple vista.

(The Conversation y Agencia SINC)

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